El Idiota De Mi Jefe (COMPLETA) romance Capítulo 12

Esto ya es el colmo, aún no lo supera yo ya lo avía superado pero él no.... ¡No!.

Estaba en la cocina, regañando a Luke porque quemó los huevos y ahí pura ceniza en el sartén.

—Encerio Luke -lo miro- solo tenías que mover el huevo y cuidar que no se quemara.

—Es mucha ciencia para mi -Se cruza de brazos y mira a otro lado- el huevo estaba mal desde un principio.

Ruedo los ojos, este es la tercera vez, solo me fui al baño y el quema el huevo, si me hubiera tardado más de seguro quema la cocina, si ya quemó el huevo y un trapo no dudo que queme la cocina.

—Inténtalo de nuevo -suspiro- solo baja le a la lumbre y cuida el huevo, hasta que veas que la clara se coso bien ya... Está.

—Mejor pidamos pizza o comida china -Se recarga en el refrigerador- no debí dejar que Marta tuviera el día.

—No, seas tan Luke y hazlo.

—No se que es peor si mi madre o tú.

—¡Ah! Yo no soy mala, solo me pediste que te enseñará a cocinar y eso estoy haciendo.

—Bien, pero ya vimos que no soy bueno a si que ahí que dejar lo aquí.

Lo more mal y luego me tenso completamente, puse el huevo en una bolsa y lo tiró a la basura luego lavo los trastes y camino a la sala por mis cosas.

Luke ve cada movimiento que hago y me pongo nerviosa.

—Bien, ya me voy -me jiro y doy un paso atrás torpemente- q-que haces.

Luke estaba muy pegado a mi sus ojos me miraban de una forma inexplicable, solo me tenían embobada.

—¿Luke? -da un paso al frente y yo atrás el da otro y yo no pude dar uno atrás ya avía tocado la pared- Luke.

Lleva una mano a mi mejilla y me tense por un momento, sus ojos pasaron por todo mi rostro como si lo estubiera memorizado.

—Tienes unos ojos bien hermosos -dijo en un susurro

Parpadeo y siento como mis mejillas toman un color carmesí, ultimadamente cada cosa linda o significante que me diga Luke me pone en este estado, donde un sinfín de emociones me invade.

—Te afectó mucho el olor a quemado -mi voz nerviosa se hizo presente y Luke sonríe.

—¿Te pongo nerviosa? -su risa divertida me saca de mis casillas.

—No -dije sería.

—Si como no.

Se hacerca a mi y su frente pega con la mia, su aliento a menta me encanta, sus ojos tan cerca hizo que viera un brillo en ellos que nunca note.

Mis piernas me tiemblan y mi falta de oxígeno se hace presente.

—Me estás volviendo loco.

—Hum... Y.... Eso es ¿Bueno? O ¿Malo?.

—Bueno, porque....

Un ruido no alerta y miramos a la cocina donde Provino.

Cuando voy a ver qué fue eso que Luke se pasa enfrente de mi negando con la cabeza, caminamos lento a la cocina y asomamos solo la cabeza, abía sartenes en el piso y tapetes e cucharas, entró dejando a Luke, paro al seco al ver una bola peluda mordiendo una cuchara.

—¡Dios! -grito.

—¡Que, que pasó! -luke llega detrás de mí y me abraza con una rapidez que si no me caigo.

—su.... ¡Suéltame! -salgo de su agarre y tomo en mis brazos a la bola peluda- mira.

Luke al ver al perrito que tengo en mis brazos se asusta pero luego ya no.

—¡Que, es eso!

—Un perrito, tonto.

—Si ya lo noté - se queja.

—Porque no me dijiste que tenías un perrito -miro al hermoso perrito blanco con café y sus hermosos ojos verdes me enamoran.

—Sera por qué no tengo uno.

—Como de que no y esto que es -lo señaló

—De seguro a alguien del lugar se le escapó y llego hasta aquí, pero encerio yo no tengo ningún perrito.

—Pero que cosa más bonita.

Camino a la cocina y el perrito empieza a querer lamer mi cara.

—Jajaja, no.

—Esa cosa, no me da buena espina.

—Cayate es una cosa hermosa, solo míralo.

Intenta tocar su cabecita y el perro le gruñe e intenta darle una mordida.

—¡Ah! ¡Esa cosa es una amenaza!

—No, solo sabe que tú eres una persona mala que explota a su secretaria y que también eres un sopenco.

—Dis... culpa -dice dolido- yo no te explotó Lili.

—Claro que si, y el lo sabe.

Alzo al perro y lo hacerco a el, este le ladra y gruñe.

—No, lo niegues.

Camino a la sala y juego con el perrito, si en mi edificio me dejarán tener perro y mi madre ya se cura podría tener  pero lamentablemente no se puede.

—Si tan solo pudiera llevarte conmigo. -susurro.

—Y ¿Porque no? -luke se sienta a mi lado.

—En mi edificio no permiten tener mascotas y por lo de mi mamá...

—Ya veo, pero tu mamá ya estará bien, y lo de tu edificio hum....

—Si, siempre eh querido uno de estos.

Toma a la bola de pelos y lo acuesto en mis piernas para sobarle la pancita.

—Bueno... Está cosa que me odia, vivirá aquí -lo miro- es tuyo el perro pero lo dejas aquí y lo puedes venir a ver cuando quieras.

—Hum... ¿Encerio? -asiente- ¡Gracias!.

Lo abrazo y le doy un beso en la mejilla, me separo de el y tomo a bombón en mis manos.

—Escucha bombón, vivirás aquí con este Idiota que no sabe cocinar, yo vendré todos los días.

—¿Idiota?

—Si, lo eres -sonrio al recordar algo- Simón sabe cocinar.

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