EL CEO Y LA HUÉRFANA romance Capítulo 153

*** Perspectiva de Alicia ***

Hablé con Joaquín todos los días, lo invité a cenar se lo debía yo se lo había indicado. Él llegó al restaurante antes que yo cuando me recorrió la silla para que me sentara, nunca nadie había tenido esa cortesía conmigo.

Conversamos como nuestros gustos son similares rápidamente hicimos conexión después le cuestione sobre su vida sentimental

-Joaquín ¿porque no tienes novia? eres un hombre muy interesante y  cualquiera estaría muy contenta de estar con alguien como tú- él me miró y sonrió.

-no sé si sepas que Marisol, Luisa y yo nos criamos en un orfanato, tuve muchas novias en el orfanato cosas de adolecentes nada serio, cuando salí del orfanato me enamore de una chica como un tonto, anduvimos por un tiempo me sentía tan bien con ella, un día me entere que ella estaba comprometida para casarse con un hombre y la enfrente, ella solo me indico que yo era su despedida de soltera que nunca se fijaría en un hombre sin antecedentes familiares para nada serio y ahí me desilusione de la vida y después  me encontré con mis hermanas  y llegaron los hijos de Luisa y mi vida cambio solo me dedique a ellos y ahora que ya no me necesitan simplemente no he encontrado a la correcta creo yo-

-¿y la buscas?- el rio -no la verdad no, con los niños de Luisa me siento realizado son como mis hijos y antes de que volviera aparecer Julián en la vida de Luisa creí que yo sería su única figura paterna –

-¿Julián no estaba con Luisa?- pregunte extrañada –es una historia complicada la de ellos pero como comprenderás no me corresponde decir nada. Terminó la velada ya no quise insistir más, cada vez se me hacía más interesante. Pasaron los días, yo siempre le marcaba a Joaquín para platicarle mi día y él me platicaba del suyo.

Cuando regresaba de mi trabajo como profesora de un jardín de niños me encontré a Matías, no quería verlo pero no me quedó más remedio ya que el muy sínico se acercó a mí.

 -hola Alicia, ahora si estas dispuesta a ser mía, como ves un hombre al que no se le atiende se cansa y se va- yo me quedé de piedra ¿Qué clase de hombre es este?.

-¿Cómo es posible que seas tan cínico?- él me sonrió perverso

-vamos Alicia, te estuve haciendo un favor con estar contigo una mujer tan simple y tan aburrida, nadie puede tomarte en serio, deberías agradecerme por querer seguir contigo y no actuar como niña mimada, pero la única manera para que eso pase será siendo mi amante-

-estás Loco antes muerta que volver contigo eres muy patético- grite con mucha ira

-mujer  si no regresas conmigo nadie más se fijara en ti eres tan poca cosa no te das cuenta, no eres nada atractiva, vistes como una monja y lo único interesante para mi es que de esa manera nadie más está interesado en ti y no me tengo que esforzar contigo como siempre lo hice, pero esta oferta se termina hoy -      

-vete a la mi***a, y llévate tu estúpida oferta contigo- empecé a correr con lágrimas en los ojos, cómo era posible que ese hombre, me tratara de esa manera.

Al llegar a la esquina de mi casa me quedé sentada en una banqueta no quería llegar no quería que nadie me viera cuando pude tranquilizarme un poco le marque a Joaquín  pero no le conté nada solo quería escuchar su voz para tranquilizarme pero le indique que lo quería ver y quedamos vernos al siguiente día.

Me fui con ellos al bar, cuando llegue Adrián ya estaba tomado  de pronto dijo –salud por todas aquellas mujeres que valen la pena pero llegamos tarde a su vida y otro imbécil ya está con ellas- mi corazón se hundió sabía perfectamente de quién se trataba no era otra más que Luisa, este hombre estaba loco cómo podía seguir enamorado de una mujer ajena además de que nunca le había dado motivos, Luisa me caía muy bien a pesar de que adrián estaba enamorado de ella y por eso grita con ira –hermano saca a esa mujer de tu cabeza ella no se merece  que tu tengas pensamientos impropios ella lo ama a él-           

Mi primo me pregunto si la conocía como no conocerla pero no quería evidenciar a mi hermano y solo indique – sí, no sabía lo que Adrián sentía, ella es una mujer muy especial pero está locamente enamorada de su novio y el de ella- me sentía como una estúpida y hasta comprendía cómo se sentía, esto era una verdadera locura yo estaba enamorada como una estúpida de él y él estaba enamorado de la misma manera de una mujer que no tenía ni la mejor idea y que ciertamente a lo mejor ni le importaba.

Comprendía su dolor porque lo compartía por eso ese día bebí de más, amaba a Adrián pero nunca en la vida él podría enterarse de mi amor porque él cree que yo soy su hermana consanguínea.

Le indique a mi primo que me quedaría en un hotel que estaba muy cerca del bar para no llegar de esa manera a casa el índico que ya tenía reservación en otro hotel que porque no nos íbamos con él le comente que no quería que ya quería descansar, me acompañaron al hotel y nos dejaron ahí cuando llegué pedí solo una habitación quería cuidarlo no me sentía bien dejarlo solo un botones me ayudo a subirlo y acostarlo.

El empezó entre sueños a llamar a Luisa y yo me sentía muy abatida pero le indique- si aquí estoy duérmete que estaré contigo toda la noche- el me abrazo y mi corazón se agito –no te vayas con Julián yo te quiero – por un instante solo imagine que esas palabras me las decía a mí –yo también te amo- y el me beso en los labios cosa que yo respondí muy gustosa, siempre soñé que este hombre me besara y vaya ese beso sin duda era mejor que como lo había soñado, él empezó a acariciarme y por un instante yo lo quería parar pero luego pensé mi primera vez quiero que sea con un hombre al que amo y si solo así puedo probar un poco qué más da- Luisa se mía te deseo-

-yo también te deseo- y lo acaricie y le empecé a quitar la ropa, en mi cabeza solo tenía un pensamiento  lo amo.

Él no lo pensó dos veces y me tomo de la nuca y me dio un beso ardiente y muy apasionado bajo su mano para tocarme mis glúteos y me susurro -te quiero- mi corazón se llenó de alegría – yo te amo- me lleno de besos por todo mi cuerpo hasta que sentí como se moría mi inocencia y aferre mis manos a la sabana, sin poder soportar el dolor le enterré mis uñas en su espalda hasta que la sensación de dolor desapareció y fue remplazada por una enorme satisfacción mis labios  lo buscaron hambrientos de él, cuando llegamos al clímax él se quedó dormido inmediatamente y yo me levante y salí de ahí no podía permitir que él se enterara con quien tuvo sexo.   

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