El empresario del corazon roto romance Capítulo 55

[Quentin]

―Isabel, ¿de qué estás hablando? ¿Cómo sabes esa información?

―Vincent, me lo confesó… ― Habla fría.

—¿Qué? No entiendo ¿Por qué Vicent te confesaría algo así?

Ella tomo un respiro.― Porque Vicent era mi novio.

Me quedo en silencio tratando de asimilar lo que ella me está diciendo.

―¿Vincent? ¿Qué? Explícame bien Isabel.

―¿Me vas a creer?― Me pregunta.

―Te voy a creer.― Contesto.

―Vincent es “El cabrón”, tiempo atrás yo lo conocí pero no se llamaba así, si no Henry Cannet.

―¿Henry Cannet? ¿Estás diciendo que él se cambió de nombre para conocerte?

―No lo sé, supongo que no quería que supieran quién era él. Por eso no lo encontraba, porque no era su nombre real, hasta que un día lo vi y me dio tu móvil, quiero comprender que él pensó que me rechazarías. Así que imagínate la sorpresa para mi cuando lo vi en la exposición y me lo presentaste como Vincent, creo que él tampoco se lo esperaba.

Me siento de pronto adentro de un juego que no sé como entré. Isabel era la amante de Vincent cuando estaba casado con mi hermana ¿pero también fue amante de Nadine?

―¿Cómo sabes lo de Nadine?

Suspira.― Él en cierta manera me lo confesó.― Me comenta.― Hoy cuando nos quedamos solos en el solarium discutimos y me amenazó que si yo te decía lo que había pasado entre nosotros iba a hacer publica la situación de que tú ibas manejando en el accidente y eso me llamó la atención, porque, bueno… tu me dijiste que nadie sabe ¿cierto?

―Cierto.

―¿Cómo es que Vincent supo que tú ibas manejando? La única respuesta es…

―Él era el de los mensajes… Nadine iba contestando sus mensajes cuando tuvimos el accidente.― Comienzo a atar los cabos.

―Y él me dijo que ya te habían mentido antes Quentin, por lo que me da a entender que él estaba enterado de todo o más bien, él era todo. Tu esposa te engañaba con tu cuñado y tal vez tu hermana sepa o no la situación pero, creo que tu deberías de decirle.

Me quedo en silencio de nuevo porque de pronto todo lo que me dice tiene lógica y mucho, es como si Isabel me hubiera abierto el camino completamente hacia la luz. Yo estaba tan sumergido en muchas cosas que no lo pude ver.

―Te juro Quentin que yo no sabía nada de Vincent, ni que era tu cuñado.― Habla mientras comienza a llorar.― Te juro que yo no lo sabía, tengo mucha rabia y mucho pesar y sólo quiero que él pague por todo lo que hizo de cierta manera. Tengo mucha vergüenza en estos momentos.

Me acerco a ella y le abrazo.― Él es quien debería tener vergüenza Isabel, no tú. Te creo, te creo con todo mi corazón porque haz demostrado que me amas y jamás me engañarías con eso.

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