El hombre con la máscara de zorro romance Capítulo 131

Oscar no prestó atención a sus emociones por un tiempo, y todavía estaba riendo. La risa fuerte hizo que las comisuras de sus labios apretados dibujaran un arco hacia arriba. Su rostro hermoso mostró la suavidad, encantadora y deslumbrante que hizo que él se viera más atractivo.

-¿Estás enojada?- Con una sonrisa en su voz, la miró con ternura, y finalmente descubrió que su rostro parecía haber cambiado un poco.

Ella se volvió para mirarlo, frunciendo los labios, -No me llames así. No sabemos quién es tu esposa.-

Pensó que él casi había casado con Alexia. Si no fuera por las repetidas objeciones del padre de Oscar, suponía que se habría casado. Llamó a la palabra "esposa" con tanta suavidad que ella temía que lo había llamado muchas veces, por eso, no le parecía muy raro.

Sus ojos brillaron, se veía algo de duda en sus ojos, luego dijo con firmeza, -¡Solo eres tú! ¡Laura!, ¡mi esposa solo eres tú!-

-¿Le has dicho esto a otra mujer?- Ella miró erguida, sintiéndose muy mal en su corazón.

Oscar se sorprendió y miró el ceño fruncido de Laura con una mirada atónita. No sabía cómo explicarlo. Después de un suspiro, dijo, -Laura, ¿estás realmente enojada? Bueno, ¡no te llamaré así!-

Estaba un poco decepcionado, y se sintió muy mal. De verdad, era la primera vez que usó este trato.

Ella lo vio decir esto, y se sintió más segura. Resultó que en realidad había llamado a Alexia "esposa" antes. Ella volvió la cara y miró por la ventanilla del automóvil. Durante un tiempo, el estado de ánimo que era bueno al principio comenzó a volverse malo. Dijo, -¡Vamos, conduce!-

Arrancó el coche y, de repente, la atmósfera volvió a ser un poco sofocante.

Oscar no se atrevió a hablar, temiendo que ella no se sintiera feliz cuando hablara.

Pero cuanto más no hablaba, su corazón se volvía caótico.

-¿Qué quieres comer?- Su voz se volvió cautelosa, temiendo que ella estuviera molesta, y ella lo ignoró. Ahora él estaba muy asustado, después de todo, cuando quería compensar la culpa que se le debía a Alexia, también hacía daño a Laura al mismo tiempo.

¡Utilizaría toda su vida para compensarla!

Oscar la llevó a un restaurante de alta gama y pidió una habitación privada tranquila.

-¿Para qué me trajiste aquí?- Llevó a Laura a entrar. No le gustaba este tipo de lugar lujoso y de clase alta, especialmente sentarse en la habitación privada.

-¡A comer!-

-¡Es caro!- Ella gritó.

Cuando el camarero escuchó las palabras de Laura, su mirada estaba un poco desdeñosa, como si estuviera mirando a una persona vulgar, lo que hizo que ella se avergonzara un poco de inmediato y se mordiera los labios con fuerza.

Oscar entrecerró los ojos al camarero, su mirada afilada como un cuchillo, asustó que el camarero bajara la cabeza de inmediato y nunca más se atrevió a reírse de Laura.

Oscar se dio la vuelta para ver a Laura mordiéndose el labio y sintió un dolor en su corazón. Esta era su mujer, que parecía estar siempre preocupada por la vida, y le dolía el corazón. -Yo te mantengo, estás tan delgada que necesitas comer bien.-

-¡Danos comida de la gama más alta, con una mezcla nutricional razonable!- Dijo Oscar.

-Pero...- Laura quería decir algo.

-¡No te niegues!- Susurró, y luego le dijo al camarero, -¡Puedes salir! ¡No entres si no te llamamos!-

-¡Sí!- El hombre salió inmediatamente.

En poco tiempo, los platos estaban todos servidos.

-¡Por favor, no nos molestes más!- Mandó Oscar de nuevo.

Cuando solo quedaban ellos en la habitación privada, Oscar la dejó sentarse en su regazo. -¡Laura!-

Ella lo miró, sentada torpemente en su regazo, pero él la sujetó por la cintura y le prohibió que se fuera. –Laura, escúchame, ¡solo te llamé mi esposa, y solo te llamaré mi esposa en el futuro!-

Finalmente, le confesó muy en serio.

Su corazón tembló, se sintió un poco increíble. Pero él tenía la expresión muy seria.

-Creo que esta es la expresión más sincera de mis sentimientos. Este tipo de trato no es algo que se pueda llamar a ninguna mujer. ¡Te llamo como mi esposa, desde el fondo de mi corazón!-

Su corazón de repente se alegró, cerró los ojos y derramó lágrimas.

-¡No llores!- Su voz era extremadamente suave, y sus delgados dedos le enjugaron las lágrimas con torpeza.

-¿De verdad nunca has llamado a Alexia?- Preguntó en voz baja, actuando como si estuviera muy celosa, e incluso se menospreciaba a sí misma, pero era la expresión más verdadera en su corazón.

-¡No!- ¡Él negó con la cabeza!

Ella sonrió con lágrimas en su rostro.

-¿Mi esposa?- Volvió a llamar, esta vez ella no se negó, sino que enganchó su cuello y le ofreció sus labios rojos.

Los cuatro labios se tocaron, el corazón de Oscar latía mucho, la sorpresa llenó todo el pecho e inmediatamente se volvió pasivo en activo, y la punta de su lengua se metió en su boca, succionando su lengua...

Él la besó y tocó su cuerpo debajo de la ropa con sus grandes manos. Ella estaba usando su traje, que podía cubrir el suéter que él levantaba dentro de ella. Sus manos se movieron desde las bonitas nalgas hasta su pecho, acariciando sus tetas…

Maldita sea, ella no tenía la capacidad de resistirse a él en absoluto...

-¡Oscar! Tú... ¡déjame ir!-

-¡Llámame marido!- Susurró, hundió la cabeza en su suéter y mordió mientras besaba, dejando huellas en la piel blanca como la nieve.

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