¿Mauren López? ¿Era aquella Mauren López que sabía?
-¿Tu nombre es... Mauren López?-
Con una mirada de sorpresa, Vicente López sacó inmediatamente su teléfono y extrajo la foto de Mauren que su ayudante había encontrado antes para él.
Pero, la chica de la foto no era fea, sino que, con sus pecas, era claramente muy diferente de la chica que tenía delante, que era tan bella como una hada.
¿Podría ser que tenían el mismo nombre?
-Soy Mauren López, abuelo, ¿me conoces?-
Mauren siguió su mano y miró hacia abajo.
El estado de ánimo se había mezclado un poco cuando vio la imagen en la pantalla de su teléfono, -Tú...-
“Este anciano, ¿cómo consiguió una foto de ella antes?” Mauren pensó.
Vicente miró la chica en la foto y luego a la chica que tenía delante, y se dio cuenta de que cuanto más miraba las cejas, más parecidas le parecían.
Emiliano ya lo entendió, -Señorita López, su padre se llama Jeno López, ¿no es así?-
Mauren de la foto no era, en efecto, muy atractiva, pero Mauren que tenía delante era, sin duda, una gran belleza entre un millón.
La carita tan blanca y tierna, sin ningún tipo de maquillaje, era su verdadera cara.
¿Por qué el detective tomó la foto que se veía tan fea?
Por casualidad, ¿le tomó fotos en la fiesta de disfraces?
Si no fuera porque la foto no coincidía con la persona, la última vez que se veían, ella no habría sido irreconocible.
-Jeno López es de hehco mi padre.- Mauren miró a Emiliano con un rastro de defensa en sus ojos.
-No te asustes, no queremos hacerte daño, además, mira a estos dos ancianos...-
Emiliano miró a su propio abuelo y a Juan Dávalos, que tenía una personalidad similar a la de su abuelo, con impotencia, -¿Parecen que son gente mala?-
Mauren es un poco estupefacta. ¿Cómo podía un joven decir eso de un anciano?”
Sin embargo, estos dos ancianos realmente no parecían tener ninguna intención maliciosa.
A lo lejos, Bita López caminaba hacia aquí rápidamente con el rostro desencajado, -Abuelo, ¿qué pasa? No me siento bien, ¡vamos a volver primero!-
Miró fijamente a Mauren e inmediatamente tiró de Vicente para que se fuera con ella.
Vicente dijo apresuradamente, -¿No te he dicho antes que conocí a una chica muy simpática después de venir a Ciudad L? Resultó que era tu hermana.-
El abuelo tiró de Mauren, y ésta, inconscientemente, trató de retirar la mano, pero él la tiró de nuevo.
-¡Caramba! Es como si abuelo tuviera dos nietas a la vez, ¡qué alegría!-
¿Abuelo? ¿Nieta?
Mauren miró a Bita y luego al anciano.
El asunto afectaba a Bita, pues Mauren se resistió inconscientemente, -¿Quién... eres? ¿Ella... te llamó abuelo?-
-¡No tiene nada que ver contigo!- Bita interrumpió de inmediato, y sin saber si era por el calor o qué, un fino sudor le brotaba en la frente.
-Abuelo, tiene mal carácter, tengo miedo de que te choque, ¡vamos a volver primero!-
-No, Bita, Mauren tiene muy buen humor y me gusta.-
“Pero, ¡no me gusta!”, pensaba Bita.
Bita estaba sombría, este viejo muerto, ¿cómo no iba a tener sentido?
Por el contrario, Mauren se animó de repente al ver el aspecto ansioso de Bita.
También tiró de Vicente y sonrió, -¡La hermana te llama abuelo, así que yo también te llamaré abuelo!-
Ella sonrió dulcemente, indeciblemente linda e inteligente, -¡Abuelo!-
Esta palabra fue simplemente dulce en el corazón de Vicente.
Ya había fantaseado con Mauren durante mucho tiempo, lo que sabía equivocarse le hacía sentir que había perdido una nieta de repente.
Ahora, Mauren también le llamaba abuelo, como si su nieta hubiera vuelto.
El anciano no sabía cuánto feliz estaba, asintiendo con la cabeza repetidamente, -¡Mauren también es mi nieta, y en el futuro, tú serás mi nieta, igual que Bita!-
-¡Bien!- Aunque Mauren no sabía por qué Bita quería complacerlo, tampoco odiaba a ese anciano.
Bita se puso instantáneamente rojo de ira y dijo enfadada, -Mauren, ¿qué quieres decir?-
-A lo largo del tiempo, se conoce el corazón de la gente, no hace falta que yo te diga lo que significa.-
Mauren no miró al anciano, sino a Emiliano, -Señor, por favor, cuide a los ancianos de su familia, no se deje engañar.-
Tenía cosas que hacer, así que se mantendría al margen de los asuntos de Bita.
Estaba a punto de marcharse, pero Emiliano dijo, -Tu hermana es la niña de nuestra familia López, por eso, lo llama abuelo.-
El recordatorio de Mauren pudo ser escuchado naturalmente por Emiliano.
Tenía unos buenos sentimientos hacia la chica que tenía delante.
En cuanto a Bita, probablemente porque la edad suya realmente no era joven, tan brutal y mimada fuera, como una niña pequeña, lo que era un poco... difícil para aceptar.
-¿La niña de vuestra familia López?- ¿Qué quería decir?
¿También eran ellos de la familia López? ¿Cómo ella no sabía que tenían tales parientes en la familia López?
-Eres...- dijo Mauren.
-Somos de Ciudad L.- Emiliano dijo, -La familia López de Ciudad L.-
¡La familia López de Ciudad L!
Había muchas familias con el apellido López en Ciudad L, pero, ¡sólo había una familia que se atrevía a llamarse a sí misma la familia López de Ciudad L, por ahora!
¡La familia farmacéutica! ¡La familia López!
Aunque ambos se apellidan López, su familia López no estaba relacionada con la de Ciudad L.
En la última vida de Mauren, había aprendido muchas técnicas de elaboración de la medicina para complacer a Senda.
Y la familia farmacéutica que más admiraba en su vida anterior era también la familia López de Ciudad L.
Sorprendentemente, eran de esa familia López.
-Habéis dicho que...- Miró a Bita y luego a Emiliano con una mirada de sorpresa, -¿Bita es de tu familia?
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: El corazón de Señor Peréz