-¿Pronto? ¿Estás seguro?- Clara no creía que llegaría pronto, por lo que interrumpió cuando Aquiles pidió explicaciones, -Llama a tus guardaespaldas, déjalos vigilar y nos iremos a casa.-
Ofelia y Cecilia se quedaron estupefactas cuando los dos hombres robustos caminaron frente a ellas, mirándolos con ojos afilados a través de las gafas de sol.
¡Incluso había guardaespaldas privados!
Cecilia definitivamente no era fácil de determinar la identidad de Aquiles.
-Cecilia, ¿qué debo hacer ahora?- Ofelia entró en pánico cuando la situación terminó.
-Mamá, por favor cálmate primero, no te preocupes.- Cecilia la calmó, mirando a los dos hombres robustos con cuidado desde el rabillo del ojo.
Sabía que su madre no podía escapar y fue arrestada, de ser así, bien podría aceptar la realidad.
Entonces agarró las manos de Ofelia, -Mamá, ahora escúchame con atención, ya que Clara ya llamó a la policía, entonces no puedes escapar...-
Después de escuchar esto, Ofelia entró en pánico, -Entonces, ¿qué debo hacer?-
Al verla entrar en pánico, Cecilia le estrechó la mano,- Mamá, cálmate-
-¿Cómo puedo estar tranquila?- Ofelia tiró su mano enojada, -¡Me arrestarán, todavía me dejas calmar!-
Ofelia estaba un poco emocionada, estaba realmente en pánico.
Estaba convencida de que Clara no tenía pruebas para demostrar que ella mató a Adolfo, pero ahora ... las cosas estaban completamente más allá de lo que pensó originalmente.
En el caos, perdió por completo la compostura y el aura cuando se enfrentó a Clara.
Al ver a su madre tan nerviosa, Cecilia se sintió incómoda y su odio por Clara se profundizó.
Si no fuera por el impulso inicial de Clara, ¿cómo podrían correr el riesgo y hacer algo tan ilegal?
No, no debía permitir que Clara tuviera éxito tan fácilmente.
-Voy a ir a la cárcel, ¿qué debo hacer? ¿Qué debo hacer...-
Ofelia dio vueltas de un lado a otro en el lugar, particularmente inquieta.
-¡Mamá!- gritó Cecilia.
Ofelia miró hacia arriba y la miró desconcertada.
-Mamá, créeme, no dejaré que tengas un accidente.- tomó su mano de nuevo y la miró con firmeza.
Mirándola, las emociones de Ofelia se calmaron gradualmente, -Está bien, mamá creo en ti.-
Al verla calmarse, Cecilia exhaló un suspiro de alivio y luego se volvió para mirar a los dos hombres robustos. Para evitar ser escuchada por ellos, se inclinó hacia el oído de su madre y susurró algo.
Ofelia frunció el ceño primero y pareció reacio, pero pronto estiró las cejas y sonrió.
-Está bien, haz lo que dijiste.-
El consentimiento de la madre sin duda alivió a Cecilia. Mientras la madre estuviera dispuesta a cooperar, entonces...
La boca de Cecilia se convirtió en una sonrisa maliciosa, Clara, no estarías orgullosa por mucho tiempo.
De camino a casa, Clara seguía girando la cabeza y mirando por la ventana del auto, como si no quisiera hablar con la gente.
Aquiles ocasionalmente la echaba un vistazo, y cuando la veía mirar fuera del auto en una postura inmóvil, no se atrevía a molestarla.
-Aquiles...- ella de repente, habló.
Aquiles parecía haber ganado un gran premio, volvió la cabeza y la miró con sorpresa, y luego preguntó, -¿Qué pasa? Cuñada-
Clara frunció el ceño, -¿Qué estás haciendo? ¿Por qué estás sonriendo tan felizmente?-
-Nada.- Aquiles negó con la cabeza, -Solo dime que tienes alguna pregunta para mí-
Clara lo miró con asombro y luego dijo lentamente, -Quiero preguntarle a los guardaespaldas de tu familia...-
Ella deliberó las palabras,- ¿Es tan individual?-
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