El Jefe romance Capítulo 19

Ese mismo día por la noche Eileen regresaba a su casa después de un horrible día de trabajo. Pero la mañana fue la peor, ese encuentro con Lión la dejo completamente con los pelos de punta. Nunca había huido de esa manera de nadie. Por fortuna logro conseguir un taxi a tiempo llevándola lejos de la casa de su jefe… la rubia entraba en su apartamento inseguro recordando que debía llamar al cerrajero del edificio.

Unas horas después de que estuviera reparada, sintió alivio porque esa noche dormiría segura. Solo contaba con que aquel hombre no volviera a tumbar su puerta.

—Es un maldito acosador. Masculla tumbándose en la cama suspirando a la vez. —Como se atrevió a besarme el muy desgraciado. Dice tocándose los labios. — ¡Es un abusivo pervertido!

Cerro los ojos intentando conciliar el sueño, era lo único que le quedaba por hacer esa noche y dejar de pensar en lo que iba hacer al siguiente día. De ahora en adelante debía eludir a ese Lión porque era muy peligroso para su vida. También que su amenaza seguía muy presente. Debía recordarla.

[…]

Meneaba su copa con aquel líquido ambarino dentro. Algunos trozos de hielos comenzaban a derretirse dentro de la copa. Sus planes iban viento en popa, pronto tendría un gran poder sobre sus manos. Cientos de propiedades y mucho más dinero del que ya tenía, y con ese imperio que pensaba adquirir muy pronto más el suyo propio tendría las armas suficientes para derrocar a Lión Walker.

—Ese maldito, le quitare todo lo que tiene. Muy pronto te veré tirado en el piso con una bala entre los ojos. Tu liderazgo acabara. ¡Y todo será mío!

Éste se ríe bajo la espesa oscuridad de su despacho. Bebió un trago largo de su copa dejando muy poco liquido dentro del vaso, el choque de los hielos lo saco de sus cavilaciones. Llevándolo a pensar que debía eliminar del camino a muchas personas primero para poder hacerse con todo ese poder.

—No será una tarea difícil para mí. Sonríe de medio lado.

[…]

Esa misma noche Lión subía hasta su apartamento, después del encuentro con Eileen aquella mañana deseo ir a buscarla pero su molesta secretaria lo había llamado para que regresara a resolver unos asuntos. Por ende no pudo ir a buscarla para propinarle unos buenos azotes que tanto se merecía. La chica le había salido muy astuta para ser una cobarde.

Para cuando termino con el asunto en el hotel, no tenía ánimos de salir de nuevo. La rubia salvaje se había salvado por esa noche, pero no por los demás días. Lión tiro las llaves del apartamento en la mesa, dejo las dos armas que siempre llevaba consigo para luego despojarse del saco… cuando llego hasta su habitación tumbo su cuerpo en la cama aflojándose la corbata.

Tendido en la cama con los brazos abiertos solo pensaba en ella… ¿Qué tenia que no podía dejar de acosarla? Comenzaba a pensar que ya no era por el museo, pero entonces ¿Qué? Negó, sacando esos pensamientos absurdos de su cabeza. Era una tontería tan solo creer otra cosa. Era obvio que estaba detrás de ella solo por querer hacerse con esa propiedad, esa chica tenía mucha influencia.

—Ese maldito viejo le tiene muy buen estima, estoy seguro que si tan solo esa mujer le metiera un poco más de presión, Romel accedería a vender. Si el desgraciado ya está casi moribundo. Masculla para sí mismo.

El magnate se sentó en la cama picándose el puente de la nariz, no podía dormir y eso le frustraba aún más.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: El Jefe