El Amor De Antonio romance Capítulo 159

Cuando un hombre está dispuesto a cocinar para ti, significa que te quiere de verdad.

Clara permaneció en silencio en el comedor, observando la alta figura ocupada en la cocina, con sus bonitos ojos llenos de emoción y ternura.

Clara vio a Antonio recoger la sopa con un cucharón para probar la salinidad, seguida de poner las verduras picadas en la olla prácticamente.

Era una acción normal, pero era tan encantador en los ojos de Clara que no podía parpadear.

Tal vez al sentir su mirada, Antonio giró repentinamente la cabeza, y ella no pudo ocultar la fascinación que había en sus ojos por él.

Los dos hombres se miraron en silencio, y el ambiente era armonioso. Después de un largo rato, Antonio no pudo evitar sonreír, y le dijo suavemente a Clara, -Hay leche en la nevera, puedes beber un poco si tienes hambre. -

-De acuerdo. - Clara contestó con buen humor.

Clara se sirvió un vaso de leche y se sentó a la mesa, dando un sorbo y mirando a Antonio, que estaba ocupado en la cocina.

El aroma de la sopa de marisco llenaba el aire, haciéndolo muy apetecible.

Clara estaba perdiendo un poco la paciencia.

Puso la leche en la mesa y se dirigió a la cocina, Antonio que la escuchó el movimiento preguntó suavemente, - ¿Tienes mucha hambre? -

Clara asintió, - Pues tu cocina huele muy bien, así que me muero de hambre. -

Antonio no pudo evitar sonreír, luego se giró y sacó un cuenco del armario.

-Te serviré un poco para que lo pruebes primero. -

Cuando escuchó que podía comerlo, Clara se apresuró a decir, -Sí, sí, sí. -

Mirando su linda cara de gula, los ojos de Antonio Díaz se llenaron de cariño.

Bajo su mirada expectante, sirvió medio plato de sopa y lo llevó al comedor para ella.

Clara sacó una silla y se sentó, cogió una cuchara y se dispuso a comer.

-Cuidado que está caliente. - Antonio amonestó.

Clara le sonrió dulcemente, -Lo sé. -

Luego cogió la sopa, la sopló y se la llevó a la boca.

El delicioso sabor le llenó la boca al instante y entrecerró los ojos en señal de satisfacción y le dio un pulgar hacia arriba, - Está buenísima. -

Una leve sonrisa recorrió sus labios mientras Antonio decía, -Qué bien que te guste. -

-Me encanta. - A continuación, como para demostrar que realmente le gustaba, se llevó una gran cucharada a la boca.

Se olvidó de que la sopa estaba todavía caliente y se quemó al instante.

-Come despacio. -

Antonio regañó en voz baja, frunciendo el ceño.

Clara sonrió tímidamente y comió despacio a continuación, temiendo volver a quemarse.

Antonio llevó toda la olla de sopa al comedor, se sirvió también un plato y se sentó frente a ella, comiendo lenta y deliberadamente con la cabeza baja.

Clara levantó la vista y le miró en silencio, suspirando para sus adentros, el temperamento innato de Antonio hacía que cada uno de sus movimientos pareciera elegante, y era un placer sólo verlo.

Antonio no pudo evitar sonreír al ver que ella le miraba fijamente.

Dejó la cuchara en la mano, miró a Clara con cariño y dijo, -Es la segunda vez que me miras fijamente. -

Clara había mirado atónita y le había oído hablar consigo misma antes de reaccionar y clavarle los ojos.

Quizá sus palabras fueron demasiado francas y Clara se sonrojó al sentir que le leían la mente.

-Porque eres muy guapo. -

Ella arrulló.

...

Elisa, que fue destituida de su cargo, se mostró muy molesta ante la idea de estar en un puesto inferior al de Clara en el futuro.

No debe dejar que Clara tenga una vida feliz.

Así que se dirigió a su amiga Cecilia para pedirle que la ayudara.

- ¿Estás diciendo que Clara te tendió una trampa para que el presidente te destituyera? -

Cecilia escuchó el relato de Elisa y guardó silencio un momento antes de tomar la palabra y preguntar.

-Claro, Cecilia, ni siquiera sabes lo orgullosa que está ahora Clara en la empresa, los empleados dicen que es la amante del señor Guillén. -

Al mencionarlo, Elisa no ocultó sus celos.

¿Qué tenía de bueno Clara y por qué el señor Guillén la prefiere?

- ¿Amante? - Cecilia se rio, -Clara es muy capaz de seducir a un hombre como Guillen Colón. -

Francisco y ella importaban a Guillen Colón y su familia. Si Clara era ahora la amante de Guillen, entonces Clara podría haber instigado el enfrentamiento de Guillen con Famlia Pastor.

Con una vaga sensación de inquietud en el corazón, Cecilia se sintió obligada a contarle a Francisco y a Nidia Méndez lo que había pasado y a ver qué podrían hacer con Clara.

Elisa no sabía en qué estaba pensando Cecilia y preguntó con suspicacia, -Cecilia, ¿en qué estás pensando? -

-Nada. - Cecilia negó con la cabeza, -Hablaré con la prima de Francisco sobre ti y veré qué puede hacer para ayudarte entonces. -

-Muchas gracias, Cecilia-, no pudo evitar Elisa alegrarse en cuanto escuchó que la directora general Nidia podría ayudar.

Así no tendría miedo de ser intimidada por Clara.

-No hay necesidad de ser tan cortés. Después de todo, necesito que te quedes en el Grupo Santa para ayudarme contra Clara. -

Las dos mujeres se sonrieron, sintiéndose cercanas, cuando en realidad sólo se estaban utilizando mutuamente.

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