Aunque el dinero se había gastado, no tenían una identidad especial, y el resultado del hospital todavía tardaría cuarenta y ocho horas en llegar.
Como el día siguiente era fin de semana, Vinay la llamó temprano y le preguntó si tenía tiempo para acompañarlo al mar.
Cuando Mauren regresó al apartamento, solo se acostó durante tres horas antes de recibir la llamada de Vinay.
Teniendo en cuenta que Xavier ya la acompañó moliéndose hasta el amanecer de anoche, por lo tanto, solo trajo a Liz y a Analola.
-¿Por qué pareces no estar despierta? ¿Fuiste a ser la ladrona anoche?-
Cuando las tres salieron del edificio de apartamentos, Mauren bajó la cabeza y estaba a punto de quedarse dormido en el camino. Era realmente sospechosa.
-¿Acaso el señor Angelo fue a verte de nuevo?-
Analola tenía muchas ganas que estuviesen juntos Mauren y el señor Angelo.
Era un galán que contaba con la elegancia súper invencible. Estaba absolutamente calificado para estar con Mauren.
Cupo decir que era más que suficiente.
Mauren quería darle una mirada desdeñosa, - Ya que te gusta tanto, ¿por qué no lo persigues?-
-Me gusta de verdad. Me gusta tanto que quiero babear cada vez que lo veo.-
Analola no ocultó su admiración por el señor Angelo. Ella sonrió y dijo, -Desafortunadamente, no soy la chicha a quien elige.-
-Sí, Mauren. Incluso yo puedo ver que se interesa por ti, así que no lo niegues.-
-Sí, si no fuera que te gustase, ¿siempre estaría contigo? No sabes que cuando estuviste enferma...-
-En aquel entonces ¿era realmente el señor Angelo que había estado conmigo?-
De hecho, Mauren tenía más o menos la esperanza en su corazón, pero no se atrevió a pensar profundamente sobre lo que esperaba.
Solamente en ese momento, aturdida, siempre sintió que el que le custodiaba era otro hombre.
Un hombre, en el que no se atrevió a pensar, pero tenía que pensar.
Pero en ese momento, estaba tan enferma que se encontraba inconsciente y no sabía si se había equivocado.
En resumen, cuando se despertó, la única persona sentada a su lado era Angelo.
-Por supuesto que era el señor Angelo, de lo contrario, ¿quién crees que era?-
Aunque en ese momento, el señor Angelo mandó que custodiasen el largo pasillo, era difícil que entrasen y la viesen una vez.
Sin embargo, cada vez que la visitaron, la persona que se quedaba en la sala era el señor Angelo.
Entonces, además de él, ¿quién era el que la protegía todos los días?
-Chica, realmente no aprecias la vida feliz que disfrutas. Si no te gusta, ¿por qué te trata tan bien?-
Liz lo sabía por supuesto, pero se temía que todavía estaba queriendo a Senda.
Sin embargo, era universalmente sabido que Senda y Bita estaban juntos.
Bita publicaba en Twitter todos los días para compartir el enamoramiento entre ella y Senda. Cada vez que lo veía, se sentía deslumbrante.
No obstante, no podía impedirse abrirlo. Liz era realmente humilde.
No se sentía satisfecha por Mauren, por lo tanto, no podía esperar todos los días a que la noticia anunciase que Senda había abandonado a Bita.
Pero, los buenos no vivía mucho tiempo, mientras los malos tenían vida larga.
Esa maldita mala mujer no solo vivía en el Pabellón de Río de Senda, sino que también ingresó a la familia Pérez, ¡y se quedó con Senda todos los días!
¡Se notaron varias publicaciones de Twitter al día que eran interacciones entre ella y Senda!
En resumen, ¡estaba a punto de vomitar sangre por el enojo!
Más lo pensaba, más enfadada estaba. Liz no podía evitar murmurar, -Senda ni siquiera la miró a Bita al principio. ¿Cómo pudo volverse así de repente?-
-¿Has visto el asunto de Bita y Senda?- Analola se le acercó.
De hecho, era muy irrazonable.
Entonces si, como la señora mayor, Senda pensaba que Bita era la nieta de ella, y estaba dispuesto a dejar que Bita viviese en su propio lugar por razón de la señora mayor.
¿Era posible?
¿Bita no solo engañó a la señora mayor, sino también a Senda?
Por eso, la señora mayor dijo esa mañana que tenía que explicarse al Victor y a Senda ...
-Mauren, ¿qué te pasa?- Liz y Analola ya se habían quedado larga distancia con ella sin saberlo.
Las dos se apresuraron a dar la vuelta, se le acercaron a Mauren y le tomaron la mano, -¿Te encuentras realmente mal? No salgas si te sientes incómoda. Vamos a decirle a Vinay que no iremos.-
-Está bien. Solo estoy pensando en algo.- Mauren sonrió y aceleró el paso.
De todos modos, deseaba devolver ese favor. Si lo terminase lo antes posible, se acabaría lo todo.
Todo el mundo se había ocupado durante tanto tiempo. Estaba bien salir a jugar durante el fin de semana.
Vinay había estado temprano esperando afuera de la puerta trasera de la empresa del Grupo Atenas. Aunque casi no durmió mucho toda la noche, se notó que ya estaba lleno de energía.
Por el contrario, Mauren se derrumbó en el asiento tan pronto como se subió al auto. Cerró los ojos y se quedó dormida.
Vinay tenía mucho que decirle, pero desafortunadamente, esa chica estaba realmente cansada y se dormía. No quiso despertarla.
Pero las dos chicas de la última fila estaban charlando y preguntaban constantemente sobre lo que relacionaba con ir al mar, lo cual le molestaba mucho.
Sin embargo, eran amigas de Mauren. Quien encanta la casa, también le gusta el cuervo que reposa en el tejado. Por eso solo podía intentar convencerse a sí mismo y ser paciente.
Después de media hora, el coche se detuvo en el muelle.
Mauren se frotó los ojos y, justo después de salir del coche, una brisa marina la sopló y dejó que se despertase.
Mirando hacia arriba, vio esa figura orgullosa de pie contra el viento en la playa soleada ...
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