Ya que su amiga no había querido ir a ningún lado, se pasó todo el día en su habitación. Cuando iba a leer un artículo de cocina, su móvil sonó a su lado, era Asthon.
—Hola.
—¿Qué sabes de Alicia?
—Se ha negado rotundamente a ir a un doctor.
—Pues debe hacerlo, pero no es una niña, ella lo sabe. ¿Dónde está ahora? Ni siquiera toma mis llamadas, pensé que tú sabrías dónde está.
—Que yo sepa, en su habitación. ¿Quieres que le deje saber algo?
—No. —un suspiro llegó al otro lado de la línea.
—De acuerdo, entonces iré a su habitación y veré si se encuentra bien, hasta hace algún momento lo estaba.
—Te lo agradezco, sé que no eres la niñera de nadie, pero Alicia suele comportarse como una niña y...
—No te preocupes, lo hago con mucho gusto. Ella también me preocupa.
—¿Sabes que tendrá?
—No, no tengo idea. Ha de ser una tontería, ¿no crees? No con esto estoy dándole la razón de no ir al médico, solo puede que sea algo qué no sea de gravedad.
—Bueno, pero si llega a sentirse de nuevo de esa forma, la llevaré al doctor no importa si se niega a ir. —se escuchaba decidido y la joven tragó con dificultad a sabiendas de que Alicia estaba ocultando algo, puede que sí estuviera embarazada y aún no lo quería decir, y si tenía la sospecha se la quedaba para ella por miedo a que se supiera.
—De acuerdo. ¿Tienes otra cosa que decirme?
—Sé que debe ser difícil sentirse así, pero no puedes echarte a morir ahora; además tu padre no sería capaz de semejante cosa, se trata de su nieto también y debes hablarlo con Salvatore quién de seguro estará dispuesto a estar contigo en este proceso. Me has hablado de su deseo de ser padre y aunque no sea tu momento puede que el suyo sí y eso también lo convierta en el tuyo.
—No trates de hacerme sentir mejor, todo esto es una mierda, yo me lo busqué... es que debí ser más precavida, sabía que algo andaba mal cuando tuve un retraso pero no le tomé importancia, además estaba enfocada en las cosas de la universidad y se me pasó por alto.
—Alicia, un bebé es algo maravilloso. Es cierto que te cambia la vida y que gira todo el plan, le da la vuelta a las cosas que tenías planificadas pero es el producto del amor que Salvatore y tú se tienen, es una bendición, un milagro y así debes considerarlo, no como un error o algo no deseado.
La mencionada alzó los ojos y se le quedó viendo con los orbes plagados de lágrimas. Claramente el destrozo se notaba en su cara y lo reflejaba con sus palabras al emitir que no quería un bebé en su vida, no en ese momento pues lo consideraba inoportuno.
—Estoy segura de que si estuvieras en mi lugar, no estuvieras soltando todas esas palabras, en mi lugar de seguro te sentirías como yo, asustada, no solo tengo enojo también tengo miedo. No estoy preparada para convertirme en madre y no sé si pueda hacer un buen papel. —mencionó mientras se quitaba con brutalidad una lágrima del ojo derecho.
Después se levantó y guardó la prueba.
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