EL CEO Y LA HUÉRFANA romance Capítulo 55

Afortunadamente la herida de Julián no hirió ningún órgano pero si era una herida profunda, rápido lo pudieron controlar, después de dos horas de espera les indicaron que podían pasar a verlo, pero solo una persona ya que esa era la política del hospital que en el área de hospitalización solo se podía quedar una persona por la noche y por la hora esa persona tendría que quedarse toda la noche.

-Luisa le hablare a Oscar para que venga por ti yo me quedare con Julián, podrás verlo mañana ya el doctor nos indicó que está bien-

-no por favor déjame quedarme es lo menos que puedo hacer por él, me salvo de no ser por el- y comenzó a llorar

-calma Luisa no te encuentras bien mejor descansa y mañana lo cuidas tu- pero la chica negó con la cabeza y le dijo – no puedo descansar necesito agradecerle déjame estar a su lado, por favor se lo debo - Como Esteban quiera ir a la estación de policía para saber cuál era la situación, accedió a que ella se quedara.

Pasaron a luisa a donde él se encontraba por la medicación y la pérdida de sangre él se encontraba dormido.

La habitación era grande y contaba con un gran sillón para que los acompañantes de los pacientes pudieran dormir placenteramente Luisa se acercó a la cama y se sentó en la esquina de la cama, para contemplarlo, después de un rato tomo una silla y la coloco al lado de la cama de Julián tomo su mano y la acaricio, ella se sentía tan agradecida con ese hombre que había arriesgado su propia vida por ella.

Se quedó dormida observándolo sin soltarle la mano, después de unas horas despertó Julián, se sentía un poco adolorido y se extrañó aún más cuando observo a una chica sentada en una silla sosteniéndole la mano y con su cabeza recostada en la cama, nunca se esperó encontrarse con luisa pero no le disgusto la escena.

Al sentir que se movió un poco la cama la chica abrió los ojos y observo la mirada de Julián en ella.

-discúlpame que quede dormida, ¿Cómo te sientes? ¿Necesitas algo?-cuestiono Luisa.

-estoy bien ¿y tú?- a ella se le humedecieron los ojos y respondió –gracias a ti estoy bien, muchas gracias-

-me alegra saber eso, ¿los niños están bien?- ella sonrió con la pregunta – nosotros estamos bien ¿pero tú?-

-bien también,*mala hierba nunca muere * ¿pero qué haces aquí?, ¿los niños en donde están? – Ella con la mirada en el suelo contesto - me quede a cuidarte ¿si no te molesta?, los niños se los llevo Oscar y Lola a tu casa-

- ¿porque me voy a molestar?, me alagas el que me quieras cuidar- contesto con la sonrisa en la boca.

-es lo menos que puedo hacer por ti después de cómo te comportaste, de verdad que estoy más que agradecida contigo – dijo con sus ojos muy expectantes.

- es lo menos que puedo hacer por la madre de mis hijos – lo menciono con una sonrisa de oreja a oreja.

- gracias nunca lo espere de ti, y no quería molestarte pero nadie más me contesto mi llamada solo tu – en ese momento no fue su primera opción, pero fue el único que acudió a rescatarla.

Fueron interrumpidos por una enfermera que entraba para administrarle sus medicamentos.Después de eso solo se quedaron observándose sin decir una sola palabra más y durmieron unas horas.

Al despertar Luisa se percató que Julián, intentaba pararse de la cama -¿Qué haces?- cuestiono Luisa – no te puedes levantar, ¿dime que necesitas?, para eso me quede –

-¿puedes llamar a alguien para que me ayude? – cuestiono Julián

-dime que se te ofrece yo te ayudare- dijo muy decidida.

-necesito ir al baño – los ojos de luisa se abrieron pero no dijo nada y se acercó a él.

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