El Amor De Antonio romance Capítulo 194

Clara sintió que había dormido por mucho tiempo. Cuando se despertó mirando al techo blanco

, tenía la conciencia cortado temporalmente. Pero pronto le pasó por la mente los gritos locos de Cecilia.

Recordó que Cecilia le dio una patada en el estómago, lo cual le causómucho dolor.

Luego,no recordó lo que pasó después..

Miró fijamente el techo por un buen rato, y se humedeció los labios secos. Aquí debía ser hospital.

Luego, se volvió lentamente.

Una cara hermosa le apareció. Se podía ver la sorpresa en su mirada.

“¿Por qué Antonio está aquí?” pensó ella.

Estaba dormido apoyado sobre la cama. Aunque estaba dormido, frunciaba el ceño, quien parecía muy inquieto.

“Debía de estar preocupado por ella.” pensando ella.

Quería estirar la mano para suavizar fruncidos entre sus cejas, pero descubrió que sus manos estaban bien agarradas por él.

No pudo sino reír sin remedio, pero llena de felicidades.

Al mismo tiempo, se sentía culpable. Si se hubiera protegido bien a sí misma, No habría estado tan preocupado.

Suspiró ligeramente y llamó suavemente, -Antonio, Antonio...-

Medio dormido,, AntonioOyó vagamente que le llamaban y la voz se hacía cada vez más clara.. Reconoció que la voz era de Clara.

Abrió los ojos inmediatamente, y vio los ojos tiernos de Clara. Él se quedó estupefacto por un momento, pero pronto se dio cuenta de que...

Ella se despertó.

Él se sentó bien en la silla, fijando los ojos en su cara pálida, y preguntó suavemente, -¿Te parece bien?-

Clara rió y dijo , -Sí.-

Aunque se sintiera mal, le diría que estaba bien porque no quería que se le preocupara demasiado.

Después de todo, al oír que ella contestó que sí, su expresión nerviosa se alivió obviamente.

Clara dio una vuelta para mirar hacia fuera de la ventana. Al ver que estaba oscuro afuera, preguntó, -¿Ya regresaron?-

Antonio sabía que preguntó por Aquiles y Lydia, por eso meneó la cabeza y dijo, -Sí, les he pedido regresar a descansar.-

Mientras hablaba, ajustó bien el lecho para que se sentara en la cama.

-Seguro que hoy Guillen y Alejandra están muy asustados.-

Clara rió pálidamente, y se sentía culpablepor haberles dejados a todos preocupados y asustados.

Parecía que entendía lo que pensaba. Antonio tomó sus manos, y dijo suavemente, -No pienses tanto. Siempre que te mejores, será el mejor consuelo para todos.-

Clara parpadeó con simpatía, -Entonces tengo que recuperarme pronto.-

Antonio sonrió y sus pupilas negros se brillaron afectuosos. Estiró la manoy le acarició con mucho cariño el pelo fino.

En la comisaría.

-¿Por qué no se puede otorgarle la libertad bajo fianza?- Francisco le preguntó a la policía que se encargó del caso.

Este le dijo la verdad, -Cecilia Bellido hirió a la víctima con intención y violó la ley. Además, familiares de la víctima han decidido acusarla de lesiones intencionales.-

, por eso no se puede otorgarle libertad bajo fianza.-

-Pido que se le otorgue libertad bajo fianza. En cuanto a la acusación, negociaré con familiares de la herida en privado..-

Francisco lo insistió. En su opinión, Cecilia solo le dio una patada a Clara,lo que no era tan grave que le hirió a Clara. Solo que querían vengar a Cecilia deliberadamente.

-Perdón, la víctima ha rechazado la reconciliación.- La policía sonrió con disculpa.

todos tipos de personas, con temperamento desagradable,Por eso se hicieron muy vulgares y perversas para hacer las cosas.

Por eso cuando vieron a Cecilia entrar en la caja, escoltada por un oficial, se les notó una ilusión en los ojos.

Vino el “juguete”.

Cecilia no sabía lo que había experimentado, y solorecordó que algunas mujeres la pisaron en el suelo, le dieron puñetazos y patadas, y le arrancaron mucho el cabello.

Si no hubiera llorado en voz alta y llamado la atención del vigilante, habría muerto aquí esta noche.

-Francisco, ¡Sácame fuera!. Francisco, Francisco...-

Mientras murmuraba, enterraba la cara entre las rodillas, con las lágrimas brotando silenciosamente.

No se atrevió a llorar en voz alta, porque Le darían un golpe duro si le oyeran las mujeres viciosas.

En el momento en que Francisco vio a Cecilia, se quedó atónito.

La chica hermosa, quien solía vestirse espléndidamente antes, ahora estaba particularmente avergozada, con el cabello disperso y la ropa rota. El más exagerado era su cara con la nariz hinchada, donde ya no se podía reconocer sus facciones originales.

-¡Francisco!-

Le corrió Cecilia, le abrazó firmemente y echó a llorarse en su abrazo.

Francisco olió un olor agrio muy desagradable, que emitió Cecilia, quien estaba en su abrazo.

Francisco, quien vivía reverendos desde niño,Casi no pudo soportarlo y vomitar.

Él bajó la cabeza, mirando su cabello que estaba pegado, y un toque de disgusto pasó por sus ojos. Pero lo contuvo, fingió ser amable y dijo, -No llores. Volvamos a casa.-

Cecilia levantó la cabeza, y esa cara miserable le apareció al Francisco, quien frunció un poco el ceño para disfrazar el disgusto en la mente.

Dijo de nuevo en voz suave, -Venga, volvamos a casa.-

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: El Amor De Antonio