El clima en el sur era siempre cambiante, acababa de estar despejado, pero ahora estaba lloviendo mucho.
Clara se sentó junto a la ventana de la cafetería, mirando a los transeúntes apresurados por la ventana, con un gestión dulce y tranquilo.
-¡Toc-toc!-
El repentino sonido rompió la tranquilidad, ella se volvió la cabeza y una persona que llevaba una gorra de visera y una máscara se paró frente a ella.
Ella estaba atónita, y luego una brillante sonrisa apareció en su bonita carita.
-Señor Vasco. -
Tan pronto como se bajó del avión, recibió una llamada de su asistente, diciéndole que quería verla.
Respecto al señor Vasco que salvó su vida, Clara apenas vaciló y le confirmó de inmediato.
-Clara, ¿tienes tantas voluntades? -
Aquiles escuchó que había aceptado las invitaciones de otros hombres, y luego dijo, -Si mi hermano lo sabe, seguro que se siente molesto. -
Clara lo echó una vista enfadada, -Yo no lo cuento, tú tampoco, ¿quién lo sabrá? -
Aquiles no supo qué decir.
Bueno, no lo dijo él, pero no significaba que los guardaespaldas que los siguieron en secreto tampoco decían.
Esta era la primera vez que Aquiles veía a Vasco, indiferente y comedido, era la primera impresión de él.
Cuando Vasco lo vio, se quedó un poco aturdido, luego lo saludó cortésmente, su gesto era alienado y frío.
Este hombre no era sencillo.
Esta era la segunda impresión que Aquiles tenía de él.
-Este es Aquiles Diaz, mi hermano. -Presentó Clara.
¿Diaz? Un destello de luz brilló en los ojos, y sonrió, -Es el hermano menor del presidente Antonio Diaz de Grupo Nevada. -
Aquiles enarcó las cejas, se puso de pie y extendió la mano, -Bueno, soy hermano de Antonio, mucho gusto en conocerte. -
-Mucho gusto, soy Vasco.-
Vasco tomó su mano, pero rápidamente la soltó, y se volvió para mirar a Clara, sus ojos se suavizaron en un instante.
Aquiles retrajo la mano, justamente vio que él cambió su gesto, y pensó que a este hombre le gustaba Clara.
Preguntó, - ¿Cuántos días planeas quedarte en la Ciudad Cian? -
-No debería ser muchos días, volveré después de grabar el video. -
No se necesitaba mucho tiempo para hacer un video de la filmación profesional de Cecilia, por supuesto, dependía de que si Cecilia la avergonzara deliberadamente.
Cuando escuchó que no podía quedarse por muchos días, Vasco se sentía un poco decepcionado, pero pronto se recuperó y dijo con voz suave, -Te invitaré a cenar esta noche. -
Clara sonrió y negó con la cabeza, -Gracias, pero no quiero molestarle. Me acordó con Aquiles que vayamos al famoso patio de comidas de la Ciudad Cian. -
La sonrisa en sus labios se desvaneció un poco, aunque estaba decepcionada, Vasco no la obligó, -Entonces citamos para otro día. -
-Vale. -Clara sonrió y asintió con la cabeza. -Le invitaré en otro día para agradecerle por salvarme. -
-Está bien, entonces esperaré tu invitación. - Vasco la miró fijamente, los ojos negros llenaban de tiernos.
Aquiles observó a Vasco en silencio y tenía una respuesta.
Vasco salió a verla de permiso del equipo de filmación, por eso se fue rápidamente.
Al igual que cuando llegó, los clientes que estaban en la cafetería no se habían dado cuenta de que un gran actor apareció aquí hacía un momento.
Clara tomó el café sobre la mesa, y sonó la voz baja de Aquiles.
Clara se acercó y vio a Cecilia agachando la cabeza, dejó que el director la regañara.
Clara pensó que estaba equivocada y parpadeó para ver si la mujer del vestido de la dinastía Qing era Cecilia.
Era que, con el carácter orgulloso de Cecilia, ¿cómo era posible que alguien le regañara obedientemente?
Sin embargo, tenía razón, esa mujer era Cecilia.
El director lo regañó por un rato y comenzó a una nueva ronda de filmación.
Clara observó a la actuación de Cecilia desde la distancia, con las cejas cerradas lentamente, los ojos llenaban de incredulidad.
Sabía que las habilidades de actuación de Cecilia no eran muy buenas, pero no esperaba que hubieran sido tan malas.
Este era un espectáculo interpretando por Cecilia como la asistenta de Primera Clase, después de tener la relación sexual por la primera vez con el emperador, le premió como la asistenta de Primera Clase, pero desde entonces el emperador se le olvidó de ella por completo, por eso en este momento ella estaba esperando al emperador, y su gestión debía ser muy amarga y angustia, debía ser una actuación natural.
Pero la actuación de Cecilia era muy divertida, se veía particularmente pretenciosa, e hizo que la gente se sentía incómoda.
Ya no era de extrañar que el director estaba enojado.
Esta vez el director vio que ella actuó muy mal, así que tiró el guion, se levantó y se fue.
Al ver esto, los trabajadores se miraron mutualmente, sin saber qué debían hacer.
Cecilia estaba obviamente asustada por la ira del director y se sentó en una silla aturdida.
La asistente Carola se acercó rápidamente y se le secó el sudor de la frente mientras la consolaba, -Cecilia, actuó muy bien y el director solo estaba provocando problema. No tiene que hacerle caso. Dile al señor Francisco a resolver el problema. -
-Y ...-Carola se volvió la cabeza y miró a la figura familiar detrás de los otros trabajadores, sus ojos se volvieron más fríos, -Clara está aquí. -
Al escuchar eso, Cecilia miró hacia arriba y siguió su mirada, vio que Clara sonrió y la saludó.
Su gesto se cambió de inmediato, su estado deprimido desapareció y se puso de pie, -Ya que ella está aquí, vamos a saludarla. -
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