El hombre con la máscara de zorro romance Capítulo 313

Por la noche, Laura informó a Oscar sobre lo que dijo Olivia.

-¿Qué acabas de decir? -dijo increíblemente Oscar, con un tono obviamente alto.

Laura se puso sonroja, lo que se vio muy hermosa bajo la luz de la lámpara de cristal, -No sé cómo te lo explico. ¡Ay! Es que Olivia cree que nadie es mejor que mí para este rol, pues me pide protagonizar la serie.

Después Laura bajó rápidamente la cabeza, mientras sentía vergüenza.

Hablar sobre esto le hizo embarazada.

Oscar parpadeó, después de una sorpresa temporal, se mostraba muy contento.

-¿Dices que podré verte en la tele?

-Creo que sí.

Laura apretó tímida los labios, todavía no podía aceptar el cambio de la identidad.

-Pero, Olivia tiene una gran demanda de actores y, además, nunca actúe en una serie antes, es posible ser reemplazada posteriormente, por eso, no aseguro si puedes verme en la tele o no.

-No dices así.

Cuando la vio estar nerviosa y inquieta, Oscar soltó involuntariamente un suspiro, mientras se esforzaba por controlar el celo brotando del corazón. Luego la abrazó con fuerza.

-Deja de pensar demasiado, no habrá problemas. Si ella te cree en la capacidad, ¿por qué no crees en ti misma?

Tenía razón. Laura bajó la mirada y se dejó apoyarse en sus brazos. Sentía el pecho ancho y fuerte del hombre, lo que hizo que la inquietud y la ansiedad se calmaran de repente.

-Muchas gracias, Oscar, siempre me guías cuando estoy perdida.

-Tontita, no pienses tanto y además, entre nosotros dos, nunca tienes que dar las gracias -de nuevo Oscar la abrazó con fuerza para que ella sintiera la seguridad cumplida.

Laura asintió con la cabeza, cuyos brazos blancos como nieves rodeaban por la espalda ancha y cuya cabeza se sumía en los brazos.

-Oscar, ¡qué bueno! Pude conocerte.

Aunque en ese momento se habían encontrado de una forma menos preciosa, por suerte, Laura no pidió el encuentro de los dos, ni abortar.

Por el contrario, dejaba que todo fuera con la corriente, así que tenían la vida de hoy.

Laura se sumergía en los recuerdos, sin darse cuenta de sus acciones y el lugar donde estaba tocando.

Oscar entrecerró los ojos, mientras sentía que alguna parte del cuerpo estaba erecta, por donde un calor fluía hacia otras partes del cuerpo. Su nuez de la garganta rodó dos veces y su voz se quedaba ronca.

-¿Realmente piensas que soy tan bueno?

-¿Qué?

Laura no escuchó lo que acababa de decir, por eso levantó la cabeza para ver, sin esperar toparse en sus ojos profundos. Después de todo, eran parejas desde hacía muchos años. Laura se puso más roja de repente, obviamente pensó en algo.

Hasta ese momento Laura se dio cuenta de que había algo contra su culo, eso era…

Laura apretó los labios con fuerza, con una cara extremadamente sonroja.

-¿Por qué estás haciendo esto?

-¿Qué estoy haciendo?

Oscar bajó la cabeza y le dio un soplo alrededor de la oreja blanca y tierna, por donde el aliento ardiente fluía. Laura temblaba de sensibilidad por todas partes del cuerpo.

-Deja de hacerlo, lo digo en serio.

Oscar sonrió en voz baja, cuyos dientes le apretaron de nuevo la oreja sin cesar de frotar.

-Todavía no me contestas la pregunta recién, dices que es bueno conocerme, pero Laura, realmente quiero saber cuánto bueno es, me satisfarás con esta pequeña petición, ¿verdad?

Aun teniendo un poco emoción por dentro, se tranquilizó completamente ante las acciones de Oscar.

Con las manos blandas contra el pecho duro del hombre, los brazos que le habían dado una sensación segura antes ya se convirtieron en el pánico y el descontrol.

-De verdad, ¿por qué siempre piensa en esa cosa en cualquier momento?

Oscar ignoró la reclamación de Laura, y se esforzó por estrecharla, mientras insistía en preguntarle.

-Por eso, me falta la contesta, ¿qué te parece? ¿Realmente me pienses bueno? ¿en qué partes crees que soy bueno?

-Yo no lo sé, no creo que sí.

Laura estaba sumamente embarazosa. Oscar no la soltó, por el contrario, se volvió más agresivo. Finalmente Laura se tembló, -Eres una mala persona, una mala persona de principio a fin, nadie te piensa bueno.

-¿De veras?

Después de escucharla, por motivos que se desconocían, él sonrió más fuerte y la presionó en la cama, mientras no se olvidó de sostenerle la espalda para evitar el choque.

-Realmente me pones triste, de ser así, voy a dejar la amabilidad, y te haré saber qué es lo malo.

Tan pronto como dijo, el hombre le apretó directamente los labios a la mujer, sin dejarle ninguna oportunidad de decir.

La lámpara de cristal brillaba, emitiendo las luces tenues y ambiguas. Laura se hundía en le edredón suave con una cara colorada, como un pez que acababa de salir del agua, respirando con la boca.

Una lágrima clara como el cristal se le cayó por el rabillo del ojo. Laura cerró los ojos, mientras subconscientemente soltaba los gemidos insoportables.

-Basta, Oscar, suéltame.

Sin embargo, el hombre que causó todo esto no se detuvo sino que se intensificó cada vez más y, mientras tanto, le insistía en preguntar.

-Así pues, todavía no me contestas, ¿en qué parte me gustas?

Después de decirlo, el hombre se esforzó por chocar, lo que hizo a la mujer gemir. Y luego añadió con orgullo, -¿Está eso aquí?

-¡Qué va!

Laura estaba bastante avergonzada. Levantó la mano débil y intentó pelear a Oscar, pero sin esperar que fuera capturada por Oscar.

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