El corazón de Señor Peréz romance Capítulo 196

Angelo Atenas la miró fijamente y dijo con frialdad, -¡No hagas eso!-

Mauren López arqueó las cejas con una mirada de desdén, -¿Eres un caballero?-

-Tampoco es un caballero que se lo coma.-

-Si no comes, no eres un caballero real.-

-¡Tú ... uf!-

¡Este trozo de carne en realidad fue metido en su boca!

Angelo abrió mucho los ojos y estaba tan enojado de que no pudiera evitar arrancarle la cabeza a esta chica.

Pero, esta carne ...

Mordió suavemente, tomó dos bocados más y luego lo tragó lentamente.

¿Parecía que no era demasiado picante de verdad?

-¿Es delicioso?- Mauren arqueó las cejas y sonrió con confianza.

La carne caliente que ella calentó no era vieja ni tierna, y la salsa con la que sirvió era tan deliciosa que no se podía creer que no pudiera satisfacer el estómago de este tipo.

El hombre no dijo nada, aunque fue inesperadamente delicioso, pero no podía admitirlo aun cuando lo mataron.

Mauren enjuagó otro trozo y lo puso en su cuenco, -Come rápido. Envejecerá cuando esté frío.-

¿Envejecerá cuando esté frío?

Esto era la primera vez que escuchó.

Sin embargo, el trozo de carne que acababa de comer estaba suave y tierno, y el calor era perfecto, por lo que realmente no parecía desagradable.

Tomó los palillos, recogió las rodajas de ternera y se las llevó a la boca.

-¿Está delicioso? Esta rejilla de ternera es igualmente deliciosa. Probemos ... ¿qué te parece?-

-Bien.- Mirando algo tan feo, no esperaba poder comer.

Tocó el contenido del plato con sus palillos y frunció el ceño, -¿Qué es esto?-

-Albóndigas de camarón, ¿quieres probarlo?- Antes de que pudiera responder, Mauren ya las levantó y las puso en la olla una por otra.

-¿Qué pasa con esto? ¿Qué es?- Parecía que el sabor no era malo.

-Esto es bola a mano. ¿No lo has comido todavía? ¡Hombre de la Edad Media!-

-¿Qué pasa con la comida para los pobres si no la he comido?-

-Sí, sí, señor Angelo nació con una cuchara de oro en la mano. El hombre rico es asombroso.-

Angelo no quería prestarle atención, y movió sus palillos al otro plato, -¿Qué es esto?-

-No seas como un niño curioso. No saber nada parece que estás atrasado.-

-¡Mauren!-

-Esto es repollo de mar. Está delicioso. Consíguelo. No te enojes.-

-¡Dios mío!-

Estas dos personas comieron rápidamente a pleno rendimiento.

La olla picante de verdad tenía un gran encanto, que te hizo olvidar por completo dónde estabas, quién eras y quién más estaba a tu alrededor.

Otras dos personas sentadas en el otro extremo de la mesa miraron las dos cabezas que casi se juntaban, con pensamientos muy diferentes.

Bita López era naturalmente feliz. Mauren estaba frente a Senda, pero se mostró íntima con otro hombre. ¿No era esto buscarse la muerte?

Sin embargo, no podía saber qué estaba pensando Senda.

Se veía como de costumbre. Hay que decir que no había expresión en su rostro.

Sostuvo los palillos en su mano, pero no lo usó. No parecía enojado, ¡pero sí al verlo!

Bita estaba un poco cautelosa tratando de complacerlo, pero temía que él se pusiera molesto.

-Senda, o dejaré que hagan algo por ti….-

-Aquí no se cocina otros tipos de comidas.- Mauren sonrió suavemente.

Ella los miró a los dos y dijo a la ligera, -Si realmente no están acostumbrados a comer estos, o ustedes pueden….-

Los palillos de Senda llegaron a la olla. No sabía qué carne había pellizcado pero se la tiró en la boca.

-¡Caliente!-, Quiso detenerlo Mauren, pero no esperaba que ya fuera demasiado tarde.

Senda frunció el ceño y pronto se tragó el trozo de carne.

Mauren tuvo que llamar al camarero para que le enviara una botella de té de hierba helado.

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