-El señorito vino a buscar a Noan por otras cosas, no tiene malas intenciones. Pero en realidad vino aquí esta vez por usted, señora.-
Hedi sonrió cortésmente a Mauren, -En ese momento, el señorito ni siquiera terminó la comida, dejó sus palillos y se fue.-
Después de ver que Senda ya estaba un poco lejos, Hedi se acercó a Mauren y bajó la voz.
-He trabajado con el señorito durante tantos años, nunca había visto que él reaccionó con tanta ansiedad ante nada. Solo por usted, señora.-
-Por eso, señora, tiene que saber que el señorito se preocupa mucho por usted. Cuando regrese a casa, no se enfade con él.-
De hecho, el señorito era realmente paciente frente a la señora y su temperamento era lo suficientemente bueno.
La señora no sabía cuáles serían las consecuencias si los demás enfadaban al señorito.
Ella… tuvo mucha suerte.
-Ya me voy.- Miró a Liz que estaba detrás de Mauren, Hedi sonrió.
Liz estaba temblando de miedo, escondiéndose detrás de Mauren, sin atreverse a asomar la cabeza.
Hasta que Hedi alcanzó a Senda y los dos entraron en el ascensor, Liz suspiró de forma aliviada.
-Vosotros dos…- Mauren la miró con una mirada de confusión.
-¡No pasó nada entre nosotros! Mauren, ¡no nos malinterpretes!- Liz negó de inmediato.
-¿Dije que pasó algo entre vosotros?- Pero al ver su mirada ansiosa y tímida, algo debía haber sucedido.
Liz se mordía los labios y bajó la cabeza, se quedó callada, su rostro todavía estaba sonrojada.
En realidad, no pasó nada. Pero ese chico la garró y apenas…apareció a la vista de Mauren y el señorito Senda en esa postura con ella…
¡Dios! ¡Incluso ella misma sintió que no podía explicar que no había pasado nada entre ellos!
-De verdad, él y tú…- Cuando bajaban las escaleras, Mauren todavía la miraba con mucha duda.
Liz la miró con fiereza, -¡No! ¡Dije que no! ¡Nunca vuelvas a mencionar este asunto!-
¡Estaría bien si ella nunca volvía a ver a ese hombre llamado Hedi!
Pero, ¿podía dejar que este asunto pasara?
-Pero, te sonrojas así. Seguramente Xavier y Noan te preguntarán más tarde.-
-Yo… solo estaba preocupada por ti, y corrí un poco rápido. Por eso, mi respiración está inestable y me sonrojo.-
Liz casi iba a llorar por sus palabras, sacudió su brazo, -Querida Mauren, no hables más de eso, y no lo digas a Xavier y Noan.-
“¡Hoy es simplemente un día de desastre!” Liz pensando.
Al ver que ella estaba tan ansiosa que sus ojos su pusieron rojos, Mauren dejó de burlarse de ella y asintió.
-Está bien, no hablaré de eso.-
Apenas Liz dio un suspiro de alivio, pero escuchó a Mauren diciendo, -Pero de hecho, Hedi es bueno, es guapo y rico…-
Como el asistente especial del señorito Senda, era imposible no tener dinero.
-¡Mauren!-
-Vale, vale. Ahora, de verdad no hablaré de eso. Pero realmente puedes considerarlo a él a ver si puede ser tu novio.- Este chica realmente no aguantaba nada de los bromas.
-Mauren…-
-Ya llegamos, ¿todavía quieres hablar esto?- Mauren sonrió de forma astuta, pero Liz no podía hacer nada.
Porque realmente llegaron a la habitación de Noan y Xavier.
Hacía un rato, después de saber que era el señorito Senda quien estaba con Mauren, Xavier regresó aquí de inmediato.
Y él estaba arreglando todo el desorden de la habitación.
Tan pronto como Mauren y Liz entraron por la puerta, vieron un desorden por todas partes.
-¿Lo hicieron?- ¡Desordenaron las maletas de Xavier y Noan, y la ropa estaba tendiendo en el suelo!
¡Era indignante! ¡No respetaron las reglas!
-Ellos van a recibir su castigo, no pasa nada.- Noan miró a Mauren, -¿Estás bien?-
…
Como no sabía qué le pasaría si regresaba a la escuela, Mauren fue directamente al chalé de Senda.
Casualmente, la sucursal del señorito Senda tuvo algunos problemas, él se fue de Ciudad Norte de noche.
No necesitaba enfrentarlo a él en el chalé, Mauren exhaló un suspiro de alivio.
Sin embargo, al mirar el salón vacío, a veces se sentía un poco sola.
Aunque todavía estaban las sirvientas y los guardaespaldas, básicamente no tenían conversación con ella.
Después de ducharse, acostada en la cama, mirando las cortinas del ventanal flotando ligeramente en el viento, su estado de ánimo comenzó a complicarse un poco.
Lo que dijo Hedi todavía estaba dando vueltas en su mente.
Él dijo que él había trabajado tantos años con Senda, nunca había visto que él reaccionó tan ansioso, excepto por ella.
También dijo que Senda realmente se preocupaba por ella…
Después de estar con él durante cinco años en su vida anterior, él no sentía nada más que disgusto por ella.
¿Se preocupaba por ella? ¡Imposible!
¿Por qué en esta vida era tan difícil entender a Senda?
No pudo dormirse.
Por eso, al día siguiente, Mauren tenía dos ojeras grandes además de pecas.
A primera vista, se veía incluso más fea que antes.
Liz la esperó temprano por la mañana en el lugar donde habían acordado. Y tan pronto como entró, inmediatamente sintió innumerables miradas de disgusto y odio.
Pero ayer fueron detenidos unos treinta estudiantes que habían causado problemas. Ahora, aunque todos odiaban a esta chica fea, nadie se atrevió a hacer nada contra ella.
Era realmente una coincidencia, Universidad Norte y Universidad Río tenían intercambios académicos de estudiantes excelentes, Aurora también estaba en la lista de estudiantes de intercambio.
Fue un encuentro inevitable entre las enemigas. Se encontró con Mauren en el patio de la escuela.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: El corazón de Señor Peréz