Esta fue la primera vez que Mauren apareció frente a Leide con un rostro sin disfraz.
Leide no esperaba que cuando levantó su cabeza y vio a su hija que apareció viva ante de sus ojos.
¡El rostro hermoso y exquisito, la piel blanca y delicada, los grandes ojos negros y brillantes!
¡Esta chica absolutamente era su Nahiala!
Leide se emocionó y estuvo a punto de levantarse de la silla de ruedas.
Esta acción asustó mucho a la criada, se le acercó apresuradamente y la apoyó.
Mauren también se sorprendió y corrió de toda prisa hacia Leide para sostenerla.
Con los esfuerzos concertados de las dos, finalmente no pasó nada de peligro y dejaron que Leide se sentara en la silla de ruedas.
Inesperadamente, Leide tomó la mano de Mauren y se echó a llorar de emoción.
-Nahiala, ¿tú eres Nahiala? Sabía que estabas viva y sabía que algún día volvería a verme.-
-Abuela...- Mauren frunció el ceño y miró a la criada.
La criada negó con la cabeza, indicándose que no sabía lo que estaba pasando.
Pero cuando la criada miró hacia Mauren, fijándola por un rato, en sus ojos apareció un pizco de luz brillante y tartamudeó.
-¡Tú ... tú ... eres la señorita Mauren!-
Si no fuera que Mauren llamó Abuela con una voz muy familiar, no era posible que se reconociera que esta chica era Mauren.
Resultó que la señorita Mauren era tan hermosa... Dios, comparada con Bita, ¡era más hermosa que ella!
Mauren pensó por un momento, y finalmente recordó que hoy no había hecho ningún disfraz.
Sonrió hacia Leide y dijo en voz tierna, -Abuela, soy Mauren, pero hoy... no fingí ser una fea.-
-¿Mauren?- ¿Cómo pudiera ser Mauren? ¡Claramente ella era Nahiala!
Sin embargo, si Nahiala todavía estuviera vivo, tendría al menos casi cuarenta años en este momento.
Y la chica frente a ella... de hecho, solo tenía dieciocho o diecinueve años.
-¿Mauren?- Ella estaba un poco insegura, ¿por qué Mauren... de repente se parecía como Nahiala?
-Sí, soy Mauren.- Mauren la ayudó a sentarse y se sentó a su lado.
Ella sonrió y dijo, -Antes... creo que soy muy hermosa y tengo miedo de ser atacada por los malos, así que deliberadamente me pinté muchas pecas en la cara para caricaturizarme.-
Pensó que con su tono bromista y desvergonzado definitivamente divertiría a Leide.
Pero en realidad Leide no quería reírse en absoluto, y solo la miraba a su rostro fijamente.
-Abuela, ¿de verdad no reconoces a Mauren?- Mauren pensó que ella todavía la sospechaba.
Se mordió el labio inferior, con un poco indefensa, -Entonces... ¿busco un lápiz de ceja y pinto unas pecas?-
Leide negó con la cabeza, tampoco habló.
Ella había aceptado que la chica frente de ella era Mauren, y lo que no podía aceptar era que alguien le había engañado.
De repunte el corazón de Leide se puso muy triste y afligida.
Si esas personas realmente le estaban mintiendo, entonces, ¿también sabían que Mauren era su verdadera nieta?
Si lo que ella sospechara era la verdad, entonces no debería decir nada en este momento. Si no, era posible que llevara un desastre a Mauren.
Además, hasta ahora no podía determinar al 100% cuál de las dos era su verdadera nieta.
Aunque estaba casi segura de que Mauren era su nieta, después de pasar de todo, Leide se había vuelto cautelosa ahora.
Ella ordenó la doncella que saliera y le preguntó a Mauren, -Mauren, ¿cómo se llama tu madre?-
-¿Mi madre?- Mauren no sabía por qué preguntó, pero respondió honestamente, -Su nombre es Nahiala.-
-¿Cuál es su identidad?-
-No lo sé.- Mauren negó con la cabeza, y obviamente estaba vacilante.
De hecho, conocía un poco, pero no quería decirlo.
Todos decían que su madre era una vendedora de cerveza y era amante de su padre.
No era que no supiera jugar con los trucos, sino que no quería hecerlo frente a las personas que le importaban.
Leide podía sentirse la sinceridad de ella cuando se enfrentaba a sí misma, por eso cuando ella sabía que Bita era su nieta, pero todavía se preocupaba por Mauren.
Porque a ella le gustaba mucho esta chica...
-Mauren.- De repente, Leide interrumpió a Mauren y la llamó suavemente.
-¿Qué?- Mauren también sabía que Leide tenía muchas preocupaciones.
Pero si ella no lo dijo, ella no la preguntó.
Si ella le comentara, escucharía con atención.
Leide suspiró, y de repente apretó a su muñeca y le dije en voz baja, -Mauren, ¿te recuerdas lo que te dije antes?-
-¿Sobre qué?- Leide le había dicho muchas cosas antes y Mauren no sabía de qué mencionó.
-Dijo que solo Senda...-
-Abuela, ¿de verdad todavía estás despierta? ¿Por qué descansas tan tarde?-
De repente, sonó una voz delicada afuera.
Con la voz fuerte, Bita entró con un gesto de disgusto.
Al ver a Mauren, no se sorprendió en absoluto, solo frunció el ceño y parecía infeliz.
Esta perra realmente vino, e incluso vino a ver a Leide. ¿Quería que Leide la ayudara y la dejara quedarse con Senda?
Afortunadamente, ella había dispuesto espías aquí hacía mucho tiempo, de lo contrario, ¡esta humilde lograra lo que quería!
Bita entró, y dos sirvientas estaban detrás de ella.
Se le acercó a Leide, apretó a Mauren a otro lado y dijo con voz descontenta, -Abuela, ya es muy tarde, te llevaré a descansar.-
-En cuanto a esa chica que contenía mala atención...-
Mirando hacia atrás a Mauren, Bita dijo fríamente, -Échenla de inmediato, ¿quieren que ella moleste a abuela a descansar y hace daño a la salud de abuela?-
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