EL CEO Y LA HUÉRFANA romance Capítulo 171

En el hotel Alicia y Joaquín volvieron a disfrutarse mutuamente después de su acalorada mañana y aun acostados y abrazados en la cama ella le comentaba que hablaba bastante en serio con la idea de casarse que ya no era una jovencita y que quería tener hijos antes de que su reloj biológico pasara.

-Alicia, como ya te indique yo no tengo nada, Julián prácticamente me mantiene porque  el trabajo que hago es muy poco para lo que me paga, además que vivo en su casa – dijo y ella se recostó sobre su pecho y haciendo círculos en su pecho dijo

-pero yo trabajo, además solo será poco tiempo en lo que tú terminas tu carrera y no creo que Adrián, Sara o hasta el mismo Julián no te den trabajo después.-

-pero no es gusto para ti, además qué tipo de hombre sería si una mujer me mantiene ya bastante tengo con aceptar lo que Julián hace por mí y del trabajo Julián siempre me ha dicho que tengo un lugar en la empresa que necesita personal de su máxima confianza que esta etapa de la escuela solo es una beca y que después se la tendré que pagar trabajando para él y por eso es que lo acepte-

-Joaquín sé que lo que te estoy pidiendo es mucho para ti y te entiendo por eso es que te amo, pero ya no somos unos jóvenes, y no te presionare solo piénsalo vale y no te preocupes no me embarazare sin tu consentimiento, por eso compre la caja de condones – comento  y busco la caja de condones y se los mostró él sonrió y le comento.

-tal vez en mi vida pasada hice algo muy bueno porque en esta, me sentía orgulloso de mantener a mis mocosos sin esperar nada a cambio pero fue hasta poco lo que hice por ellos, considerando que son nietos del tío que me crió como su hijo y después conocerte a ti fue la cereza en mi pastel.- dijo poniendo su mano en su mejilla- ten un poco de paciencia si- ella sonrió y dijo.

-Ahora le agradezco a Matías el haberme engañado gracias a eso pude conocerte- y lo beso.

En casa de Sara

Después de escuchar pacientemente a Julián, Adrián hablo ya sentado en un sillón y más tranquilo

-Julián entiendo lo que me dices pero también entiéndeme son muchas cosas las que necesito pensar, no estaba en mis planes tener un hijo y enterarme que mi padre no es mi padre me duele mucho yo siempre lo idolatre-

-Adrián, yo tampoco quería hijos y créeme soy muy feliz con ellos, si nos empeñamos tanto en presionar a Sofía para decir la verdad es porque tanto a Sara como a Luisa les preocupa Alan, ese niño no tiene la culpa de nada yo por mis hijos me acerque a Luisa, tu padre Ernesto es digno de admirar nunca nos imaginamos que no sería tu padre biológico él te admira y te quiere como a sus propias hijas de sangre, yo no sé si sería lo suficiente hombre para hacer eso-

-si es de admirar él ha sido mi todo- dijo y llevó su mano a la cara.

el curvó sus labios –tal vez tenga razón, no tenía por qué tratarme bien no era de su familia, gracias Sara – suspiró – no sé si  alguna vez la llegaré a querer como a una madre pero prometo quitar las barreras –se levantó y abrió los brazos, Sara no lo pensó dos veces y corrió para abrazarlo.

-hijo mío no me importa nunca escuchar una palabra cariñosa de tu boca, lo único que te pido es que me permitas ser parte de tu vida. –

Adrián al abrazar a Sara sintió mucha paz  olió su cabello y dijo – Claro nos conoceremos, mi padre siempre elogió mi inteligencia tal vez por eso me quiere tanto y por todo lo que se dé usted, no tengo ni la mitad de sus habilidades.-

-hijo mis habilidades como las llamas, las aprendí no son innatas como las de Julián, si tú me lo permites con gusto te puedo ayudar y cuenta conmigo para lo que gustes-

-gracias – suspiró y se quedó pensando un tiempo – gracias Mama.

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