-¿Por qué? ¡Tengo que limpiarte la cara!- Suspiró Oscar.
-No, estoy llorando... A Oscar no le gustan las mujeres que lloran...- susurró, indefensa como una niña, -¡Chss, no dejes que me vea así!-
¡Qué triste estaba sintiendo Oscar! Casi derramaba lágrimas, ¿qué quería hacer Dios para que se recuperara?
“Los dos hemos decidido estar juntos para ser felices, y cuando rompimos también era para aliviar el dolor. Como ya no podías hacerme feliz, solo me quedaba dejarte. También sufrí mucho por dejarte, pero debías haber sufrido más que yo, ¡porque yo soy quien te dejó primero para buscar mi felicidad!”.
Laura no esperaba encontrarse con Milagros. Además, estaba muy avergonzada porque su colega del trabajo la había visto llorar amargamente.
Debido a que había llorado un largo tiempo, tenía los ojos enrojecidos e hinchados, sentía más náuseas y estaba mareada cuando se puso de pie.
Milagros la sostuvo con la mano, no le preguntó por qué lloraba, solo susurró, -¿A dónde vas? ¡Te llevaré de regreso!-
-Yo...- Laura tambaleó un momento, tratando encontrar equilibrio, pero no esperaba que el mareo empeorara.
-¿Estás bien?- Al ver su rostro anormalmente pálido y con esa pinta de después de llorar, Milagros no pudo evitar levantarla con sus brazos, -¡Vamos, te llevaré al hospital!-
Laura quería luchar, pero no le quedaban fuerzas. No comió nada por la mañana ni anoche. Encima lloró tan fuertemente durante tanto tiempo. Como volvió a quedarse desnutrida en ese mes, estaba incluso más delgada.
Pero tomada por Milagros en brazos, llamó la atención de la gente que pasaba. Por eso Laura estaba nerviosa y asustada, -¡Milagros, bájame!-
-¿Bajarte para verte mareada de nuevo?- susurró Milagros con preocupación en su tono, -¡Venga, el auto está delante! Te llevaré al hospital. ¿Tienes anemia?-
No importaba lo que dijera Laura, Milagros directamente caminó hacia el auto que estaba al final de la casa de té con ella en sus brazos.
Cuando llegaron al auto, tres personas salieron de la casa de té. El hombre que estaban en medio era de mediana edad, llevaba un traje negro que le hacía aparentar majestuoso y frío. Cuando su vista se encontró con Laura y Milagros, se sorprendió un poco, luego una risa fría apareció en su boca.
-Señorita Laura, ya me estaba preguntando por qué no aceptabas, ¡resulta que tienes otra opción!- Las palabras bajas e irónicas de Lorenzo hicieron que Laura de repente se sintiera muy herida.
Milagros ignoró por completo a Lorenzo, se limitó a abrir la puerta del coche para colocar a Laura en el asiento de copiloto, luego la ayudó a abrocharse el cinturón de seguridad y cerró la puerta del coche.
Laura vio los ojos de Lorenzo con ira a través de la ventanilla del auto, sintió miedo por un instante, y de repente abrió la puerta del auto, -¡Tío Lorenzo, por favor envía a mi hijo Iker de regreso!-
Milagros echó un vistazo a Lorenzo y le dijo a Laura, -¡Después de ver al médico, vamos a recoger a Iker!-
Laura volvió al coche, pero el rostro de Lorenzo estaba más disgustado.
Milagros vino originalmente a la casa de té para recoger un té que había encargado Umberto pero no esperaba encontrarse con Laura. Así que el té estaba sin recoger. El auto arrancó y desapareció frente a Lorenzo y su asistente.
-¡Joel, llama a Oscar para informarle que su mujer tiene a otro hombre detrás de ella! ¡Y ahora mismo están a punto de ir al hotel para liarse!- dijo Lorenzo con cara de descontento, ¡e incluso él mismo se sorprendió de que había dicho “ir al hotel para liarse”!
-¿Señor?- Joel estaba un poco en dilema, porque no estaba claro de si realmente ese hombre estaba saliendo con Laura, ¡Señor era un exagerado! Pero Joel llamó a Oscar obedientemente.
-¿Hola? Señor, ¡la señorita Laura está yendo al hotel para liarse con un hombre alto!- Joel casi colgó el teléfono después de decir eso con la conciencia culpable, -Señor, eso es todo, ¡le dejo que Señor me está llamando!-
Dicho eso, colgó sin esperar a que Oscar hablara.
Después de recibir una llamada así repentinamente, ¡Oscar se quedó atolondrado! Rápidamente encontró el número de Laura y lo marcó con las manos temblando, pero nadie respondió la llamada.
Laura fue enviada al hospital, Milagros insistió en que el médico le hiciera un examen completo para ver su estado de salud.
-¡Milagros, estoy bien, de verdad que estoy bien!- De hecho, ella sabía lo que estaba pasando, simplemente no quería que la gente supiera que podría estar embarazada.
El doctor se rio, -Señorita, tu novio solo está preocupado por ti, así que hagamos un chequeo de cuerpo completo. ¡Parece que estás un poco débil!-
-Doctor, no... ¡No es mi novio!- explicó Laura.
Los ojos de Milagros brillaron. Luego volvió la cabeza, seguía indiferente y dominante, y dijo, -¡Doctor, hazle un examen completo!-
-¡Oh! Lo siento, no lo sabía...-
El médico dio una serie de listas, pero Laura simplemente dijo, -¡Doctor, ayúdame a comprobar los niveles de HCG, creo que mi problema está en eso!-
El médico se quedó pasmado por un momento y dijo, -Señorita, ¡sabes mucho! ¡Incluso sabes el vocabulario profesional ¿Cuánto tiempo se ha retrasado tu período menstrual?-
Laura estaba aturdida, luego miró a Milagros. Se sentía muy incómoda con él allí, así que le dijo, -Milagros, ¿puedes salir primero?-
Milagros estaba desconcertado, pero no quería salir.
-¡Por favor!- insistió Laura.
-¡Está bien! ¡Llámame si te pasa algo!-
Tan pronto como se fue, Laura dijo inmediatamente, -Me di cuenta hace nada de que han pasado 2 semanas. ¡Creo que podría estar embarazada!-
-Bueno, si estás embarazada, ¡padecerás de reacciones del embarazo justo con catorce días! Ahora el feto es demasiado pequeño para hacer una ecografía. Primero hagamos una prueba de embarazo. Si la tira de prueba da positivo, ¡haremos un análisis de sangre más!- Rápidamente le recetó tiras de prueba para embarazos de primeras semanas.
Laura lo tomó y fue a comprar la tira. Pero Milagros la vio caminar tontamente hacia el baño. Cuando salió el resultado, ¡Laura realmente se quedó estupefacta!
¡Ella estaba embarazada!
Luego hizo un análisis de sangre y el nivel de HCG era el adecuado, lo que descartaba la posibilidad de un embarazo ectópico.
Cuando Laura miró el resultado sin comprender, Milagros también ojeó el resultado. Ponía que el embarazo bioquímico era de unas seis semanas. (Por lo general, las seis semanas de embarazo aquí se refieren al cálculo desde el primer día de la última menstruación. Normalmente, las reacciones tempranas del embarazo, como náuseas y vómitos, ocurren durante las 6-8 semanas de embarazo).
-¿Estás embarazada?- ¡Milagros no supo qué decir al respecto!
¿Acaso era del hombre de anoche? Oscar Rasgado, ¿verdad?
Oscar, ¿me llamaste solo para que escuchara tus amables palabras a otra mujer?
Laura sonrió amargamente y colgó.
Y Oscar justamente miró el teléfono y descubrió que esa vez había un registro de llamadas.
¡Mierda! ¡Ella cogió la llamada!
Joder, estaba hablando con Alexia antes, ¡seguro que lo había escuchado!
Oscar de repente entró en pánico.
Inmediatamente después, llegó la llamada de Laura. Él miró su número brillando en el teléfono, y se sintió muy nervioso. Inmediatamente corrió al dormitorio, cerró la puerta, puso barrera con todo lo de afuera, y gritó ansioso, -Laura, ¿eres tú?-
Una sonrisa triste apareció en la comisura de los labios de Laura y dijo en voz baja, -Señor, lo siento, se ha equivocado de número, por favor no vuelva a llamar a este número en el futuro.-
-¡Laura!- gritó Oscar ansiosamente, -¡No! ¡No cuelgues! ¿Solo quiero saber dónde estás?-
Laura curvó de nuevo las comisuras de sus labios, -¡Señor, por favor no vuelva a llamar, o me quejaré de que me está acosando!-
-¡No! ¡Laura, no te pongas así!- Oscar sintió aún más dolor en su interior, -¡Por favor!-
Laura se sentía horrible, tenía mucho que decirle, pero no podía decirle nada. Esa sensación era muy amarga, tanto que le dificultaba la respiración, e incluso sentía un dolor punzante al respirar, -¡Señor, de verdad que se ha equivocado de número!-
¡Mientras estaba hablando, sus lágrimas no se pudieron contener!
“¡Maldita sea! ¿Por qué todavía hay lágrimas?
¿Por qué sigues llorando?
Laura, ¿por qué eres tan inútil?
¿Te pones a llorar nada más escuchar su voz?”.
Oscar susurró, arrastrando las palabras gritó, -Laura, sólo quiero saber si estás con un hombre.-
En ese momento, Milagros acababa de salir del consultorio del médico con el menú nutricional que el médico le escribió para la embarazada, y gritó desde la distancia, -Laura, después de recoger a Iker, vamos al supermercado. Hoy te haré una sopa nutriente...-
Sin terminar las palabras, Mliagros la vio sentada en la silla llorando y con el teléfono en la mano, -Laura, ¿qué te pasa?-
Oscar escuchó la voz masculina en ese extremo y se puso muy nervioso, -Laura, ¿de verdad estás con un hombre? ¿Es el hombre de ayer?-
Sintió una gran aflicción, como si le estuvieran partiendo el corazón.
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