El corazón de Señor Peréz romance Capítulo 14

Senda salió del cuarto de baño con el corto cabello que estaba chorreando.

Sexy, fascinante, ¡qué hermoso era el hombre!

¡Como un demonio!

Mauren parecía que se oyó el sonido de tragar, pero no lo reconocería en absoluto que todavía le estaba enamorándose durante dos generaciones.

-Señor Senda, si se queda enojado por mi escasez de respeto, le pido disculpas, inculso aceptaré el castigo.-

Ella se apoyó en la puerta y trató de mostrar un tono más sereno.

Senda le echó una suave ojeada y se acercó al escritorio mirando a su alrededor.

-¿El vino?-

Mauren no reaccionó, luego se acordó de repente el siguiente segundo que él se acostumbraba tomar vino antes de dormir cada noche.

Ella quería naturalmente abrir la puerta para que el criado le sirviera el vino, pero retrocedió la mano inmediatamente cuando la tocó.

-Señor Senda, lo siento, no hay vino en mi casa.- no podía Senda dormirse sin vino.

Él tenía el insomnio que no hubo curado durante cinco años.

-Señor Senda, ¿si te envian a tu chalé?-

La chica le quería despedirse cuanto antes para pensar bien el plan de escape.

En vez de contestarle, le dijo otro, -bueno, te permito.-

-¿qué?-Mauren no sabía qué sigificaba lo que hubo dicho Senda, -¿Qué se permitió?-

-Ya que quieres mudarte a mi chalé con tanta prisa, arregla sencillamente y vámonos.-

-No quiero trasladarme a tu casa.- ¿si no entendía que lo que hubo dicho ella era que le enviarían los demás?

Un rato después, Mauren se dio cuanta de que él le embromó.

Ella tenía que quedarse a su lado en no solo aquí, sino también en su chalé.

Pero... -Señor Senda, en realidad, no te gusto nada, ¿por qué?-

¿La econtraba él aquí esa noche porque se hubo dañado la autoestima? ¿Fue la primera vez en ser abandonado por la mujer?

Senda le miraba fijamente, la sonrisa de Mauren se quedó más y más rígida, y ella siempre sintió que el real propósito se descubría por él fácilmente.

El hombre se levantó de pronto, pues Mauren retrocedió por miedo hasta chocar contra la puerta.

-Senda, ¿Qué quieres hacer?- Vio al hombre que se le dirigió, se hallaba nerviosa con la respiración irregular y rápida, como si aceleraran la sangre y el latido.

Sin duda ninguna, él podía enloquecer a las mujeres sencillamente en cada ocación. No le quedaba a Mauren nada remedio para mantener calma aunque ella hizo todo lo posible.

Senda acercó la mano a la barbilla de la linda y la levantó.

Ella le dijo encapotándose, -Senda...-

-Contraer matrimonio contigo es el deseo de mi abuela, se celebrará un banquete de compromiso tras tres días como lo que esperas.-

Con fuerza en los dedos de Senda, Mauren se encapotó de inmediato por el dolor.

-Pero, mejor recuerdes que si yo me alegro, serás la persona envidiada por todo el mundo de la Ciudad Norte, en cambio, vivirás peor que el mendigo.-

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