-Mauren, trajiste a tanta gente aquí y te vez muy feroz, no deberías hablar conmigo lo pasado, ¿verdad?-
Comparado con la emoción de Mauren, Bita se veía elegante y tranquila.
Cogió la ropa y se dirigió al probador.
Mauren inmediatamente la persiguió, se paró frente a ella y la detuvo.
-¿Dónde está Olga? ¡Dime!-
-¿Para qué quieres ver a mi madre? Ella ha hecho algo divertido hoy, por eso ha estado de buen humor y se ha ido a divertirse al extranjero.-
Con una sonrisa en las comisuras de los labios, Bita le miró el rostro pálido a Mauren.
-Esa cosa es tan divertida como deporte extremo, ¿lo sabes, no?-
-¡Tú!- el corazón de Mauren se apretó, ella se lanzó y le agarró por el cuello a Bita.
Los vendedores alrededores se sorprendieron e inmediatamente vinieron a detenerla.
Pero Bita agitó la mano desacostumbradamente sin hacerlo de caso.
-Fuera del camino, estoy hablando con mi hermana, ¡no os midáis! ¡Váyanse!-
Todos estaban un poco atónitos. Como su distinguida invitada había sido intimidada, por supuesto querían ayudarla para mostrar su lealtad.
De lo contrario, si la ofendían y no quisiera venir nunca, ¿aún podrían obtener el galardón?
Sin embargo, la señorita Bita había dicho que era su hermana···
-¿Qué pasa? ¿No podemos hablar las hermanas?- Bita frunció el ceño.
-Sí···Claro que pueden...- los vendedores se miraron, un poco avergonzados.
Pero Bita se nubló, -¡Entonces lárguense!-
¿Cómo podían atreverse a quedar? Se alejaron apresuradamente.
Angelo quería acercarse, pero Ian siempre estaba frente a él.
Desde su perspectiva, todavía podía verlas.
Ahora parecía que Mauren tenía la ventaja, pero si realmente se peleaban, pasaría de inmediato.
Sin embargo, Bita no necesitaba ayuda, lo que superó las expectativas de todos.
Incluso los vendedores se habían ido muy lejos, y ahora nadie podría ayudarla realmente.
Pero la habilidad de Mauren era al menos mucho mejor que la de Bita, chica malcriada y débil.
Como estaban un poco lejos de ellas y las dos hablaban en voz baja, todos los presentes no escucharon con claridad.
Bita todavía tenía una sonrisa en su rostro y dijo a la ligera, -Mauren, aquí es un lugar público, si peleas conmigo realmente, tú eres el que sufrirá.
Mauren le agarró por el cuello con los dedos temblando.
Ella intentaba contenerse lo mayor posible. Vino aquí hoy solo para preguntar dónde estaba Olga.
Aunque realmente supiera que Bita definitivamente no se lo diría, no pudo reprimir su impulso.
-¿Qué quieren hacer realmente? ¿Por qué trataron así a Liz? ¿Por qué la odian?-
-¿Por qué la odiamos, qué estás diciendo?- Bita se encogió de hombros, y desaprobó, -el que odio siempre eres tú.-
Ella se burló, -Si hay que dejarlo en claro, entonces Liz fue comprometida por ti, ¿no lo sabías?-
-¿Entonces hicieron el accidente? Fue Olga, ¿sí?-
Las manos de Mauren temblaban mucho. En realidad solo había sospechado de que tal vez fuera solo una coincidencia el que Olga hubiera estado en el séptimo piso y ahora en el extranjero.
Después de todo, entre Liz y ellas realmente no existía tanto odio.
Pero ahora, ¿qué significaban las palabras de Bita? ¿Ella lo había admitido?
-Sí, lo hicimos, entonces, ¿qué puedes hacer?-
-¡Bita!- Con un ruido ¡pon! Mauren la presionó contra la pared del probador.
Sus ojos estaban rojos, su rostro estaba pálido y sus manos temblaban, ¡pero la fuerza para presionar a Bita siempre era tan fuerte!
¡Agotó todas sus fuerzas y tenía mil ganas de hacer pedazos a Bita!
-¿Por qué? ¿Solo vengan a mí si me odian, por qué le hicieron todo esto a Liz?-
La mirada de Bita le recorrió todo el cuerpo. Esta chica mala no trajo un bolso hoy, por lo que probablemente no estaría jugando trucos de grabación.
Y ella estaba preparada ya.
Después de confirmar que habían llegado a la puerta del probador, lugar donde el monitoreo no podía capturar, la sonrisa de las comisuras de Bita desaparecieron de repente.
Sus ojos eran fríos, y su expresión era hosca.
Sacó un cuchillo brillante de su bolso.
Con una expresión sombría, miró con odio a Mauren, apretó los dientes y dijo, -¡No solo quiero que mueran, sino que también tú mueras! ¡Mauren, ve a morir!-
El cuchillo apuñaló a Mauren···
Angelo ya no pudo ver a las dos personas frente al probador.
Lo empujó a Ian para pasar.
Al no poder ver a Mauren, siempre se sentía inseguro.
Como no había previsto que se lo hubiera hecho de repente, Ian se echó atrás.
Sin embargo, rápidamente lo persiguió y lo detuvo nuevamente.
-Te juro que la señorita Bita no tiene ningún ayudante, Angelo.
Todos fueron arreglados por él, y si dijo que no lo tenía, no lo engañaría. -Son hermanas. Déjalas hablarse claramente, Angelo, ¿por qué quieres meterte?
-¡Fuera del camino!- dijo Angelo con una cara hosca, -¡Si sigues así, no me culpes de pelear contigo!-
Si hubiera sido otra chica hablando con Mauren, definitivamente no lo detendría.
¡Pero Bita era cruel!
Además, Mauren estaba demasiado impulsiva hoy, por eso no garantizó que ella haría nada.
-Angelo···¡tú!- Con un golpe ¡pon!, el puño como hierro de Angelo cayó sobre la cara de Ian, y este se echó atrás unos pasos.
Se tambaleó y cayó de una rodilla.
¡Nadie había previsto que Angelo, quien siempre era gentil y elegante, hubiera golpeándole con un golpe tan fuerte!
El mejor ayudante de Senda, en el momento en que lo vio empezar, ¡ya estaba evadiendo a la velocidad más alta!
Pero como Angelo lo golpeó demasiado rápido, ¡no pudo escapar!
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