El hombre con la máscara de zorro romance Capítulo 263

En la sala pequeña de reuniones.

-Jefa, ¿cómo puede ser que nuestra revista haya sido acusada de plagio? ¿Podrían ser compañeros del oficio que tratan de arruinar nuestra reputación?-

Bianca tenía una mirada deliberante, apretó con fuerza las manos y miró fijamente a Laura, por temor a perderse alguna reacción suya.

Como una de las participantes de la edición de la revista, también estaba presente en la sala de conferencias al haber un incidente grave.

Valeria cruzó las manos, su mirada se posó en la citación judicial, frunció el ceño e inconscientemente respondió a Bianca en lugar de a Laura.

-No hay posibilidad. Solo estamos en la primera edición de la revista. Aunque el volumen de ventas es bastante bueno, no hay punto de comparación con algunas buenas revistas de la industria. No ha llegado al punto de atraer la atención de compañeros de industria y menos para que nos saboteen por ello.-

-Pero…-

Al escuchar esto, Bianca se mordió el labio de mala gana, bajó la cabeza y murmuró una frase.

-Pero, ¿y si hay personas que solo hacen esto? Además, le pregunté a la jefa, y tú no puedes representar a la jefa.-

Valeria reaccionó, dándose cuenta de que no debería hablar así, miró a Laura y no pudo evitar dar un suspiro de alivio cuando vio que Laura no tenía ninguna reacción extra.

Pero rápidamente escuchó las quejas de Bianca, volvió a fruncir el ceño. Pero como Laura y los otros compañeros estaban presentes, no dijo nada más.

Laura tampoco esperaba que tendría tantas dificultades, una tras otra, en su camino de emprendimiento. No hacía mucho tiempo que había terminado el anterior problema y ya vino este inmediatamente. Bajó la cabeza y no pudo evitar suspirar.

-Lo que dice Bianca no es imposible. Primero, que el departamento legal de la empresa se comunique con la persona que nos demandó. Veamos antes cuál es la situación específica, cuáles son las demandas de esa persona y si se puede solucionar, sería lo mejor.-

Al principio, Laura pensaba lo mismo que Valeria. No pensaba que nadie se tomaría tantas molestias para atacar a una empresa recién fundada, pero el ejemplo de Antonio estaba justo allí, y no había pasado tanto tiempo desde que sucedió lo aquello.

Por lo que, Laura aún decidió creer en el razonamiento de Bianca. Tal vez este círculo era justo así, había que pelear ferozmente cuando acababan de empezar.

-Jefa, creo que esta medida no es suficiente.-

Valeria miró a Bianca y luego volvió a proponer su sugerencia.

-Aunque puede ser un problema del oponente, será mejor que también revisemos la revista en sí. En caso de que sea nuestro problema, pero nos aferramos a los errores del rival, puede provocar graves influencias en la opinión del público sobre nuestra revista.-

Cuando Bianca escuchó esto, su corazón temblaron, se sintió muy nerviosa.. Levantó la cabeza y miró a Valeria con incredulidad, como si no pudiera creer lo que había dicho.

-Editora jefa, entonces, ¿estás diciendo que sospechas que alguno de nosotros está plagiando?-

Valeria miró a todas las personas sentadas en la sala de conferencias. Al final, miró a Bianca durante mucho tiempo, hasta Bianca que se sintió incómoda, y entonces pasó a mirar a otra persona.

Explicó, -No estoy diciendo nada, solo creo que es mejor llegar hasta el fondo en este tipo de cosas. En cuanto a los empleados de nuestra empresa, por supuesto que les creo a todos.-

Aunque Valeriadijo eso, Bianca seguía sintiendo que eso iba por ella. Además, si eso fuese revelado, no la haría ningún bien.

Al pensar en esto, Bianca miró hacia todas partes, y finalmente se posó en Rigoberto Semprún que estaba a su lado. Las comisuras de su boca se apretaron en una línea recta, y reprimiendo el pánico de su corazón, rápidamente dijo, -Aunque digas eso, editora jefa, si ya has decidido hacer una revisión, sigues demostrando que no confías en nosotros. Además, antes de eso, se había revisado el contenido de nuestra revista, y tú has leído los resultados de la revisión. No había problemas, y entonces dimos el siguiente paso.-

La revisión del contenido de la revista estuvo a cargo de Rigoberto. Tan pronto como Bianca dijo esto, Rigoberto se enfadó de inmediato.

-Sí, editora jefa. Aunque entendamos que lo haces por el bien de la empresa, hay algunas cosas que no podemos decir sin pruebas. Antes de esto, se había revisado el contenido de la revista de si había alguna repetición. También utilizamos un software especial para consultarlo. El resultado de la consulta era obvio, no había repetición en absoluto. Se podía garantizar que todo nuestro contenido era original. Ahora está solicitando una nueva inspección, ¿acaso no es porque no confías en nosotros?-

Rigoberto nunca se llevó bien con Valeria. Esta vez, Bianca le dio una causa para empezar la discusión. Por lo que la usó sin demoras y empezó a cuestionar a Valeria.

Cuando los otros empleados en la reunión escucharon las palabras de Rigoberto, también pensaron que tenía razón. Después de todo, ningún autor literario podía soportar que los demás cuestionaran la originalidad de sus obras.

-Así es, editora jefa, no creo que la revisión sea necesaria. Después de todo, hemos revisado en detalle cada contenido antes de que se publicara la revista.-

-Si hacemos ahora este autoexamen y alguien se enterase, ¿no sería prueba de nuestra culpabilidad, que, en vez de apelar, estemos buscando nuestros propios fallos?-

-Eso-

Bianca dijo también al lado, como si no se hubiera dado cuenta de que todas estas disputas habían sido provocadas por ella.

-Editora jefa, nuestra principal prioridad es averiguar quién es el rival y por qué lo hace, y después retroalimentar a tiempo esa información al público. El impacto en nuestra revista será mínimo solo si tenemos una actitud firme.-

Valeria no había hablado en todo el tiempo y permitió que los empleados la cuestionaran. Echó una mirada profunda a Bianca y a Rigoberto, luego se volvió para mirar a Laura y dejó la decisión a manos de Laura.

-Jefa, ¿qué opinas de este asunto?-

Laura golpeó la mesa con los dedos, ya fuera Valeria o fuera Rigoberto, ambos tenían su parte de razón.

.Al pensar en esto, Laura cerró los ojos. Sentía que emprender un negocio no era tan fácil como pensaba, pero afortunadamente, también era una persona que había visto mundo.

El Grupo Rasgado antes solo tenía más problemas y nunca menos.

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