El Amor De Antonio romance Capítulo 358

Era tarde.

En el restaurante giratorio del último piso del Club Mundo, la luz iluminaba, el melodioso sonido de piano y el olor fragante estaban llenos de la habitación.

Clara cortó un trozo de bistec, y puso en su boca y lo mascó gentilmente. Levantó sus párpados, y lanzó su mirada hacia Antonio, quien estaba sentando frente a ella.

La luz amarilla se cayó en su nariz, permitía que su cara era más atractiva y bella.

Clara se tragó la comida dentro su poca, preguntó fingiendo despreocuparse, -Antonio, ¿está bien si no regresamos a la casa de Familia Díaz?-

Antonio la miró, sonrió,- No pasará nada.-

Clara asintió con la cabeza, sin preguntar más. Porque si él dijo como así, no pasaría nada.

Por eso, cambió el tema de la conversación, -Elijo Xinara como la protagonista de la nueva película.-

-¿Xinara?- Antonio se sorprendió, -¿La actriz del Grupo Mar Vasto?-

-Sí.- Clara dijo, -la persona quien me ha ayudado antes.-

-Yo sé.- Antonio sonrió, -Solo me sorprende un poco que la eliges.-

-¿Por qué?- Clara levantó sus cejas, -¿No piensas que la elijo porque la he conocido?-

Antonio rio, -No sospecho tu aptitudes profesionales.-

Clara también rio, -Estoy muy conmovida.-

Se miraron mutuamente, en sus ojos habían luz amorosa que más relucientes que las estrellas del cielo.

Cuando vio a Gael otra vez, Alejandra estaba muy sorprendida, no esperó que él la esperaba en la puerta de su comunidad.

-¿No es el hombre que siempre lo pensabas antes?-

Por el parabrisas, Guillen Colón lanzó su mirada hostil hacia Gael, que estaba cerca de ellos.

¿La persona quien siempre lo estaba pensando? Alejandra rio embarazosamente, -No es que siempre lo pienso, es que ya hace mucho tiempo sin verlo.-

Vale, esta explicación era inútil.

-¿No es que cuando la última vez lo vistes te trata como una desconocida? ¿Por qué ahora viene a verte?- Guillen Colón giró su cabeza para verla.

-Cuando visité a mi padre en el cárcel lo vi, y habló conmigo.- De verdad, Alejandra también pensó que este asunto era muy raro.

Guillen Colón levantó sus cejas, sin decir más, y puso su mirada en Gael otra vez. Pero en sus ojos apareció una reflexión.

Alejandra abrió la puerta del coche, y se bajó. Miró a Gael y se le acercó.

-¿Por qué vienes tan repentino?- Alejandra se detuvo frente a él y preguntó.

Gael miró a Guillen Colón quien sentó en el coche, respondió- Me te preocupo, así que vengo para verte.-

¿Se la preocupó?

-¿Ya has visto la noticia del Internet?- ella preguntó.

-Sí, ya la veo.- Él vio otra vez a Guillen Colón, y preguntó amorosamente, -¿Estás bien? Creo que este asunto no es fácil para resolver.-

-Estoy bien.- Alejandra movió su cabeza sonriendo, -Gracias por su preocupación.-

Gael movió su boca levemente.

Ambos estaban silenciosos, entre ellos, había una rareza.

Ya llevaban muchos años conociéndose, aunque había ocurrido algo descontento entre ellos, pero todavía eran amigos.

Al pensar esto, Alejandra rio levemente, -Xabier.-

-Alejandra...-

Casi dijeron al mismo tiempo, así se detuvieron juntos, y rieron.

-Xabier, diga primero.- Alejandra dijo riendo.

Gael dijo -¿Están bien tíos Guzmán?-

-Ya han regresado a su casa, así que están bien.-

-¿puedo visitarles?- Al preguntar esto, en los ojos de Gael había una incertidumbre, parecía que temía la rechazara.

Alejandra sonrió -Por supuesto. Te piensan mucho.-

-¿Sí?-Gael aflojó, -Pues, ¿puedo visitarles ahora?-

Alejandra asintió con su cabeza, -Claro, bienvenida.-

Gael rio y vio a Guillen Colón quien sentaba dentro del coche. Y siguiente, entró en la comunidad.

Alejandra miró su espalda y fue hacia el coche de Guillen Colón.

La ventana del coche se bajó. Alejandra se inclinó para mirar a Guillen Colón, y dio una sonrisa jocosa -Bien, estás muy tranquilo.-

Hace unos minutos, adivinó cuál sería su expresión facial, pero, al bajar la ventana, vio que no era diferente de lo habitual.

Guillen Colón giró su cabeza a verla, rio levemente pero jocosamente - Ya eres mi mujer, claro que estoy tranquilo.-

Alejandra se puso roja, le dio un vistazo furiosamente -Basta. Ya voy a regresar a mi casa.-

Tras decirlo, se fue rápidamente.

Guillen Colón, quien estaba en el coche, rio, la despidió con su mirada amorosa.

Al ver a Gael otra vez, o sea Xabier, los padres de Alejandra estaban emocionados.

-Xabier.- señora Guzmán lo llamó en voz baja, e iba a llorar.

Ella tomaba Xabier como su otro hijo. Cuando él decidió a ingresarse en el ejército, ya no recibió ninguna información sobre él, así que se le preocupaba mucho, temiendo que había encontrado algunos problemas. Cuando supo desde los demás que estaba bien, ella dejar de preocuparle.

En aquel entonces, lo vio otra vez, así que ella estaba muy emocionada..

Quiso abrazarlo, pero temió que ya no fuera el viejo Xabier, y que la rechazara.

En aquel momento, Xabier se la acercó y la abrazó. Dijo en voz baja, -Tía, ya he regresado.-

De repente, señora Guzmán empezó a llorar, acarició su espalda y dijo con sollozos, -Bien, bien. Ya has vuelto.-

Al ver que lloró señora Guzmán, Xabier sus pensamientos eran caóticos, quitó su lágrima con sus manos -Tía, no llores por favor. Viendo llorarte, siento muy culpable.-

En los últimos años no había regresado a verlos, sino que solo pensaba en su propias cosas. Nunca había pensado ya les hizo daño.

Porque tíos Guzmán lo tomó como su propio hijo.

-Basta, basta. Tienes que estar contenta al ver Xabier regresar, al contrario, empiezas a llorar.- dijo señor Guzmán, viendo su mujer.

-lloro por alegría.- señora Guzmán dio un vistazo a su esposo, y dejó a Xabier a sentar en el sofá. Cogió sus manos estrechamente, y vio su cara detalladamente con sus mirada amorosa.

Xabier sonrió gentilmente.

Al ver esto, Alejandra hizo una mueca. ¿Por qué pensó que todo era ridículo? Este tipo cortó la conexión entre ellos de propósito, pero ahora fingió como aquel hombre no era él.

Era demasiado ridículo.

-Xabier, ¿por qué no conectaste a tu tío y yo?- preguntó señora Guzmán.

Al escucharlo, Xabier puso una cara culpable- lo siento, tía, es mi culpa.-

Señora Guzmán movió su cabeza -no me pidas perdón. Te conozco bien. Si no es porque hubieras encontrado problemas, no habrías cortado la conexión con nosotros.

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