El corazón de Señor Peréz romance Capítulo 231

Cuando Analola salió del ascensor, todavía fijaba la mirada a Angelo sin mirar adelante.

-Angelo, por supuesto que vamos a realizarlo bien, no defraudaremos su confidencia.-

-Lo sé.- Angelo solo asintió la cabeza, sin hablar más.

Mauren seguía a su lado, muy tranquila y estaba sin voz.

Pero cuando vio a Noan Pérez y ortos frente al ascensor de pie, Analola se sorprendió, -¿No he dicho que esperéis en el coche?-

Noan no habló nada. Después de un rato de reacción, Liz Gutiérrez habló enseguida para relajarle, -Solo queríamos usar el retrete aquí.-

-Angelo, ellos entran directamente.- La recepcionista llevó poco desprecio.

Todos ellos eran traídos por Mauren, y parecían muy vulgares sin un poco de calidad.

Por supuesto, la persona como Mauren, solo dependía a su aspecto para vivir, y nadie sabía cuántos hombres había servido.

En este momento, su jefe Angelo le invirtió los dineros para que su grupo creara su compañía de anime, solo porque ella vendió a sí misma a Angelo.

En todo caso, esta mujer no era sencilla, y todos que trajo eran sucios y extraños.

En todo el Grupo Atenas, aunque nadie hubiera expresado obviamente su disgusto a Mauren, en realidad, todos, excepto a Angelo, lo guardaron en el corazón, en limitación de estar bien educados.

Al otro lado, Liz sabía que había provocado una molestia, explicó rápidamente, -Perdón, solo es que estamos demasiado preocupados de ir al baño.-

-Soy yo quien quería ir al baño, perdóname, perdón.- Jorge agregó.

Necesitaba asumir la responsabilidad un hombre, en vez de una chica como Liz.

-Llévale al retrete.- Angelo dio una mirada a la recepcionista.

-Sí, Señor.- Frente a Angelo, la recepcionista estaba muy tierna.

Pero cuando Angelo salió, se volvió la cabeza a Jorge, cambiándose de expresión de inmediato.

-El retrete está en la esquina del salón, vete.-

¡Qué antipático! ¿Cómo podía dejar que ella llevara un hombre al baño?

La recepcionista vio que la ropa que se llevaron Mauren y los demás no era de marca prestigiosa. Parecía que solo eran un grupo de pobres, por eso no se alegró por llevar a Jorge al baño.

-Ya estoy bien, ahora no quería ir allá, muchas gracias.- Jorge le dio una sonrisa con cortesía.

Aunque podía sentir el obvio disgusto a ellos mismos, pero como los personajes pequeños aquí, en este momento no se atrevió a culpar al personal de Grupo Atenas.

Liz les dio un ligero empujón y dijo, -Rápido, sigue a Mauren para echar un vistazo.-

Mientras tanto, Angelo había llevado a Mauren a la puerta del salón, su asistente caminaba adelante de ellos, parecía presentar algo a Mauren. Analola y Roberto seguían detrás de ellos y parecían planificar ir a algún lugar juntos.

"¿Acaso querían llevarnos a visitar a Grupo Atenas?", pensó Liz.

Se emocionó mucho, y alcanzó rápidamente a Mauren con Xavier.

-Noan, ¿Qué te parece que nosotros también seguimos a ellos a ver?- Se dijo con una risa Jorge.

Noan asintió y seguía con Jorge en la última parte de la cola.

Apenas no salían de la puerta, un coche de Rolls Royce se paró en la plaza afuera. Parecía que alguno personaje importante viniera.

El conductor y los guardaespaldas se apearon, y se defendieron a dos lados del coche.

Y lo siguiente era Ian, lo más capaz de los asistentes de Senda.

"¿Es Senda que también está aquí?", pensó Angelo.

Entrecerrando los ojos, Angelo se preparaba a ir allí, pero vio que un muslo blanco y delgado sobresalió del coche después de que Ian abrió la puerta de coche para ella.

¿Qué era prestigiosa? ¿Qué era elegante?

¡Era eso!

La mujer dentro del coche era la mejor para describir estas dos palabras.

Y las decenas de guardaespaldas se apearon de los coches delanteros, guardando en orden al lado del Rolls Royce.

Ian también se paró junto a la puerta del auto, recibió la mujer que se apeaba con el gesto más respetuoso.

Sí, era una mujer. La mujer con la barbilla cubierta por el encaje, se veía extremadamente hermosa y noble. ¡Era Bita!

Angelo dejó de seguir adelante, y los ojos de él se hicieron poco lúgubres.

Podía reconocer que era el auto de Senda, y los guardaespaldas también eran de él, pero no pudo reconocer a la mujer que se bajó de su auto.

El vestido de Bita se ajustaba completamente a la forma de una dama, pero al mismo tiempo no le faltaba la vitalidad.

Era una mujer con maravilloso gusto, no solo en la ropa, sino también en las joyas.

Por lo tanto, se le dio un vistazo primero y sabía que ella era rica en absoluto, ni siquiera podría imaginar qué rica era, pero la forma no era limitada de la ropa y las joyas lujosas. Era rica, pero al mismo tiempo era hermosa y super atractiva.

Incluso Liz a la que siempre no gustaba ella se quedó helada cuando la vio.

Por supuesto que era por su comportamiento confiado.

¡Hasta cuándo se convirtió en tan rica! ¡Tenía más de decena de guardaespaldas y el auto tan lujoso!

No le echó la mirada a nadie, Bita siguió recto a la presencia de Angelo,

- Angelo, volvimos a vernos.- dijo con la sonrisa más perfecta y el comportamiento más elegante.

Mauren se tranquilizó, recibió los puños, y se quedó detrás de Angelo callada.

"Quién podrá imaginar que la mujer débil como una obra de cristal frágil ayer, en solo un día pueda hacerse en tan confiada." pensaba.

Si ayer ella era víctima, ahora bien, en este momento, esta Bita era evidentemente la ganadora.

Pero, Angelo la vio con un rostro descentrado, -Perdóname, pero no te conozco.-

La sonrisa de Bita desapareció del rostro, en un instante el ambiente se hizo poco raro.

-Soy…- quería decir que era delegada de Grupo Pérez de la competencia de Anime. En ese día, en la Universidad Norte, ellos habían visto, incluso ella se sentó a su lado.

Pero cuando las palabras llegaban a la boca, se cambiaron en, -Soy amiga de Senda, hemos visto en la competencia de anime organizada por la Universidad Norte.

Angelo pensó un rato, pero todavía no le apareció nada de impresión sobre ella.

En ese día, no recordó que se había encontrado con ella.

No obstante, de verdad, él mismo tenía una leve ceguera facial para las mujeres.

Y de repente, un sonido ligero de risa apareció de algún lugar, y parecía que la persona había aguantado mucho tiempo para no reír.

Bita se quedó sombría, buscó con los ojos llenos de furia y resultó que eran dos recepcionistas.

Se agarró las manos. Cuando despertaba a Angelo, pero de repente se le dio atención a la cara de una chica.

Y en el segundo siguiente, se asombró mucho con la expresión como si se encontrara con una fantasma, señaló a Mauren con los dedos temblados, y apenas no podía decir una palabra, -¿Qué pasó con tu cara?-

"Esta puta, ¿Cómo se atreve a salir sin fingirse de fea?", pensó. "¿Por qué esta hija de puta se ha atrevido a aparecer con la cara original? ¿No tienes que vivir con su cara fea hasta el fin de su vida?"

-No pasó nada la cara de Mauren, ella solo no se ha arreglado hoy.- dijo Liz, caminando al lado de Mauren.

Cada vez que alguno quisiera hacer daño a Mauren, ella podría levantar los pinchos del cuerpo.

-Cállate, no tienes derecho de hablar conmigo.- Gritó enojada Bita y la miró fríamente.

Liz quería decir algo más, pero a su lado Mauren tiró la ropa de ella en secreto.

De ahí que Liz solo se encogía los hombros, se giró la cara al otro lado y la ignoró a Bita.

En cambio, Bita casi quedó muerte de ira por Liz.

Hasta este día, ella era la dueña del Pabellón de Río, todas necesitaban tratarla con respeto, e incluso Senda tenía que hablar de buena manera con ella.

Casi era la reina, pero ¿quién la dio el valor a esta mujer maldita que la trataba tan grosera?

Viendo que Liz completamente ignoró su existencia, Bita se enojó totalmente, -Venga alguien, Échamela esta mujer mal educada.-

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