El hombre con la máscara de zorro romance Capítulo 331

-Si las dos personas simplemente se aprecian mutuamente y no tienen un comportamiento escandaloso, el hombre es llamado como competidor.

Después de contestar a la pregunta de Iker con sonrisa, Ichiro tomó su cabello con mucho cariño.

-Niño, ¿tienes otras preguntas? Te contestaré con lo que sé.

En un instante, Iker no sabía qué debía decir, porque esta pregunta ya estaba fuera de su conocimiento.

Oscar permaneció callado desde hace poco hasta ahora y finalmente no podía aguantar más. Dio un paso hacia adelante, se paró ante Iker y miró de enojo a Ichiro.

-Iker ya no tiene más dudas. Gracias al Señor Matsuda por la contesta. Pero Laura y yo somos padres de Iker. Incluso si él tiene otra pregunta, le contestaremos. Dicen que recientemente la Familia Matsuda se encuentra con un competidor potente en los negocios. Señor Matsuda, ya no tienes tiempo ni para tus propios asuntos, pero todavía tienes tiempo de sobra para cuidar de mi mujer.

Ichiro sonrió levemente y absulotamente no tenía la intención de confrontar a Oscar. Él se volvió para mirar a Laura cuya voz se volvió más suave.

-Bueno, Laura, me voy primero. Voy a verte mañana.

-No hace falta.

Laura miró a Oscar con fijación y dijo estas palabras sin pensar. Cuando se dio cuenta de lo que había dicho, en seguida le explicó a Ichiro avergonzada.

-Señor Matsuda, perdón, no es así. Lo que quiero decir es que estoy casi recuperada completamente, entonces mañana quizás saldré del hospital. Justamente estás ocupado en el trabajo de tu empresa, por eso, no te hace falta venir a verme más.

-Está bien.

Los ojos de Ichiro parpadearon y asintió con la cabeza.

-Entonces, hasta luego. Me voy primero.

-Bueno.

Laura asintió con la cabeza con una expresión de educación e indiferencia,

-Señor Matsuda, muchas gracias por cuidarme estos días.

Sin embargo, tan pronto como Ichiro se fue, la expresión de Laura se volvió frío.

Como Iker todavía estaba aquí, ella no dijo nada excesivo, pero su actitud indiferente era muy obvia.

-Iker, voy a la casa del abuelo por unos días primero. ¿Quieres visitar a los abuelos conmigo?

-Quiero ir.

Los ojos de Iker se brillaron y rápidamente asintió con la cabeza.

-Mamá, ¿cuándo vamos? Llevo mucho tiempo sin ver al abuelo.

Oscar lo oyó a un lado, sin ocuparse en seguir sintiéndose incómodo. Su rostro se obscureció y abrazó directamente a Iker por la cintura.

-Iker, ya que echas de menos al abuelo, más tarde te llevaré allí. En cuanto a tu mamá, todavía está enferma, así que no irá allí primero.

-¿Por qué tomas...? -Laura quería preguntarle por qué Oscar tomó la desición por ella.

Los ojos de Laura se abrieron grandes, ella levantó la cabeza para mirar de enojo a Oscar pero tenía en cuenta que Iker todavía no sabía nada, luego no dejó las palabras salir a la boca.

Oscar entregó a Iker al mayordomo en sus manos, luego regresó a la sala y miró a Laura con mucha disculpa.

-Lo siento mucho, Laura. Ese día estaba demasiado impulso.

-No te disculpes. No has cometido nada de error.

Laura no dio ni una mirada a Oscar. Como ahora Iker no estaba, radicalmente no le hacía falta ocultar su insatisfacción.

-¿Qué error tienes? Eres el presidente del Grupo Rasgado. Así que es lógico no permitir a tu esposa hablar con su amigo. Lo sé. Soy tan caprichoso, sin darse cuente de tus sentimientos -dijo con frialdad.

-No es así.

Oscar se volvió ansioso y rápidamente se acercó a ella y la abrazó apretadamente.

-Laura, nunca tengo esta idea.

Las manos de Oscar apretaron los hombros de Laura, él metió la cabeza en los abrazos de Laura y habló tristemente.

-Ese día, por la tarde, alguien me llamó y me dijo que tuviste cita con Ichiro y él te llevó al hospital abrazándote. Al principio, no creí esto pero también me preocupaba mucho de tu seguridad, porque en muy buen estado, no sabía por qué fuiste al hospital. Fui al hospital, ni siquiera continué con la reunión de la empresa. Al final, tan pronto como llegué fuera de la sala, os vi a Ichiro y a ti abrazándose, y además, estabais íntimamente...

Diciendo hasta aquí, de repente Oscar se sintió triste porque se le recordaba que lo que sucedió entre ellos los dos dentro de la sala esa tarde cuando acudió allí. Simplemente sintió algo tapado en su garganta y no podía decir más por un tiempo.

-¿Qué más?

Los ojos de Laura parpadearon. Todavía se sintió muy enfadada en su corazón, pero después de oír la explicación de Oscar, se le recordaba lo pasado de ese día cuando fue prescribida una medicina, adivinó algo en adentros pero no podía creerlo.

Porque esa persona obviamente se vio tan amable y además no pareció ser alguien que iba a usar los medios despreciables.

-Estabais besando.

Oscar se sintió más agraviado mientras hablaba.

-En aquel entonces, estaba deslumbrado por la ira, y más tarde, hablaste por ese hombre. Estaba tan enojado como triste, entonces dije algo que te dañó, pero no lo hice de propósito. Después de regresar, he pensado mucho. Durante estos días cuando no te vi, pedí a alguien que investigara el proceso del asunto y descubrí que realmente te he malentendido.

-¿Entonces?

Laura dejó a Oscar abrazarla, pero la mirada aún no se veía bien.

-Ya habías descubierto que fue un malentendido, pero, ¿por qué no viniste a visitarme?

Oscar no podía hablar más.

Cuando el hombre dijo esto, se atragantó de pronto y las orejas se volvieron rojas gradualmente. Él titubeó por un tiempo y observó cuidadosamente la expresión. Vio que Laura ya estaba impaciente, entonces habló.

-Sé que mi comportamiento de ese día era irrazonable. Tenía miedo de que te enojaras, entonces no me atreví a venir a buscarte. Pero ese hombre descarado viene a verte cada día, y además, frente a nuestro hijo, implicó grandiosamente que te decepcioné.

-Realmente me has decepcionado.

Hace poco cuando Oscar hizo la explicación, realmente Laura ya no estaba tan enfadada, especialmente en este momento, cuando ella vio su expresión lastimera como niño, aguantó las ganas de reír, fingiendo hablar solemnemente.

-Si sucede algo, puedes hablar conmigo para conseguir la verdad. Además, hemos pasado mucho juntos y tener un hijo, pero no confías en mí sino en un desconocido. Realmente me has decepcionado.

-Lo siento mucho, Laura.

Oscar tomó los hombros de Laura con ambas manos y hizo que ella enfrentara a él.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: El hombre con la máscara de zorro