El Amor De Antonio romance Capítulo 331

La junta general de accionistas fue solo una formalidad, el reemplazo del presidente del Grupo Marti era un hecho destinado y nadie podría cambiarlo.

Alejandra no quería ser la presidente, fue para sentirse bien frente a Lolita y Gregorio.

Después de toda la junta general de accionistas, el rostro de Lolita era feo hasta el extremo. Si su mirada pudiera matar a la gente, Alejandra sintió que debía haber sido asesinada.

Pero al ver el resentimiento de Lolita, además era indefensa, Alejandra se sintió particularmente cómoda.

Después de la junta general de accionistas, Alejandra y Guillen salieron de la sala de reuniones. La sonrisa en el rostro de Alejandra permaneció intacta.

-¿Estás de buen humor?- preguntó Guillen en voz baja.

Alejandra dijo, -Sí.- y continuó, -Obvio que estoy de buen humor, ya que vi el resultado de Lolita, que siempre ha sido arrogante.-

Guillen sonrió, -Entonces mantén este buen humor para siempre.-

-Claro.- Alejandra asintió con su cabeza, -Definitivamente lo mantendré.-

Guillen levantó la mano y frotó suavemente su suave cabello, luego la abrazó hacia el ascensor.

-¡Salud!-

El sonido nítido de la colisión de las copas y la alegre melodía de la música mostraban que la gente en el palco estaba de buen humor.

Lydia levantó la cabeza y bebió el vino en su copa, y saboreó con satisfacción, luego sonrió y le dijo a Alejandra que estaba bebiendo el vino, -Alejandra, ahora te toca a ti ser la de buena suerte.-

Casi podía imaginar lo feo que sería el rostro de Lolita en ese momento, era demasiado genial. Ella deseaba poder estar también en la escena, para poder hacer algo, para que Lolita se diera cuenta profundamente de lo serio que sería el final de la intimidación de Alejandra.

Alejandra sonrió tímidamente y miró a Guillen junto a él, -De hecho, esto fue todo el crédito de Guillen.-

Al escuchar eso, todos los presentes no pudieron evitar reír, lo que hizo que Alejandra se sintiera aún más avergonzada, -Está bien, estoy diciendo la verdad, ¿de qué se están riendo?-

Clara tomó la botella vino de la mesa y llenó su copa, luego la puso frente a Guillen, sonriendo mostrando su agradecimiento, dijo, -Guillen, gracias.-

Al ver esto, Lydia también llenó apresuradamente el vino, imitando a Clara que levantó su copa hacia Guillen, -Guillen, gracias.-

Mirando las dos, Guillen sonrió, -Alejandra es mi novia, debería haber hecho todo esto por ella.-

-Alejandra es nuestra mejor amiga, la ayudaste, deberíamos estar agradecidas.- Lydia intercambió miradas con Clara, y luego dijo, -Fondo y blanco, tú tomo lo que quieras.-

Cuando terminaron las palabras, Clara y Lydia levantaron la cabeza y bebieron una copa de vino al mismo tiempo.

-Ustedes dos, no aprovechen esta oportunidad para beber más.- Alejandra frunció el ceño cuando las vio tan heroicas.

Al escuchar sus palabras, Lydia no pudo evitar poner los ojos en blanco, -Alejandra, ¡Cómo es posible que eres nuestra mejor amiga! ¡Cómo pudiste decir que nuestro agradecimiento a tu novio lleva una intención!-

Alejandra se encogió de hombros, -Temo que si toman demasiado, no podré dar mis palabras a sus hombres.-

¿Sus hombres?

Lydia arqueó las cejas, le gustó la manera de la que los llamó.

Hablando de sus hombres, Alejandra miró la puerta de la caja, frunciendo el ceño, -¿Cuándo llegará el señor Antonio?-

-No lo sé, tal vez más tarde.- Clara también miró hacia la puerta, luego se sentó, -Déjalos en paz, nos divertimos nosotros mismos ahora.-

Tardó más de una hora de que Antonio y Aquiles llegaron, y también vino una persona más.

-Hola, ¿cómo están chicos?- Tan pronto como esa persona entró en la placo, saludó a Clara ya los demás con especial entusiasmo.

Clara levantó las cejas, ¿cómo podrían traer a Nina también?

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