Aunque Delainey no conocía la fuerza de James, sabía lo poderosa que era su habilidad con la espada.
También Henry, quien sabía lo dedicado que era James practicando con su espada en la Cámara del Tiempo.
Delainey dijo con una sonrisa: “Bueno, siéntate y observa el espectáculo”.
Ante la arrogancia de James, Harold dijo despectivamente: “No hay necesidad de eso. Yo solo soy suficiente para tratar contigo. Siéntete libre de hacer tu movimiento. Si aguantas tres movimientos contra mí, admitiré mi derrota y te devolveré el elixir”.
Harold se mostró igual de vanidoso, completamente seguro de su propia fuerza como Gran Sobrenatural.
James, sin embargo, sacudió ligeramente la cabeza.
Harold preguntó, desconcertado: “¿Qué diablos quieres decir?”.
James respondió con frialdad: “No tengo nada contra ti, así que no hace falta que sea tan cruel. ¿Qué te parece esto? Arreglemos esto con un solo movimiento. Si puedes resistir mi ataque, admitiré mi derrota y no volveré a interferir en tus asuntos”.
“Pero, si pierdes, tendrás que devolver el elixir y disculparte. ¿Qué te parece?”.
“¡Jajaja!”. Harold soltó una carcajada al decir: “¡Qué arrogante!”.
Entonces, le hizo una seña mientras decía: “Ven hacia mí”.
Al ver esto, James sacudió ligeramente la cabeza.
Loki y Demetrius se retiraron a la retaguardia y dejaron espacio para James y Harold. Sabían lo poderoso que era Harold. Incluso si trabajaban juntos, no tendrían ninguna oportunidad contra él. Sin embargo, ahora un hombre desconocido lo desafiaba a luchar.
James permaneció donde estaba y blandió la Espada del Dragón Primordial. Apuntando con la espada a Harold, dijo: “Fíjate bien. Voy a moverme”.
“Vamos”.
La expresión de Harold era serena. No le importaba James.
En ese momento, James hizo su movimiento.
Todos estaban perplejos.
“¡Tú...!”.
La expresión de Harold era de miedo.
En cuanto James desenfundó su espada, sintió que todas sus rutas de escape estaban bloqueadas, y no sería capaz de parar la espada de James sin importar el movimiento que hiciera. La espada, aparentemente ordinaria, lo abarcaba todo. Era aparentemente normal, pero extraña. Parecía haber congelado el espacio y el tiempo, lo que hacía imposible esquivarla.
El sudor se acumuló en la frente de Harold. Nunca esperó que James dominara una técnica de espada tan aterradora.
Quincey, por su parte, estaba boquiabierta.
“¿Q-Qué fue eso?”, exclamó.
Ella era la hija de la mayor figura del Reino Antiguo y también una Gran Sobrenatural, pero aun así la técnica de espada de James la sorprendió. Había sido testigo de todas las formas y variedades de técnicas de espada del Clan Antiguo.
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