El Amor De Antonio romance Capítulo 364

Clara comenzó a ordenar la comida después de preguntar la preferencia de cada persona.

Magno dijo con emoción. -La cuñada es realmente considerada. Sabe cuidar cada uno de nuestros gustos.-

Clara le miró y dijo con una ligera sonrisa. -Eso es imprescindible. Todos vosotros sois los mejores amigos de Antonio. Si Antonio y yo alguna vez nos metemos en problemas. Cuento con que estéis de mi lado.-

Imanol levantó una ceja cuando le escuchó. -Así que cuñada está comprando gente.-

-Sí.- Clara lo admitía directamente. Luego giró la cabeza y dijo a Antonio, fingiendo ser viciosa. -No me hagas enfadar o te darán una paliza por mí.-

Antonio levantó las cejas y en sus ojos se dibujó una pequeña sonrisa con ternura. Susurró. -No te preocupes, amor. El día no llegará.-

Clara se mordió el labio. Una dulce sonrisa apareció en su bonita carita.

En ese momento, se oyó un grito extraño desde el lado. -Vaya. ¡Mis ojos están ciegos!-

Clara se apresuró a mirar el sonido. Vio a Gerardo con las manos cubriendo su cara. Preguntó nerviosamente. -Gerardo, ¿qué te ha pasado en el ojo?-

Contestó Imanol por Gerardo. -Está cegado por el amor que tenéis.-

Ella pensó que algo estaba realmente mal con los ojos de Gerardo. No esperaba que fuera eso lo que estaba pasando.

Gerardo bajó su mano. Dijo con una sonrisa desgarbada. -Cuñada. ¿No puedes cuidar de nosotros, los solteros pobres? No muestres más amor. De lo contrario, no sólo me quedaré ciego, me apuñalarán el corazón por todas partes.-

Y realmente se cubrió el pecho cuando diciendo esto. Hizo una cara de dolor.

Clara se quedó sin palabras. -¡Gerardo, no seas retrasado!-

Cuando le escucharon, Imanol y Magno se rieron mucho. Y Gerardo la miró con tristeza. -Cuñada. Está bien que muestres tu amor. ¿Cómo puedes llamarme retrasado? Me duele mucho el corazón.-

Clara sonrió como una niña que le gustaba hacer bromas. -Estoy segura de que no soy la única que piensa así.-

Su mirada recorrió significativamente a los dos hombres que se reían a carcajadas.

Gerardo no estaba contento. Gritó directamente a los dos hombres. -Estáis yendo demasiado lejos. ¡Cómo te atreves a reírte de mí!-

-No ... no estamos.- Imanol se enderezó. -Sucede que Magno me contó un chiste. No pude evitar reírme.-

Le dio un codazo a Magno a su lado. -Díselo a Gerardo, ¿has contado un chiste?-

Magno asentía con la cabeza. -Sí. Era una broma.-

Él e Imanol se miraron de repente. No pudieron aguantar ni un momento y volvieron a reírse.

Incluso Clara no pudo evitar reírse viendo esto.

¿Creían que su explicación era demasiado mala?

-Os ignoro.- Gerardo los miró con rabia, viendo a todos reírse tanto. Luego acercó su trasero a Nina, que había permanecido en silencio, y le pasó el brazo por los hombros. -Nina, eres la mejor. Son tan molestos.- Dijo en la voz triste.

Nina miró a Clara. Había una pizca de celos bajo sus ojos. Era claro que ella era la que llamaba la atención cuando estaba con Gerardo y los demás. Pero ahora era Clara. Esto la hizo sentir incómoda.

Aunque estaba molesta, todavía tenía una cálida sonrisa en su rostro. Extendió la mano y acarició el hombro de Gerardo. Dijo calmadamente. -Gerardo. Eres un hombre. No seas tan intenso. Todos están bromeando contigo.-

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: El Amor De Antonio