*** Perspectiva de Sofía ***
Estaba en mi habitación cuando sonó mi celular, mi hermano Adrián nunca dudó en contestar una llamada de él.
-Hermana, felicítame Teresa me dio el sí, es una mujer tan atractiva- me indicaba mi hermano en cuanto conteste el teléfono por un momento no supe qué contestar, y solo pensé ¿la zorra?
-hermano ¿qué Teresa te refieres a Teresa Ruiz la Zorra?–le indique con sorpresa
-no le digas así Sofí, sé que no es una santa pero no la quiero para casarme con ella solo es para pasar el rato –
-hermano solo ten cuidado no quiero que te vayas a enamorar de esa mujer tan coqueta- dije con desprecio
-calma es solo un polvo- no sé por qué pero suspire aliviada., pasaron los meses y veía a mi hermano andar de arriba abajo con esa mujer pero como él lo decía no le importaba ya que esa mujer incluso le coqueteaba a mi primo Alfredo y a mi hermano no le importaba.
Un día entro a mi habitación y me indico – hermana hoy conocí a una hermosa mujer de verdad nunca me había impresionado tanta belleza, pero sabes más que belleza externa su mirada era pura e inocente cosas que casi ya no se ven en una mujer y al estrechar su mano fue una sensación que nunca antes había experimentado- mi corazón se hundió por alguna razón y le grite en broma
-calma hermano no te quieras casar sin conocerla- él me abrazó y comenzó a hacerme cosquillas –no hermana esa mujer es prohibida para mi es la novia de nuestro nuevo socio de la empresa no puedo jugar con eso- dijo y me beso en la frente como amaba que él hiciera eso. Siempre tranquilizaba mi alma.
-se escucharon unos pasos acercarse y tocaron mi puerta el solo cerro los ojos y me indico es tu mama- yo sonreí y le indique también es la tuya- quien- Grite –Sofía sabes perfectamente que no me gusta que cierres esta recámara, además necesito que me ayudes con la cena- yo suspire mi madre para variar nunca me deja en paz, era la única de la casa a la que mi madre ponía hacer labores domésticas y por eso siempre sospeche que yo no era su hija y cada vez me convencía aún más.
-anda no quiero que te castigue nuevamente- me indico y me dio una palmada en la pompa.
Salí para que mi madre no me regañara aún más, se acercaba la fiesta de cumpleaños de Adrián y yo como siempre le organizaba su fiesta mi padre siempre lo festeja, se notaba que mi padre siempre quiso un barón ahora entendía por que llego al punto de adoptar uno aparte que mi hermano se lo merecía, era muy inteligente entre él y mi hermana Estela eran muy capaces de llevar el negocio familiar a pesar de su corta edad.
-no hice nada malo la presente como mi amiga y fue una manera de halagar a Julián- replicó mi hermano.
-Calma hijo solo prométeme que sacaras a esa mujer de tu cabeza no es para ti, conoces la reputación de Julián nadie le había conocido una novia formal y al parecer no es la primera vez que aparece con ella en público la debe de querer mucho-. Le aconsejo mi padre.
Él estaba molesto, se le veía de lejos pero yo estaba tan mareada que ya no supe de mí, desperté en mi cama con la misma ropa del día anterior. En eso entro mi hermano con un jugo muy extraño en las manos
-vaya hermanita sí que se te pasaron las copas tomate esto y no preguntes que es, pero es especial para tu problema- lo bebí confiaba tanto en el que si me daba veneno me lo tomaría sin dudarlo.
-gracias hermano, ¿te la pasaste bien en tu fiesta?- comente pero lo que más quería era saber de la chica Luisa
-gracias Sofí, si me la pase bien y creo que cometí una imprudencia con Luisa, pero no me arrepiento esa sensación de celebrar mi cumpleaños con ella fue única, pero le hare caso a Papá y me mantendré alejado de ella.- comentó con tristeza –pero ya levante floja antes que Nancy venga a dar lata me dio un beso en la mejilla pero justo en ese momento yo moví la cabeza y le alcance a dar un beso en los labios apenas un roce pero ese roce me movió cosas raras en mi pecho. El solo comento –tonta- y salió riendo de mi cuarto.
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