Las horas pasaron y a Alan ya le había cedido la temperatura, al parecer por una infección nada grave pero todavía estaba en revisión.
No podían comunicarse con Sofía, María había indicado que le había marcado Troy porque saldrían de la ciudad cosa que tanto a Adrián como a Sara lees extraño porque ella no se iría sin avisarles y no por ellos si no por Alan.
Cuando el niño fue dado de alta ya era de noche y no podían localizar a Sofía ya habían ido a la casa que ellos rentaban pero no había nadie.
Al siguiente día Adrián fue a la cabaña para verificar que Sofía no estuviera ahí pero era inútil no se encontraba, él tenía un mal presentimiento pero no sabía cómo localizarla, fue a casa de sus padres de Troy pero ellos solo le comentaron lo mismo que a María que él había llamado para indicar que estaban de viaje, pero que desconocían el destino.
Fue a la casa nueva que tenían, la dirección se la habían dado sus padres de Troy pero solo se topó un portón cerrado y nadie abrió.
La pregunta era dónde estaba Sofía ella no desaparecía, no como en el pasado ya que estaba su hijo de por medio además en el pasado se comunicó para indicar que estaba bien.
En casa de Troy
-¿Sofía que has pensado al respecto de lo que te propuse?-
-que nunca lo haré no me voy a volver a someter a tus estúpidos juegos-
-preciosa entre más tiempo pase menos podrás ver a tu precioso hijo ¿no lo extrañas? –
-claro que lo extraño pero no por eso voy a dejarme manipular por ti, ya no más Troy –
-bien si eso es lo quieres- dijo y entró a la habitación y le inyectó una sustancia.
-si no es por la buena será por la mala Sofía pero tú nunca te iras de mi lado- al poco tiempo ella cayó dormida y él la empezó a besar, le quitó la ropa y cuando ya la tenía completamente desnuda quiso aprovecharse de ella pero no le apetecía tener una cuerpo rígido así que solo la tapo con una sábana y la dejó sobre la cama, la idea sería que le haría creer que se había aprovechado de ella.
Los días pasaban y Adrián ya había puesto una denuncia por la desaparición de Sofía ahora si sus hermanas estaban convencidas que estaba muy raro el que ella no apareciera ya que no había marcado.
Por otra parte Troy le hacía continuamente lo mismo la dormía y le quitaba la ropa y le decía.
En otra ocasión Nancy lo había visto darle una nalgada cariñosa a Sofía y lo había reprendido diciéndole que no permitiría faltas a la moral dentro de su casa él no la tomo en serio puesto que según él era su hermana y nunca se propasaría con ella y de eso estaba muy consciente que nunca la tocaría con morbo, y nunca lo sintió así, mas sin embargo nunca tuvo ese tipo de actitudes con sus otras hermanas.
Los rayos del sol se asomaron por en el cielo señalando que el día había comenzado, Adrián cada mañana se quedaba observando su teléfono con la esperanza de tener noticias de Sofía.
Ese día Sara entro a la recamara y lo observó con la mirada triste en el teléfono y se acercó a el – hijo ya tendremos noticias de ella ya lo veras, no te desesperes, ella estará bien –
-madre estoy tan arrepentido de todo lo que hice en el pasado porque nunca me di cuenta de los sentimientos que tenía por Sofía siempre estuvieron ahí presentes pero yo con mi cabeza dura nunca los pude ver, ¿sabes porque según yo me enamore de Luisa?-
-hijo no te atormentes con ello ya lo pasado no se puede cambiar lo importante es que aparezca y pensar en el futuro-
-Mamá yo envidie a Julián por tener una mujer buena y hermosa a su lado, porque a pesar que yo me le insinuaba a Luisa ella nunca lo entendía de esa manera ella solo vivía y respiraba por Julián y yo quería una mujer a mi lado que me viera y que me quisiera así – río de ironía - y siempre la tuve y nunca lo vi, y sabes que es lo más frustrante que yo siempre la quise como mujer siempre hubo pequeños detalles que algunos me los dejaban ver y nunca los tome en cuenta.-
-hijo eso lo sé por eso insistí con Sofía en que te dijera la verdad vi tu sufrimiento cuando ella desapareció y cuando ella me contó lo que pasó entre ustedes, hijo por muy borracho que estuvieras y por la educación que te dio Ernesto nunca le hubieras respondido como lo hiciste si no sintieras algo por ella, cuando uno está borracho nuestro subconsciente es el que manda- el no dijo nada pero se sentía fatal porque en ese entonces ella no sabía que él era su hijo y hasta ella se dio cuenta de sus sentimientos.
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