El profesor y la virgen nínfula romance Capítulo 27

Mi primer pensamiento del día fue Celine, por supuesto que pienso en ella a menudo, pero hoy pensé en cómo me trataría a lo largo de la mañana.

Pensé que haría una mala broma, algún tipo de burla, pero no pensé que pudiera pasarse el día ignorando mi existencia. Amanecí súper fresca y de buen humor, pero Celine terminó todo con una actitud simple.

Empezó conmigo llegando a la universidad y teniendo que verla charlando con Luke, cosa que ya me hacía odiar.

Lo pensé muy bien antes de preguntarle de qué estaban hablando, porque estábamos en medio de la universidad, y ningún estudiante podría sospechar de mis actitudes, se propagaría rápido y podría ponerme mal, no porque no quiera al decano. a saber, porque éste lo sabe todo y lo hace aún peor, pero por miedo a que me quite los cebos.

Pero aún con miedo de que alguien me viera, la interrogué, y ya esperaba una respuesta abusada, pero ella no hizo eso, me miró con frialdad, me soltó las manos, me dio la espalda y entró en la habitación. , sin mí no dan respuesta. Otro punto fue que ella se había sentado una vez más en la parte trasera de la sala, y quería entender por qué actuaba de esa manera, así que puse mi bolso en mi escritorio y ya me dirigía hacia ella, pero algunos estudiantes estaban entrando en la sala. habitación, y eso terminó por hacerme retroceder.

Durante toda mi clase, traté de hacer contacto visual con ella, ya que la mirada de Celine respondía incluso lo que no se preguntaba, pero ella evitaba mirarme y eso me molestaba de una manera inexplicable. Esperé hasta el final de la clase para hablar con ella, pero tan pronto como sonó la campana informando el final de la clase, ella se levantó y salió del salón, agarré mis cosas muy rápido, pero cuando la busqué no pude. Encuéntrala.

Estuve de guardia cerca del baño hasta el comienzo de la siguiente clase, pero ella no salió.

- Joder Celine, ¿dónde has estado? Me pregunté a mí mismo. Fui a otra clase, e intenté hacer mi trabajo, luego me senté en la mesa, saqué mi celular de mi bolso y le mandé un mensaje preguntándole por qué me evitaba, pero ella no respondió, después de un rato.

Envié otro, pidiéndole que me respondiera, pero una vez más fui ignorado.

- ¿Puede ser peor que eso? me dije a mí mismo. Me había metido con la bestia, y no estaba preparado para las consecuencias, debí haberme quedado callado cuando tuve la oportunidad.

- Ahora me voy a ver obligado a pasar la noche así, agarrándome los huevos y tratando de quitarme el dolor.

Gran venganza Celine, esta vez te has superado a ti misma. Mi estómago ya estaba gruñendo por el hambre, y me tomó casi un año llegar a la cocina. Cada golpe que tomaba mi huevo, me iba al infierno y regresaba.

- No puedo abusar más de la paciencia de esa loca, la próxima vez me matará. Dije mientras preparaba algo para comer. Una cosa que no podía negar, ella sabía cómo defenderse, y tendría que tener cuidado con ella la próxima vez.

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