El corazón de Señor Peréz romance Capítulo 316

-Te perdonaré todo si prometes volver conmigo, ¿vale?-

-¿De acuerdo?-

-Por favor...-

Nadie había visto nunca a Senda tan humilde, y nadie habría creído que se hubiera rebajado tanto para pedir limosna.

Sí, sus ojos, sus palabras, sus gestos, habían sido una súplica.

-Por favor, di que aún me quieres, que aún eres mi esposa. Por favor, ...-

El corazón de Mauren nunca había sentido tanto pánico como en este momento.

No le preocupaba que se hiciera daño a sí mismo, ni mucho menos que le pasara a Angelo, sino que, tenía ...... miedo de que le pasara algo.

No sabía por qué, pero tengo la sensación de que le va a pasar algo.

Realmente le daba pánico, y se asustó al volverse para encontrar la mirada de Angelo.

Dudó un poco, tuvo miedo, se arrepintió realmente.

Sin embargo, en el momento en que levantó la vista y vio, no a Angelo, sino a Orson de pie no muy lejos de ellos.

Orson los miró con el rostro inexpresivo y no dijo nada, pero en cuanto Mauren lo vio, se desesperó.

“Las cosas han llegado a este punto, ¿todo perderá por retroceder?”

“¿Por qué? ¿Por qué tenía que ser así?”

Intentó soltarse, pero no pudo librarse del agarre de Senda.

Aunque no se atrevía a presionar con fuerza, tampoco no quería dejarla ir.

Pero, ¡la lucha de Mauren le había apuñalado en el corazón varias veces más!

¿Seguía sin querer cambiar de opinión?

Aunque bajara la voz, aunque le rogara, seguía siendo la misma desgana, ¿no?

-Senda, gracias por tu amabilidad, pero yo ... estoy enamorada de él ahora.-

Mauren se balanceó con fuerza otra vez y, finalmente, se sacudió de la gran palma.

Inmediatamente volvió al lado de Angelo, levantó su propia manga y le limpió los restos de sangre de la comisura de los labios.

-¿Cómo estás? ¿Estás malherido? Vayamos al hospital para que un médico te eche un vistazo de inmediato.-

Tanto si era una actuación como si era real, realmente estaba preocupada por las heridas de Angelo.

Esos dos golpes de Senda fueron sólidos, sin fingir.

Todas las personas no sabían lo mal de la herida de Angelo.

Ser golpeado hasta escupir sangre debe haberle dolido internamente.

-Estoy bien.- La voz de Angelo era ronca, y aún así apenas lograba arrancarle una sonrisa reconfortante.

-No te preocupes, estoy muy bien.-

-¡Pero si estás escupiendo sangre!- ¿Cómo podía considerarse que eso está bien?

-Estoy muy bien.- Angelo sacudió la cabeza, escupió un poco de sangre no era nada grave.

Definitivamente había daño interno, pero al menos, no podía matarlo.

Miró a Mauren y le estrechó la mano, queriendo darle valor, pero preguntándose si hacía bien o mal en dárselo ahora.

El rostro del hermano mayor estaba tan pálido que no había ni rastro de los vivos, e incluso él tenía miedo, miedo de que le pasara algo.

El rostro frío de Senda, cada vez más frío, se puso de pie, mirando fijamente a las dos personas que se inclinaban juntas, sus finos labios, fruncidos con un brillo sanguinolento.

Incluso podía, ya, olió el sabor de la sangre.

-Heh ...-

Su mueca de desprecio, junto con su cara actual, parecía la de un hombre muerto que hubiera perdido el aliento.

Aunque todavía respiraba, parecía claramente un cadáver andante.

Se dirigió hacia Angelo.

Mauren entró en pánico e inmediatamente se volvió hacia él, protegiendo a Angelo detrás de ella.

-No le vuelvas a hacer daño, Senda, si ... si ...-

Cada uno de los hermanos llevaba un cuchillo enganchado a sus botas, y Senda también.

Si tenía miedo de las botellas de vidrio, ¡utilizaba un cuchillo!

Mauren ni siquiera pudo ver con claridad cuando la botella de cristal salió despedida de su mano.

Cuando miró hacia atrás, lo que tenía en la mano era un cuchillo brillante.

En la misma posición que antes, Senda le sostenía la mano y ella el mango del cuchillo.

Y la afilada punta del cuchillo apuntaba justo a su pecho, donde estaba su corazón.

La punta del cuchillo incluso se había clavado en su carne, brotando sangre, y aunque el flujo de sangre no fue mucho porque la perforación no era lo suficientemente profunda, todavía parecía sofocante.

-Hermano ...- La situación actual fue completamente inesperada por Orson.

Quería que Mauren dejara a su hermano mayor, pero no quería que éste se hiciera daño de esa manera.

¡Angelo tampoco esperaba que hermano se volviera tan loco!

No podía creer que Mauren ya no lo amaba, necesitaba pruebas, pero la forma en que lo demostró, ¡era tan despiadada!

-¡Mételo! Y tú puedes estar con él.-

Senda ni siquiera prestó atención a los transeúntes, en su corazón, sólo estaba la chica que lloraba frente a ella.

¿Lloraba porque tenía miedo o porque, tenía el corazón roto?

Esta era la única manera de demostrarlo, y si realmente no sentía amor por él, entonces ¿por qué iba a importarle que muriera?

-No, no quiero ...- Mauren tuvo la tentación de tirar el cuchillo, pero le sujetó la mano con fuerza.

La punta del cuchillo ya ha clavada en su carne, y en cuanto su propia mano se movía, la herida del pecho se hacía más profunda.

Era claramente de carne y hueso, pero se congeló como si no sintiera ni la mitad de dolor.

El cuchillo se clavaba, ¡y ni siquiera frunció el ceño!

-Si no quieres, vuelve a mi y podremos seguir teniendo una buena vida.-

Senda sonrió ligeramente, apretando los cinco dedos de su mano, -Vamos, toma tu decisión final, la metes o vuelves.-

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