El Jefe romance Capítulo 9

Pero que estaba haciendo en su casa, no le había bastado con el atentado que su gente le dio. Tenía que ir personalmente hasta su casa para terminar con el trabajo. Con los nervios de punta, Eileen corrió hacia el teléfono para llamar a la policía. No estaba a salvo.

—Por favor, necesito ayuda. Un asesino se encuentra en la puerta de mi casa. Vengan ayudarme por favor. Grito en pánico.

La rubia se quedó sentada en el sofá comiéndose las uñas, esperando que la fueran auxiliar, miraba la puerta como si ese asesino la pudiera tirar en cualquier momento y lograr su objetivo (asesinarla)

—Señorita Eileen… estoy esperando que me abra la puerta. No parece ser una mujer con malos modales. Y yo no soy un hombre con mucha paciencia.

Ella lo escuchaba y más desconfianza sentía. ¿Qué pasaba si perdía la paciencia? Minutos después ella escucho las sirenas de la policía, logrando respirar con un poco de paz. Con un poco de suerte, sacarían a ese sujeto de su edificio.

Lión seguía de pie delante del apartamento de Eileen. La chica no pensaba abrirle, le provocaba tirar la puerta y sacarla a rastras pero no haría tal escena... De pronto escucho las sirena de la patrulla de la policía y segundos después se vio rodeado de algunos oficiales con sus armas en las manos.

Este los observo a todos de manera imperturbable… los policías detuvieron sus pasos al ver al sujeto parado ante ellos con expresión de que los mataría a todos como si lo tocaran. Era obvio, cada oficial sabía quién era el.

—Oficiales, ¿Qué los trae por aquí? Pregunta de brazos cruzados.

—Hemos recibido una llamada de este apartamento, la señorita que habita aquí ha dicho que hay un asesino acosándola.

—¿Asesino? Susurra serio. —Creo que hubo un error señores.

En eso la puerta se abre dejando entrever a una Eileen asustada. Lión la mira por el rabillo del ojo, dedicándole una mirada asesina. Los policías también la observaron asomarse por la puerta.

—Señorita… ¿está todo bien? Pregunta un oficial.

—No. Este sujeto, es peligroso. Yo no lo invite a mi casa. Dice aun con la puerta a medio cerrar.

—¡¿Yo?! Responde Lión pareciendo inocente. Pero por dentro hervía de la rabia. —Oficiales, creo que ya pueden retirarse. Este les dice como si nada.

—Noooo… no se vayan, este hombre quiere asesinarme. Por favor no se vayan. Suplica abriendo la puerta de par en par.

Walker observa a la rubia salir de la seguridad de su casa y sonríe internamente la muy tonta abrió la puerta. La miro de abajo hacia arriba, ¿acaso no se había dado cuenta de cómo carajos iba vestida?

—Señorita nosotros no vemos ningún peligro aquí, nos retiraremos.

—¿Por qué? Porque este tipo les ordeno que se fueran, ¿Cuánto les está pagando? Les grita a todo pulmón.

La chica se ofusco porque las personas que se supone que debía proteger a un civil inocente y sobre todo en peligro, preferían proteger a un mafioso asesino. Algunos vecinos se asomaron para ver qué era lo que estaba pasando ya que ella estaba gritando como loca, y más con el escándalo de las sirenas.

—Si continua insultándonos, nos veremos obligados a llevarla detenida señorita.

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