El Idiota De Mi Jefe (COMPLETA) romance Capítulo 37

Abro los ojos como platos mirando a Mateo quien voltea a ver al hombre a mi lado y le sonríe.

Mi corazón se acelera y solo cuento los segundos para que al fin las puertas del elevador se habrán y salga lo más rápido posible de hay.

Mi guardaespaldas que se metió conmigo mira a la persona a mi lado analizando lo.

—Desde hace años -respondo al fin- pero más cuando llegue aquí a Italia.

Con mis dedos peino un poco el cabello de Mateo, quien no quita los ojos de el.

—Lili -escucho como da pasos hacia mí pero lo detiene Make.

—Detenga se -dice con voz firmé.

Me muerdo el labio y despacio volteo al fin a ver lo, vestía un traje color azul marino que ya había visto y que me encantaba, pero lo que hizo que mi corazón se acelerar más de lo que ya estaba amenazando con salir de mi pecho eran esos ojos café oscuros que tanto me gustaban.

Esos ojos que aparecían en mis sueños todos las noches haciendo me despertar con lágrimas en los ojos.

—Tranquilo, Make -me mira- está bien.

—Ok, señorita Lili -lo mira por última vez y se aleja un poco de el.

Lo miro y el tenía la mirada puesta en Mateo quien pedía ser cargado por el.

Cómo instinto creo que Mateo sabe que el es su padre.

—¿Que te trae por aquí? -su mirada cae al fin en mi y me pongo muy nerviosa.

—Vine a hablar con el dueño de la empresa -por lo que veo no sabe que soy yo- tengo un proyecto en mente y quiero hacer lo con el.

—Oh...

Las puertas de elevador se abrieron y salgo de hay, Luke estaba tras de mí y Make a mi lado.

Cuando salí del elevador todos los trabajadores, me voltean a ver.

—Buenos días señorita Lili.

—Buenos días.

—Señorita, Lili acaba de llamar su madre, quiere saber ya está listo todo lo de su vuelo.

Paro mi caminata a mi oficina y volteo a mirar la, era una chica alta cabello castaño y ojos cafés claro, vestía un vestido muy corto para mi gusto.

—Di le por favor que hable de eso con mi hermano -le sonrió- el está haciendo todo.

—Ok, señorita.

Veo como sus ojos caen en Luke iluminando se, se arregla su vestido y mueve las caderas de un lado a otro, Luke al ver a la chica que estaba haciendo la seducción del ganso le sonríe. Mi sangre hervía del coraje ¿Dos años han pasado y me siento a si? ¡Santo Dios!

Me aclaro la garganta y está me mira.

—Si eso es todo, continúe con su trabajo.

—Si.

Antes de irse, lo mira una vez más yo solo pongo los ojos en blanco y camino a mi oficina cabreada, entró a este y Make se sienta en los sofás, me siento en mi escritorio y saco unos juguetes de la bolsa para Mateo.

—Veo que no pierdes el tiempo -suelto- en busca de chicas.

El se sienta y una sonrisa divertida aparece en su rostro.

—Te molesto.

—¿Que? -bufo- por favor, eres mi pasado que he olvidado ya, por qué me tiene que afectar.

Sus ojos se oscurecen y con ellos sus hombros de tensan, al parecer no le gusto para nada mis palabras pero que puedo decir a mi tampoco me gustó lo que dije pero tenía que ser fuerte y no dejar caer en la tentación.

—Soy tu pasado que ya olvidaste -dice frío- pues déjame decirte que tú para mí no.

Lo miro sorprendida debo de admitir que esas palabras si me afectaron y mucho pero no lo demostraré.

Antes de responder le unos golpes en la puerta se escuchan y se abre.

De ella aparece Andrea con una carpeta negra.

—Lili, lamento molestar pero... -sus ojos caen en Luke y se tensa- ¡Dios interrumpí algo importante! -dice asustada.

—No te preocupes Andrea -me levanto y me hacerco a ella.

—No pensé que estuvieras con alguien...

—Mujer, tranquila -le sonrió.

Me pasa la carpeta y leo los papeles, era de lo de Luke me habló en el elevador.

—Ah si que quieres unir las empresas -lo miro.

—¿Que?

Levanto la carpeta.

—De tu, proyecto.

—Ah... Si tengo que hablar con el presidente oh... Se me hará tarde.

Andrea ríe a lo que él lo mira frunciendo el ceño.

—Ya estás con el -me hacerco y le extiendo la mano- soy Lili Méndez Miller, dueña de esta empresa o presidenta, encantada de conocerlo señor Luke Rain Mayer.

Luke se me queda viendo y como robot extiende su brazo sin despegar sus ojos de mi.

—Vaya, sorpresa, no sabía que...

—¿Que? Era yo, bueno que te puedo decir -miro Andrea- puedes traer unas bebidas y también para Mateo.

—Claro.

Me siento de nuevo y leo los papeles atentamente que no se me pase para nada un detalle, leo para regresar a la segunda hoja y regresar a la cuarta, acabando miro a Luke quien está mirando me con una sonrisa.

—¿Que?

—Nada, es solo que te vez muy sexy en modo jefa.

Tozo y siento como mis mejillas agarran un color carmesí.

—Con su proyecto será difícil, tengo que hablar lo con Pablo si está de acuerdo, es bueno el objetivo que quiere llegar y que nos beneficia a las dos empresas pero tengo que hablar lo con el.

—¿Por que no tú?

—Apenas ocupe mi lugar -lo miro- soy nueva en esto y en algunas cosas tengo que hablar con a mi hermano.

—Esta bien.

Mateo empiezo a chillar de repente asustando me, lo miro y estaba jugando con una pluma que le rayo su manita.

—Amor, no se juega con eso -Se lo quito de las manos y me mira, sus ojos se cristalizan- ten mejor esto.

Le doy su juguete de llaves que el con mucha alegría empieza a menear los.

—¿Es tu hijo? -lo miro.

—Si, se llama Mateo -sonrio al ver a mi bebé.

—Oh, en tonces estás ¿Casada?.

Lo miro mal- no a fuerzas uno necesita estar casada para tener hijos.

—Y el ¿padre?

Me tenso, dios que le digo.

Le digo que es el oh... Invento algo.

¡Vamos Lili! Esta esperando una respuesta.

—Bueno, es complicado -suelto.

—Ya veo -dice con voz triste.

Su mirada baja y veo en su expresión tristes y dolor.

—Es tu hijo -lo digo para mí misma pero no en voz alta.

La mañana me la pasé arreglando unos asuntos que acabe a las tres, ahora estaba por salir de mi oficina cuando me toman del brazo volteando me.

—Te invito a comer -lo miro sorprendida- acepta por favor.

Sus ojos me gritaron por que diga que si, no creo que sea buena idea digo es que no quiero... Tengo miedo.

Hace unos días estaba decidida por recuperar lo, por estar con el una vez más para que ahora que lo tengo en frente me diga no a mí.

Miro a Make quien está muy atento a los movimientos que hace Luke, Mateo al ver que está está cerca el, toma las mangas de su traje tirando de el, llamando la atención de Luke quien sonríe.

—Esta bien -digo- solo una comida y ya... -me mira sonriente- solo por qué tengo... Hambré.

Salimos de la oficina caminando directo al elevador, Make morrmulla algo en su comunicador, Luke presiona el botón y se abren las puertas.

—Primero usted -sonrio y entró seguido de el y Make.

—Nicolás, lo mismo digo hace mucho que no nos vemos.

—Hay, joven su padre ayer pasó aquí a saludar y también dijo lo mismo, no se dejan ver ustedes.

Muro a Luke rápido y ví la sorpresa en su rostro a sus palabras, el no sabía que sus padres estaban aquí y lo peor no sabía que están en mi casa y que mañana nos acompañarían a Toscana, están tan enamorados de los pequeños que no quieres alejar se de ellos para nada.

—Mi... ¿Padre? -trago grueso- ah... Si es que hay mucho trabajo ya sabe.

—Lo se, pero pasen tengo una mesa con una vista espectacular -me mira- de segura a su esposa le encantará.

—No... No está...

—Gracias -me interrumpe Luke que me sonríe.

Seguimos al hombre que no debajo de hablar con Luke, mirando a mi alrededor me di cuenta que íbamos camino a la zona más privada del restaurant donde yo tanto quería ir pero por el trabajo no me dejaba.

Cuando llegamos a nuestra mesa, queda hacia la ventana tenía vista hacia la ciudad que está a todo su resplandor, las montañas cubiertas por la niebla y el verde de los pinos resaltando, los edificios y las calles llenas de gente, la vista era espetacular no me imagino cómo se verá de noche.

—Hermosa vista ¿No?

—Estoy sin palabras -dijo si quitar mi vista del hermoso paisaje.

—Ven.

Jala mi aciento para que tome el lugar, coloca a Mateo en una silla para bebés y seguido se sienta, un mesero se hacerca dejando nos la carpeta para ver qué vamos a pedir, como yo ya había venido a comer rápido aquí ya sabía que pedir y a Mateo igual.

—Listos para pedir su orden -llega el mesero.

—Si, Por favor a mi me puede traer un filete temperatura medio con una ensalada y su mejor vinos -me mira- ¿Tu?

—A mi una ensalada de pollo, fruta picada y un jugo de naranja.

—En seguida se lo traigo.

Se retira y un silencio abunda el ambiente, no sabía que decir para acabar con esto solo me distraía arreglando le su suéter a Mateo.

—¿Que ha Sido de ti estos años? -me tomo mi momento a responder le.

—Bueno, cuando llegue aquí solo me la pasé en casa sin salir -trago grueso- estaba embarazada a si que no podía tomar mi lugar en la empresa hasta estar Bien, luego tuve un accidente y nada más.

Luke se me quedó viendo cómo analizando algo que lo dejo sumido en sus pensamientos, hasta me pongo a pensar en lo que dije y mis ojos se agrandan.

—Y tu ¿Que ah Sido de ti? -digo rápido cuando lo listo para hablar.

—De mi, bueno no fueron mis mejores años -juega con unos cubierta- a sido muy difícil para mi vivir sin estar a tu lado -sus ojos caen en los míos y ví el dolor en ellos- no sabes, lo muy difícil que fuera para mi dejar de luchar por ti cuando dijiste esas palabras en la casa de tu hermano. Me costó trabajo alejar me de ti que no quise saber de nadie, me en cerré en mi casa sin salir sin comer analizando tus palabras que llegue a la conclusión de que eso no lo deseabas.

No sabía que decir, en recuerdo no lo quería revivir para nada pero el me lo complicaba y mucho, tarde o temprano esto iba a pasar, tarde o temprano no recontrariamos para arreglar nuestros problemas para ya no atormentar nos.

Este era el momento, aquí arreglaría nos todo y decidiría a los que caminos tomar.

—Tambien para mí fue difícil -admito- fueron los peores años de mi vida pero a la vez fueron felices -miro a Mateo- pero salí a delante por ellos y por mi.

—Me alegro saber que tienes ya una familia -la tristeza en su voz se noto a kilómetros que me rompe el corazón- el padre de tus hijos tiene mucha suerte de tener te y de tenerlos.

Suspiro- el no sabe de los niños -me mira- sabe que estaba embarazada, cuando se lo iba a decir todo se puso complicado.

—Yo... -Se aclara la garganta- lo siento.

—¿Porque? -lo miro.

—Por todo lo que te hize, por lo de Selena -al escuchar ese nombre me invade las ganas de buscar la y dejarla calva- no niego en que me haya acostado con ella -Auch eso sí es un gran golpe- pero si te digo que el bebé que esperaba no era mío, si no de su manager, para cuidar su imagen dijeron que era mío.

—¿Que?

—Amanda lo descubrió -mi cara de sorprendida lo decía todo- ella no descanso hasta saber la verdad y un día escucho a ella y su Manager hablar sobre el caso que lo grabó -una sonrisa divertida aparece en su rostro- recuerdo muy bien cuando llegó a la boda azotando las puerta y gritando un "yo me opongo" y también toda la verdad, Selena estaba muy enojada que grito que era mentira todo eso hasta se le aventó a Amanda pero yo me o puse.

—Esta Amanda está llena de sorpresas -sonrio.

—Ese día corri hasta el aeropuerto con la esperanza de decirte toda la verdad pero ya era muy tarde -su rostro se entristece y con ella su voz- te ví subiendo al avión yo gritaba para que volteas pero nunca lo hiciste.

Trago grueso al recordar ese día cuando estaba subiendo las escaleras para abordar el avión que hubo un momento en que escuché mi nombre ser gritado pero que pensé en ese momento que era un juego sucio de mi mente y nunca voltee a ver si era eso o real.

¿Que hubiera pasado si hubiera volteando? ¿Que hubiera pasado si hubiera sabido desde ese día la verdad?

El hubiera no existe, nunca existió.

Sólo el ahora, nada más.

El transcurso de la comida hablamos de muchas cosas, aclaramos nuestros problemas y otras cosas donde el hacía soltarme de la risa, fue una tarde muy linda me la pasé muy bien con el.

Pero ahora tenía que hacer algo, si decirle o no de Mateo y Camila que son sus hijos.

Tiene que saber lo ¿No?

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: El Idiota De Mi Jefe (COMPLETA)