El hombre con la máscara de zorro romance Capítulo 297

-¿Que parece mucho a mí?-

Oscar estaba un poco desconcertado por las palabras de Laura, -¿Estás segura? Puede ser una coincidencia, pero en esta generación, mi padre solo tiene un hijo y soy yo. Por lo que, ¿es posible que te hayas confundido o algo?-

-No sé cómo decirlo.-

Laura no podía estar segura de esto. Desde el fondo de su corazón, también pensaba que se había equivocado. Tal vez estaba pensando demasiado, pero la actitud de oliva era muy extraña.

Especialmente cuando mencionó a Oscar. Aunque lo negó, no parecía que no le conociera en absoluto. Especialmente, algunas de las acciones de oliva también eran muy extrañas.

Pero Laura no podía explicar dónde estaba exactamente el problema.

-¿Estás seguro? Pero esa persona realmente se parece a ti, y vuestros nombres también son muy similares. Tu nombre es Oscar y su nombre es oliva. Suena el nombre de un hermano y una hermana.-

Oscar tampoco esperaba que se encontrase con un asunto tan extraño cuando solo fue a firmar un contrato.

Pero podía estar 100% seguro de que creció sin hermanos o hermanas de la misma edad, especialmente aquellos que se parecían mucho a él.

-Déjalo, ¿y si volvemos y se lo preguntamos a mi padre?-

A Oscar también le parecía muy raro, y Laura nunca diría eso sin razón. Levantó la mano y apretó ligeramente las cejas antes de suspirar exhausto.

En el camino de regreso, Laura se giró y vio la mirada inquieta de Oscar. De repente se sintió muy culpable.

-Oscar, no lo pienses demasiado. Puede que solo sea una coincidencia, además, ha pasado ya tanto tiempo. Si de verdad tenéis alguna relación, es imposible que no hayas escuchado nada nunca.-

-Tienes razón.-

Oscar asintió con la cabeza, pero pensó en más que eso, solo que nada era concluyente ahora, y no podía decirle a Laura sobre su suposición.

Cuando llegaron a casa, Emma estaba en la puerta, y cuando los vio, mostró una gran sonrisa.

-Señor, señora, habéis vuelto. No sabéis lo increíble que ha estado el señorito hoy. Ganó el primer premio en la competición municipal de química. Los otros niños de la edad del señorito probablemente ni siquiera saben lo que es la química, sin decir que sean tan buenos como nuestro señorito y pudieran ganar competiciones.-

-¿Sí?-

Aunque la mente de Oscar no estaba en esto, no pudo evitar sentirse contento cuando escuchó que su hijo era tan inteligente.

-Eso es genial.-

Cuando estaban hablando, Iker vino corriendo y sostenía en la mano una cosa similar a un certificado.

-Papi, mami, mirad. Iker he ganado un premio. Había muchos niños mayores que no han podido superar a Iker.

-Nuestro Iker eres tan bueno.-

Laura abrazó a Iker con fuerza, inclinó la cabeza directamente y le besó en la cara.

Junto a ella, a pesar de que Oscar se estaba conteniendo por la vergüenza, sus ojos no pudieron evitar mostrar un poco de emoción y entusiasmo.

-Nuestro Iker eres tan inteligentes que puedes ganar incluso en una competición tan difícil.-

Iker sonrió y con cara de orgulloso, -Todo esto es un juego de niños. Quién iba a saber que esos niños fueran tan tontos, ni siquiera sabían responder a ejercicios tan simples.-

Laura todavía pensaba en los asuntos de Oliva y no jugó demasiado con Iker. Miró a mayordomo y le hizo un gesto con los ojos para que se llevara a Iker primero.

Mayordomo asintió rápidamente, indicando que lo había entendido.

-Señorito, ya es casi la hora para que empiece los dibujos animados que estabas viendo recientemente. Vamos a verlo rápido, ¿no tenías curiosidad por el final de boss ayer? Si nos perdemos el principio, podría acabarse en un rato.-

-Es verdad, entonces vamos a verlo.-

Iker asintió con fuerza. Su atención se centró de inmediato en los dibujos animados. Después de despedirse de Oscar y Laura, salió del salón.

Una vez más, solo quedaron Oscar y Laura en todo el salón.

Laura levantó la cabeza y miró a Oscar, que tenía el rostro serio. Le dio dos palmaditas en el hombro y le consoló, -Tal vez papá sepa de esto. Oscar, deberías ir a preguntarle. Si sólo es una coincidencia, por supuesto que es bueno, pero si no lo es, deberíamos prestar atención.-

-Lo sé.-

Oscar asintió con la cabeza, -¿No vienes conmigo? Después de todo, eres tú quien te diste cuenta.-

Laura pensó por un momento y finalmente negó levemente con la cabeza.

-Yo no voy. Después de todo, esto puede ser la privacidad de papá. Él seguramente no quiera que lo sepa su nuera, y si solo estáis presentes padre e hijo, podéis hablar con libertad.-

Después de que Oscar lo escuchó, no pudo evitar conmoverse. Bajó la cabeza y besó la frente de Laura suavemente.

-Laura, gracias, siempre eres tan empática y eres capaz de pensar en cosas en las que nunca pensé.-

-Tonto.-

Laura se rio bajamente, -Somos marido y mujer, somos uno. Nunca tienes que disculparte conmigo.-

-Vale.-

Oscar abrazó a Laura con fuerza y se conmovió cada vez más. Quizás esto era lo que decía el proverbio: “Con una mujer así, que más podía pedir el esposo”.

Cuando Oscar encontró a Lorenzo, Lorenzo estaba pescando en el estanque del patio. Aunque los pocos peces que había en él eran criados por ellos y la carne también era muy desagradable y aunque los hubiera pescado, tendría que soltarlos después. Pero bastaba con que Lorenzo fuera feliz.

-Papá, ¿estás libre ahora? Tengo algo que preguntarte.-

Cuando Lorenzo le escuchó y se dio cuenta de que era Oscar, la expresión de su rostro se suavizó un poco.

-Sí, dime.-

Oscar apretó los labios, parecía dudar de cómo debía decirlo. Pero no pensó por mucho tiempo, porque sabía muy bien que a su padre no le gustaban los procrastinadores, así que preguntó sin rodeos.

-Papá, además de mí, ¿tuviste otra hija o hijo?-

Al escuchar esto, Lorenzo se sorprendió, ni siquiera notó que la caña de pescar se enganchó al borde del estanque.

Parpadeó y, después de un largo tiempo, habló con poca naturalidad, y sus ojos evitaron inconscientemente a Oscar.

-¿Qué pasa? ¿Por qué de repente me preguntas eso? Por supuesto que eres mi único hijo.-

Tan pronto como Oscar vio el estado de Lorenzo, supo que algo andaba mal.