El corazón de Señor Peréz romance Capítulo 81

Había una mirada fría, que la tiró directamente desde el sueño.

Las pestañas largas de Mauren movieron, y cuando ella abrió los ojos, la cara hermosa de Senda apareció en su vista.

Ella parpadeó, y apenas pudo recuperar la conciencia.

Este hombre apareció en el sueño por toda la noche. ¿hasta ahora esta cara todavía estaba en el sueño?

Ella levantó la mano subconscientemente, deseando tocar su cara.

Pero inesperadamente, antes de que los dedos pudieran tocar su nariz, la mano de Mauren fue forzada abajo de repente, y luego fue fijada al lado de su cabeza.

-Senda...-

-¿Quién te permitió dormir en mi cama?- Senda entrecerró los ojos.

Cada vez que se entornaban los ojos, la mirada era siempre tan peligrosa que nadie se atrevía a mirarla.

Solo con una noche, él se volvió más despiadado que al principio.

Los ojos cálidos en el sueño se enfriaron al final en su vista.

Mauren frunció los labios, y lo empujó suavemente, -Senda, estuviste enfermo anoche, y solo quería ciudarte.-

-¿Hace falta subir al cama para ciudarme?- Senda bajó la cabeza, y extendió la mirada sobre su cuerpo.

Fue en este momente en que Mauren se dio cuenta de que había un sentimiento frío en su cuerpo.

Al ver a sí misma bajando la cabeza, encontró que su ropa estaba extremadamente desordenada.

La falda fue desgarrada en varios trozos, colgando escasamente en su cuerpo, la cual apenas pudo cubrir nada.

Ella fue tan asustada que se precipitó a levantar las manos para cubrir su pecho, pero no pudo cubrir mucho.

-No...-

-¿Quieres decirme que la ropa fue desgarrada por mí?- Él se levantó los ojos fríos.

Mauren realmente quería tomar la almohada y tirarla con fuerza a su frente. ¿Podría eludir la responsabilidad solo porque estuvo borracho y no pudo recordar nada?

-No, la desgarré yo misma.- Mauren no quería discutir y forcejeó.

-Senda, tu cama es tan preciosa que no soy calificada para dormir en ella. ¿Podría soltarme y dejarme levantar?-

-¿Quieres huir tan fácilmente después de dormir en mi cama?- Su cara se volvió oscura y frunció las cejas más apretadamente.

Ella se sintió sin palabras. ¿Qué quería hacer?

Quería quedarse para decir que ella subió a la cama y lo sedujo, y que su salida era totalmente irresponsabilidad, lo cual la arruinaría.

-Senda, no tengo ninguna intención mala contra ti. Si no lo crees, puedes preguntar al Maya y Hedi, quienes estaban presentes cuando tú estaba enfermo.-

Hedi, quien justamente llegó a la puerta, dio una vuelta inmediatamente y se huyó.

Mauren en ese momento notó su figura de fuga, y se quedó boquiabierta mirando la puerta sin nadie.

¡Cabrón! ¿Por qué no le testificó?

Solo huyó así cuando lo necesitaba.

-¿Necesitas hombre tan ansiosamente?- Lo que dijo Senda hoy era un poco desagradable.

Mauren pensó por mucho tiempo, pero no pudo entender la causa por la que él la trataba así.

Aunque no era fervoroso antes, por lo menos, no tenía ninguna intención mala.

¿Por qué hoy se volvió malicioso?

Ella agarró el cuello de la ropa con una mano. La falda fue desgarrada así por él, y si no la agarró apretadamente, se expondría totalmente.

-Senda, ¿puedes ser razonable? Tú estaba tan borracho anoche y tenía mucha fiebre...-

-¿Te parece que lo voy a creer?- Era imposible que tuviera mucha fiebre.

Mauren se quedó sin palabras de verdad. ¿Cómo podía negar lo todo después de despertarse?

-Tú... tú realmente tenía mucha fiebre. Por cierto, te he inyectado en el culo... vale.-

Ella mordió los labios estrechamente, y fue tan asustada por su acercamiento repentino que no se atrevió a decir nada.

Parecía que ella entendió. No era que él no creía su explicación, sino que no quería escucharla para nada.

Ya que no quería escucharla, todo lo que dijo ella no tenía ninguna razón.

-Senda, es mi culpa. De toda manera, no tienes ninguna pérdida. ¿Puedes dejarme levantar primero?-

Era aconsejable mostrar la debilidad en caso de irracionalidad. De todas maneras, él también no la quería fastidiar.

Senda ciertamente la dejó la mano después de echarle una mirada fría, y se sentó desde la cama.

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