El hombre con la máscara de zorro romance Capítulo 201

Debería ser infeliz en estos años. La enfermedad de Alexia siempre le hizo sentir culpable y los años hicieron que Oscar ocultara su naturaleza. Debería ser un joven alegre y un hombre muy amable...

La Casa Villacrés.

Max trajo a Amelia de vuelta.

Máximoy su esposa, Viviana Molina finalmente supieron lo que sucedió.

Amelia estaba callada, fue Max quien habló todo el rato.

Viviana lloró angustiada después de escuchar, nunca sabía que su hija había sufrido tanto. Corrió inmediatamente hacia Amelia y la tomó de la mano, pero antes de que pudiera decir algo, comenzó a llorar tristemente.

-Amelia, ¿por qué no me lo contaste? ¿Por qué no me dijiste algo tan importante?-

Amelia bajó la cabeza y se echó a llorar inmediatamente por las palabras de su madre.

-Mamá…-

Máximo estaba sorprendido de que Amelia dio luz a un niño y encima, ese niño se había desaparecido.

Su esposa le regañó y él también se culpó a sí mismo, si no fuera tan feudal, si no fuera siempre tan duro, ¡tal vez ahora habría tenido varios nietos!

-Papá, pase lo que pase, me casaré con Amelia, y, el niño está perdido, ¡quiero llamar a la policía para averiguar la verdad de ese año!- Max le dijo muy seriamente a Máximo.

Max le contó a Máximo lo sucedido, y luego, inmediatamente le pidió al discípulo de la comisaría que buscara al médico de la clínica privada de la Ciudad Verde.

Amelia estaba callada, solo lloraba sentada en el sofá.

Máximo se culpó aún más cuando vio a la niña llorando tan triste.

-Amelia, no llores, ¡seguramente encontraré el bebé! Pero encontrarle entre tanta gente no es tan fácil. ¡Necesito tiempo!-

Pasó una semana en un abrir y cerrar de ojos y Alexia fue dada de alta del hospital.

Serena sería enterrada después de una semana. Al ordenar sus pertenencias, Alexia encontró un diario que pertenecía a Serena. Cuando Alexia vio este diario, se quedó en sorprendida y emergió una profunda culpa en sí, fue un profundo sentimiento de culpable. Serena estaba loca.

Ella nunca pensó que el caso sería así.

Sosteniendo el diario, sintió culpable por Oscar y por Max en su corazón. No esperaba que Alonzo también estuviera allí. ¿Por qué? ¿Qué debería hacer ella?

***

Alexia se quedó allí sentada sosteniendo en mano el diario que Serena le había dejado, este diario realmente la sorprendió.

-Serena, ¿por qué hacías esto?- murmuró Alexia. Las lágrimas caían de una a una, el dolor y el sentimiento de culpa en su corazón se acumulaban lentamente.

-¿Alexia?- Felix la vio llorar cuando entró. -No estés triste, tu cuerpo todavía está muy débil.-

Alexia dio la vuelta y le miró, de repente sintió que ella no le merecía de él. Miró el rostro afilado y hermoso frente a ella, Felix era tan amable, y ella...

Las lágrimas cayeron de sus ojos. Alexia se sintió triste y pensó que todo parecía una broma. Indirectamente, se convirtió en una pecadora. Todo lo que hizo Serena la hizo sentir culpable.

-¡Felix!- la voz tensa de Alexia sonaba deprimida.

Agarró con fuerza su brazo, se hundió en sus brazos llorando, y enseguida, el torrente de lágrimas empapó su traje.

Alexia sollozaba con el dolor en su corazón. De repente soltó la mano de Felix y le miró con las lágrimas en su rostro.

-Felix, ¿por qué te gusta una mujer tan malvada como yo?-

Felix solo la observó en silencio, -¿Se necesita una razón para el amor?-

Recordó en Serena, quien amaba a Max locamente, ¿había alguna razón? Encima, ¿de verdad Max era tan bueno? ¿no? Era solo un hombre, y Alexia era solo una mujer. Le amaba y nada más. ¿Cómo podía explicarlo claramente?

-¡Felix! ¡Mujeres como Serena y yo deberíamos irnos al infierno!- Alexia pensó en todo lo que había hecho. Todas las relaciones complicadas que había tenido con esos hombres, solo era porque había desequilibrio en su corazón y culpaba a Oscar. Pero en este momento, se dio cuenta que su hermana y ella eran pecadoras.

-¡Si reconoces tus errores, puedes hacer correcciones!-

Todos vieron a Serena siendo enterrada hasta que su ataúd fue cubierto por losas, hasta que fue enterrada por completo.

Amelia de repente miró la foto de la lápida con emoción y gritó fuera de control, -Serena, ¿por qué me hiciste esto? ¿Dónde está mi hijo? ¿Dónde dejaste a mi hijo?-

Se emocionó de repente y todos se quedaron atónitos. Max la abrazó inmediatamente para apoyarla.

En estos días, desde que Amelia supo que el niño todavía estaba vivo pero no sabían dónde encontrarle, estaba sumida en el caos. No podía comer ni dormir bien. Solo quería saber dónde estaba el niño y si estaba bien o no.

Nadie notó que el cuerpo de Alonzo tembló por un segundo y enseguida recuperó la calma.

Pero Alexia dijo en ese momento, -Amelia, ¡lo siento! Sé que decir lo siento no puede compensar el dolor de tu corazón. También sé que Serena te lastimó. Por favor, perdónala, ya que ya se ha muerto.-

-Alexia, ¿cómo quieres que la perdone? ¡Me quedé sin hijo! Ella se murió y ya está, ¿y yo? ¿Dónde está mi hijo? ¿Qué debo hacer?-

El rugido de Amelia dejó a Oscar atónito. Él no sabía lo que sucedió.

Cuando se trataba del niño, Oscar parecía entender un poco, pero también estaba muy sorprendido ¿Cómo pudo Amelia tener hijos? ¿Qué diablos estaba pasando aquí?

Alexia tomó la mano de Amelia, -Amelia, el niño está aquí, el niño está muy sano, ¡perdóname por no saber dónde estaba el niño hasta anoche!-

-¿Sabes dónde está el niño?- Amelia levantó la vista sorprendida.

-Alexia, ¿de verdad lo sabes?- Max también se emocionó, temía haber escuchado mal.

Alexia asintió y miró a Alonzo, él simplemente volvió la cabeza y no dijo nada.

Alexia estaba un poco decepcionada, pero también un poco angustiada. Les dijo a Max, Oscar y Amelia,

-Max, Amelia, Oscar, espero que podéis aguantar, especialmente Oscar, espero que las próximas palabras que te digo lo puedas aguantar.-

El corazón de Oscar estaba lleno de ansiedad, pero asintió con calma, -¡Dime!-

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