-¡Estás lleno de mierda!- Llara no estaba en absoluto dispuesta a aceptar lo que tenía que decir.
¿Cuál de los hombres que la rodearon no estaba locamente enamorado de ella?
Pensando en el pasado, cuando él la amaba, ¿no tenía ella también otros hombres?
¡Pero él sigue amándola hasta la saciedad! Incluso cuando supo que él no fue el único hombre de ella, ¡él no pudo dejarla ir!
Ahora, él se atrevió a hacerle esto, ¡pero sólo porque había sido entrenado por alguién!
-¡Cálmate, vuelve a mi lado, podemos seguir siendo como antes!-
Con un repentino barrido de su mirada, ella señaló con un largo dedo a Mauren, -¡Con tal de que te acerques y das dos fuertes bofetadas a esta perra, te prometo que me reconciliaré contigo!-
"¡Todo, fue culpa de Mauren! La Asociación de Pintura era mía, y todo lo que hecho Roberto lo enseñaba ella." ella pensando.
-Te digo que no es tan pura como crees, tiene una gran relación con Senda, e incluso sedujo a Angelo-.
-¿Crees que realmente sólo te tiene ella a ti como hombre? No seas tonto, la complejidad de las relaciones que hay detrás de esta mujer va más allá de lo que puedas imaginar.-
-Independientemente de las complejidades que hay detrás de ella, para mí sólo tiene una identidad-.
Roberto se dio cuenta de que no tenía necesidad para comunicarse con ella en absoluto.
Roberto dijo con ligereza, -Ella sólo es mi capitana, y en el futuro, mi jefa, eso es todo-.
-¡Mentira!-
¿Sólo la capitana, que le haría traicionar voluntariamente a la mujer que ama por ella?
Llara no lo creía.
-¡No quiero hacer tonterías contigo!- Llara miró fijamente a Roberto y señaló a Mauren, -¡Ve allí ahora y abofetéala dos veces con fuerza!-
Ella no podía ver bien a Mauren, desde que Angelo y Senda la arrebataron juntos en la pública, ¡Ella odiaba a Mauren a muerte!
-Mientras lo hagas, puedo dejarte libre de culpa, pero en el futuro, puedes volver a mi estudio y seguir pintando los manuscritos para mí, o, ¡lárgate de Ciudad Norte!-
-¿Y si no lo hace?- Mauren avanzó de repente dos pasos y caminó junto a Roberto.
-¡Perra, no puedes hablar aquí!-
Aunque fuera la prometida de Senda, hoy, Llara, no la tenía miedo.
Mauren ya había ofendido a muerte a Senda hoy al elegir a otro hombre frente a él.
Cuando Senda se fue, quien no sabía que estaba tan enfadado.
En un momento así, aunque alguien golpeara a Mauren hasta la muerte, Senda no le importaría.
Ella todavía miraba fijamente a Roberto, ¡esta era su última oportunidad para darle!
-¡Si no escuchas, después de esta noche, prometes que nunca podrás sostener un pincel en tu mano!-
Detrás de ella, una docena de hombres dieron dos pasos hacia adelante.
Y detrás de ellos, Mauren fue igualmente detenida por una docena de hombres.
Esta gente, a simple vista, podía decir que no eran simples gamberros, que eran luchadores profesionales totalmente entrenados.
Llara, una chica famosa, incluso pudo encontrar a una persona así.
Qué otras fuerzas estraban detrás de ella eran inimaginables.
El rostro de Roberto se hundió, no esperaba que Llara estuviera realmente tan desesperado como para llevarlo a la muerte.
-Son sólo unos pocos estudiantes con los que hay que lidiar, ¿necesitas usar tales tácticas?- Él dijo enfadado.
Por un momento pensó que podría despertar a esta mujer .
Ahora por fin él sabía que todavía era demasiado ingenuo.
¡Esta mujer, no tenía remedio!
Sólo había que preguntarle a una chica que sabía cómo tratar a esos hombres ricos en la adolescencia, ¿qué más no pudo hacer?
¿Fue estúpido?
Tomando a Mauren por la muñeca y retirándose a su propio grupo, Roberto dijo con enfado, -Llara, tienes que pensar con claridad, ¿puedes permitirte las consecuencias por hacer esto?-
-¿Has olvidado lo que soy?-
Llara hizo una mueca y le lanzó una mirada de soslayo, diciendo con desdén, -Soy la joven más favorecida de la familia Ojeda, mi tía es la Primera Dama de la familia Pérez, ¿crees que alguien se atrevería a tocarme?-
-¿No sabes ...que Mauren es ...-
-¡Entrenador Noan, estamos aquí!-
-Quién se atreva a intimidar a nuestro entrenador Noan, a todos los miembros de nuestro equipo de boxeo, ¡definitivamente les vamos a dar un golpe!-
¡Tios, denles una paliza! -
¡Un miembro del equipo de boxeo!
A las tres docenas de personas con los palos de madera les dio un subidón de dolor de cabeza cuando escucharon eso.
La conclusión era que la gente parecía, como mínimo, 50 o 60 personas.
-¡Señorita. Llara, será mejor que vayamos primero!-
Los dos hombres que estaban junto a Llara miraron al grupo que se acercaba y sus voces temblaron un poco, -Esta noche ...esta noche no es un buen momento-.
-¡No! ¡No me iré hasta que hayan matado a esa perra por mí!-
Hoy, el corazón de Llara estaba casi todo herido, y todos sabían que Roberto la había utilizado como escudo para Asociación Septiembre Pintura.
Todos sabían que ella, Llara, había sido engañada.
No podía irse, ¡no podía en absoluto! ¡Debería destruir a Mauren!
-¡Señorita Llara, tenemos que irnos!-
Al ver que esa gente se acercaba cada vez más a ellos, los dos hombres no pudieron persuadir a Llara y, sorprendentemente, se dieron la vuelta y ambos se alejaron.
-¿Qué os pasa a vosotros? No se vayan -.
Llara estaba tan enfadada que dio un pisotón, y aún más enfadada porque todos los golpeadores que había conseguido, habían dejado caer sus palos de madera y se habían marchado.
-¡No se vayan, vuelvan todos!-
Pero nadie la escuchaba en absoluto.
Treinta o cuarenta de ellos, desaparecieron en un instante.
Sólo Llara estaba sola, abandonada en la entrada del callejón, y sólo ella tenía que enfrentarse a decenas de miembros del club de boxeo.
Y los hombres y mujeres que se había reído de ella, había jugado con ella y la había traicionado!
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