Aunque sabía que era una estafa, Mauren no podía ignorarlo.
El día siguiente, fue a la familia Pérez.
-Lo siento, he estado mala antes y quedado en el hospital medio mes. No he cumplido mi promesa.-
En el día siguiente de salir del hospital, cuando acabó la clase Mauren fue a la familia Pérez a buscar a Luisa Diaz.
Luisa no estaba muy contenta. Antes Vinay Pérez casi se puso loco porque no podía encontrar a Mauren.
-Aunque has estado en el hospital, deberías mandarle un mensaje. Ha tardado mucho tiempo en buscarte.-
Mauren no sabía cómo contestarle y solo dijo, -Me deja que vaya al piso de la abuela, por favor. Esta noche voy a cenar con Vinay.-
-¿No te sientes mal que utilizas el amor de mi hijo?-
Luisa no se sentía muy bien hoy. Vio todo que su hijo sufrió y se sentía dolida.
Pero esta chica ayer estuvo con Angelo, y todas las personas de Ciudad Norte sabían el cotilleo.
-Lo siento, pero al principio le he dicho el acuerdo entre usted y yo.-
Mauren no quería utilizar a Vinay a hacer nada. Luisa le pidió que quedara con él y ella ya quedaba con él.
-¿Qué? ¿Se lo has dicho?- Luisa se puso enfadada.
¿Por qué hacía eso? ¿Por qué le contó el acuerdo entre ellas? ¿Así no le daba más daños?
¿Esta mujer tenía ética profesional?
¿Era tan fácil contar a otros un acuerdo?
-Señora, creo que no conoce muy bien a su hijo.-
Mauren sabía que se iba a enfadar, pero estaba muy tranquila y dijo, -¿No dudaría si mi actitud hacia él cambiara de repente?-
Mauren miró a Luisa y lo analizó con ella.
-Si no le dijera la verdad, cuando él mismo descubría la verdad no podía aceptarlo. Sería mejor que le contara al principio.-
-Entonces después de saber que tienes otros objetivos y aceptas que te acerque, ¿no le importa?-
-No sé si le importa o no. Pero no está enfadado.- Mauren dijo.
Luisa no estaba tan enfadada ahora y pensó un poco. Creía que no fue una manera mala contárselo su objetivo.
Vinay era muy tonto. Ya sabía que la chica estaba con él con otro objetivo, pero la aceptó.
-Estos días está muy mal. Menos trabajar, siempre queda en su habitación.-
No era una buena madre. El hijo no quería hablar nada con ella.
Luisa suspiró y pensó un poco. Dijo, -No cumpliste la promesa. Ahora tengo que preguntar a Vinay primero. Luego decido si voy a seguir el negocio con tú o no.-
-Vale.- Mauren respondió.
Antes dijo que iba a quedar con Vinay una semana. Sin embargo, solo cenó con él una vez, y le pasó el accidente. Luisa tenía poder de cancelar el negocio.
Luisa llamó a Vinay. Cuando habló con su hijo, su cara seria se convirtió muy amable.
-Vinay, ¿estás ocupado esta noche? ¿Vuelves a casa a cenar?-
-Tengo trabajo por la noche. No me espera.- La voz fría de Vinay vino desde el teléfono.
Luisa suspiró y dijo, -Vinay, siempre tienes mucho trabajo y durante mucho tiempo que no cenas bien.-
-Mamá, tengo un reunión. Luego hablaré…-
-Mauren está conmigo.-
-¿Qué dice?- Vinay se puso nervioso de repente y dijo, -¿Mauren ha venido?-
-Sí, esta noche va a cenar con nosotros. Si no estás libre, voy…-
-¡Estoy libre! ¡Ahora estoy libre!-
No se sabía qué estaba haciendo Vinay. Parecía que se levantó y estaba recogiendo las cosas.
Después del accidente de Leide, era la primera vez que Mauren entró en la habitación en donde Leide vivió antes.
Victor siempre respetaba mucho a Leide. Aunque Leide falleció, su habitación se había limpiado muy bien, como si ella todavía estuviera viva.
Mauren entró a la habitación de Leide directamente.
La habitación estaba muy tranquila y todas las cosas estaban bien organizadas.
Antes Leide le gustó leer al lado de la ventana. Vino a la ventana pero no vio nada importante.
Los cajones estaban abiertos. Solo había unas cosas pequeñas dentro.
No había muchos documentos porque no trabajó desde hacía muchos años.
Pero la estantería estaba llena de libros.
Mauren vino al lado de la estantería y vio los libros uno por uno.
Había todos los tipos de libros, desde filosofía hasta plantar floras.
De repente descubrió un libro.
Sacó el libro con cuidado y lo abrió. Se daba cuenta de que en el libro había una foto vieja.
Madre…
Casi lloró en el momento.
No necesitaba pensar más. Aunque no recordaba mucho sobre su madre, cuando vio la foto, sabía que ella era su madre Nahiala Martín.
Ya que las dos realmente se parecían muchísimo.
Mauren respiró hondo y quería guardar la foto.
Pero de repente se dio cuenta del vestido que llevaba Nahiala en la foto.
¿Por qué este vestido se veía un poco familiar?
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