-¡No menciones el pasado! ¡Debo agradecer a los sufrimiento, me hacen de aprender cómo enfrentar la vida! ¡Estas acciones son tuyas, no las quiero!-
-¡Hermana…!- Zarina seguía insistiendo.
Pero Laura asintió la cabeza, -Gracias por tu buena voluntad, estoy feliz ahora. La felicidad no depende de la cantidad de dinero que poseo, ¡ser rico no significa que estar feliz! Sandra no tuvo una vida feliz, pensé que ella iba a estar feliz después de casarse con tu padre, pero ella no. Yo no pensé que había ocurrido esta cosa. Ahora ellos dos murieron, no comentamos sus errores, de todos modos, ¡tienes que ser fuerte!-
Laura sabía que en la familia Maroto quedaba ella sola, ella sólo tenía veinte y dos años, era tan joven, pero tenía que dirigir una empresa grande. El potencial humano era infinito, ella creía que Zarina podría enfrentar todas dificultades en el futuro.
-Hermana, el dinero tampoco me importa, sólo quiero tener una hermana, en este mundo, excepto mi papá y Sandra, ¡sólo tengo tú!- por eso ella la precisaba mucho, y sacó las acciones para regalar a ella.
-Todavía tienes Tomás, ¡él es un hombre bueno!- dijo Laura.
Pero Zarina se negó con la cabeza tristemente, -¡No! Él no me pertenece ahora, ¡ya separamos!-
Diciendo esto, ella tomó un bocadito de café, y tosía por tomar el café apresuradamente, al fin no sabía qué pasó, se sentía asco, -Disculpa…-
Zarina tapó la boca y se levantó, caminó hacia el baño rápido. Laura se asombró y preocupaba por ella, la siguió al baño.
Ella vio que Zarina vomitaba. Se asombró, pensaba en algo.
-Zarina, ¿estás embarazada?-
Zarina se levantó la cabeza lentamente, mirando su figura en el espejo, no lo negó, en los ojos llenaban tristeza, pero eran firmes, -Sí. Hermana, por favor no hablas con nadie, ¿vale?-
-¿Es bebé de Tomás?- Laura creía que era hijo de Tomás.
-¡Sí!- Zarina afirmó.
Y las dos regresaron a la mesa, Zarina dijo en voz baja, -Él no me ama, sé que está enamorado a otra mujer, por eso no quiero aguantarme de estar con un hombre que no me ama. Aunque tengo un bebé suyo, no quiero molestarle. Así que, por favor, no dices a nadie, ¿vale?-
Laura se preocupaba mucho por su decisión, -Pero no dices a él, ¿es justo para tu bebé?-
-¡Es mi propio bebé, un bebé mío! ¡No tiene nada que ver con él!- Zarina sonrió tristemente, la mano tocando su vientre, -Ahora tengo un pariente más, ¡mi hermana y mi bebé!-
Laura suspiró profundamente, no sabía que podía hablar, si no amaran los dos, ¿cómo pudieran estar juntos? aunque estuvieran juntos, ¿cómo pudieran pasar juntos toda la vida?
-Hermana, ¡tienes que aceptarlas!- Zarina entregó otra vez la carpeta de transferencia de acciones.
Pero Laura devolvió la carpeta.
-¡Hermana!-
-Si me llamas hermana, no me las entregas más, ¡cuídate mucho! Voy a el cementerio para visitar a ella, no pude participar sus ritos funerales, ¡no sé si es tarde de verla ahora!- mientras diciendo, ella se levantó.
-¡No es tarde! Si la visitas, ¡ella estará contenta!-
Después de regresar del cementerio, Laura se volvió tranquila.
La muerte de Sandra rompió el plan, Oscar no podía proponer matrimonio.
Umberto no visitó a Sandra, ¡nadie sabía qué estaba pensando!
Natalie estaba tranquila también.
Toda la familia Hurtado estaba quieta.
Iker fue traslado a una escuela masculino, no necesitaba estudiar con las niñas. Laura se preocupaba que Iker disgustara a las niñas, pero considerando de que él fue rodeaba por las niñas y no pudo concentrarse en estudio, al fin estaba de acuerdo al traslado de escuela.
Los días pasaban tranquilamente.
Pero un día Laura recibió un correo.
Ella viendo sorprendentemente al correo para ella, en su sobre no tenía nombre y dirección de remitente. ¿Quién mandó este correo a la casa de Hurtado? ¡Era muy raro!
Abrió el correo, fue un correo imprimido en la que escribió algunas informaciones sobre el accidente de su padre Nicolás.
El accidente de ocho años antes.
¡El chofer de aquel día era Oscar!
¡Laura se quedó atónita!
La muerte de su padre estaba relativa con Oscar.
Laura se asombró mucho.
Justamente entró Oscar en este momento, vio que Laura se quedó congelada, estaba un poco sorprendido, -Laura, ¿qué te pasa? ¿Alguien te escribe?-
-¡Laura! ¡De toda forma fue mi error! ¡Tu papá murió por mi culpa!- la voz angustiosa de Oscar llenaba de dolor y arrepentimiento, -¡Lo siento mucho a ti, lo siento mucho a tu papá!-
-No digas más.- Laura gritó, volvió a mirar para fuera de ventana, había pasado tantos años, ella no quería preguntar a la policía sobre el accidente de aquel año, no quería enfrentar la tragedia de la muerte de su padre, pero muchos años después, ¡ella sabía inesperadamente que su padre murió por culpa de su amor!
¡Ella no sabía a quién debía echar la culpa!
¡Su padre nunca había tomado alcohol!
Y después del accidente, Sandra dijo que el otro chofer era rico y poderoso, ellos no tenían el poder de luchar contra él, pero afortunadamente, les dio una doble de compensación, pero todo el dinero se utilizó en el tratamiento de Nico.
-¡Laura!- Oscar se bajó la cabeza con arrepentimiento, habló dolorosamente, como se fuera quitado la vida, sólo dejara un cuerpo, murmuró, -Alexia fue diagnosticada de perder la capacidad de embarazar, intentaba suicidar varias veces, la acompañaba por todo el tiempo, por eso ¡no fui a visitar a vosotros! Dejé que mi asistente se manejó, sé que mi explicación…-
-¡No digas más, no quiero verte! ¡Vete!- Laura volvió la mirada.
-Laura…- Oscar quería hablar, pero fue rompido por Laura, -No digas más, no quiero escuchar, vete.-
Oscar salió sin remedio.
Cuando escuchó que la puerta fue cerrada, Laura cerró los ojos silenciosamente, las lágrimas se cayeron de repente, el sol fuera de la ventana pinchaba su triste corazón.
No se sabía cuándo tiempo pasó, ¡ella quería visitar a su padre!
Pero una vez que abrió la puerta, vio que Oscar se paró fuera de la puerta, como un tonto, la miraba con la cara complicada y cuidosamente.
-Laura…-
Ella pasó a él rápidamente, caminó para afuera. Ella caminó rápido y rápido, temía que no pudiera aguantar a llorar y volver hacia él.
Ella se dio la vuelta, vio que él tenía los ojos rojos, y la agarró fuertemente, temía que cuando la soltara, ella iría a desaparecer.
Ella casi costó la fuerza de toda la vida para aguantar las lágrimas, -Oscar, ¡suéltame!-
-Me dijiste que no me dejarías, ¡no me dejarías de todos modos!- la cara de Oscar llenaba de dolor, -Laura, sé que la muerte de tu papá está relacionado conmigo, ¡estoy arrepentido durante estos años!-
-No he visto tu arrepentido, sólo sé que por tu culpa murió mi papá, mi papá murió en aquel accidente, ¡sólo sé que perdí mi papá, el que más me quiere en el mundo!- ella sonrió cruelmente, -Quiero estar tranquila, ¡no me molestes!-
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