"Confirmen que está muerto."
"No quiero que por alguna extraña razón resucite y aparezca de nuevo ante mi familia para cobrar venganza."
"No quiero errores."
Ordena máscara de bronce a sus hombres.
Flora y Ryan están abrazados con las manos ensangrentadas y adoloridas por el esfuerzo de haber apuñalado a Larry hasta la muerte.
Las abuelas y David, el padre de Flora ayudaron obviamente.
En toda su vida, Flora y Ryan jamás esperaron asesinar a un hombre, pero en esta ocasión se lo merecía el hijo de puta.
Sus pequeñas hijas pudieron haber sido asesinadas.
Nadie tiene porque meter a los niños inocentes en problemas por problemas de adultos.
"Si señor, enseguida."
Los hombres de máscara de Bronce trajeron a los médicos para que certificarán la muerte del cuerpo tendido sobre un enorme charco de sangre.
David abrazó a sus hijos, pues Ryan es como su hijo, el hijo que nunca tuvo.
La familia Mu Niam regresó a la habitación donde estaban antes.
Pero ante pasaron por una zona de desinfección.
Ropa nueva les espera para que puedan cambiarse
Lavaron su cara y manos a conciencia, cuando todos estuvieron limpios y tranquilos por fin pudieron comer algo de los manjares que están a su disposición.
Lorelay recibe a su familia con una sonrisa.
Ryan abraza a la chica quien ahora es más como una hermana menor.
Lorelay tomaba el té desintoxicante de sabor amargo que las abuelas le prepararon especialmente para ella.
Te que tiene que tomar cada hora para que su cuerpo se deshaga, lo antes posible, de los efectos nocivos del dañino elixir del poder.
Flora se dirige junto con su padre a ver a sus niñas en el área de juegos en el Coliseo.
La chica encuentra comiendo felizmente hamburguesa a Elisbeth mientras que pequeña Elise come pure de manzana.
Tommy, Teresse y Elizabeth pusieron al tanto a su madre acerca de cuanto se habían divertido las niñas, quienes ni siquiera se habían dado cuenta de que su madre y su abuelo habían entrado en la habitación.
"Lorelay, como te sientes?"
Pregunta Ryan sentándose al lado de la convaleciente chica en el sillón.
Le pasó el brazo por sus hombros para reconfortarla.
Edward salió para ayudar a su cuñado a revisar el cadáver de Larry, por lo que Lorelay se quedó un momento sola.
Las abuelas están sentadas en otro lugar comiendo palomitas en mano y refrescos animando a Jens a matar a Aren en esa arena.
"Un poco mejor Ryan."
"Tú como te sientes ahora que Larry murió por tu mano?"
Cuestiona la chica con voz suave.
"Más tranquilo, más seguro al tener la certeza que mis hijas y mi esposa están a salvo."
Responde Ryan.
"Lorelay, sabes?"
"Estoy muy preocupado por la seguridad de mi amada familia."
"Por la seguridad de mis padres, la de tu padre, la mía incluso."
"Crees que haya posibilidad algún para que Bruce o tu abuela me entrenen?"
"He escuchado que ella te entrenó a ti y no puedo negar de que te has vuelto tan fuerte y extraordinaria en combate."
"No sabía que tú eras la sombra que derrotó a ese gigante que se escapó de la cárcel."
"Y lo derrotaste tan fácilmente."
Ryan habla asombrado por ese hecho.
Lorelay recarga su cabeza contra el pecho de Ryan para ponerse comoda en un gesto de confianza.
Ryan la abraza para acariciarle suavemente su cabello.
Sus recuerdos con ella son hermosos pero parecen que fueron de una vida pasada, donde su amor por ella rayaba en la obsesión y la culpa por no haberla protegido debidamente del escarnio público cuando fueron adolescentes.
Ahora podía decir plenamente que su corazón y su alma pertenecían a Flora, su amada esposa y a sus hijas quienes son la luz de su vida.
"Lamento mucho que hayas tenido que pasar por dos situaciones extremas que nunca debieron pasarte Ryan."
"En verdad lo lamento demasiado y más porque involucraron a tus niñas."
Declara Lorelay con tristeza.
"Te entrenaré personalmente en cuanto me recupere."
Indica Lorelay.
"Será el pretexto perfecto para visitarlos una temporada si no te molesta."
Ryan sonrie antes de besar la frente de la chica.
"Claro que no me molesta, al contrario estaría encantado de que nos visitaras en la villa Niam."
"Sabes que tu padre te extraña, tu hermana también, yo también, mis padres te recuerdan con afecto y amor."
Asevera cariñosamente Ryan.
"Pero aún estás débil, me sentiría mal de que te esforzaras tanto siendo que tu hermano puede..."
Lorelay niega con la cabeza mirando a los ojos a su antiguo amigo.
Ese amigo que fue su primer amor y que ahora es entrañable porque trata como reina a su hermana y la ha ayudado tanto a ser una mejor mujer.
"Ahora soy la que siento culpa, comprendes?"
Declara Lorelay.
"Tus nenas estuvieron en peligro debido a mi, esto es personal Ryan, lo sabes."
Asevera Lorelay.
"Dame unos días para recuperarme y estaré ahí."
"Pero si te sientes ansioso, Lía te preparará, pero debo advertirte."
"Cuando te entrene puedo ser muy dura, no seré suave contigo porque te quiero."
"Seré muy exigente y te dolerá, estás dispuesto a ese trato?"
Cuestiona la chica severamente.
"Por supuesto que si."
"La seguridad de mi familia lo vale."
Responde Ryan.
"Trato hecho."
Acuerda Lorelay.
La linda escena fue contemplada por dos personas desde la puerta.
Dos personas que bajaron la cabeza al escuchar las palabras de sus amados.
Edward sintió un leve pinchazo de celos, algo tontos porque sabe perfectamente que Lorelay lo ama locamente.
Edward sabe que son almas gemelas, pero verlos juntos tan íntimamente...
Le recordó a Edward que si no lo hubiera conocido, ellos tal vez se hubieran casado.
Lorelay ahora tendría hijos con Ryan.
Su vida sería totalmente diferente.
Flora pensó algo similar al verlos juntos, pero se recordó que en todos estos años juntos, el amor de ambos había crecido y se aman con locura.
Tanto Flora como Ryan se miran para reconocer que el tiempo cura todas las heridas.
Ellos alguna vez estuvieron comprometidos y en un momento se odiaron a muerte.
Ahora todos son una gran familia.
"Vas a entrar Edward?"
Cuestiona Flora en un susurró.
"No, tengo que confirmar varios asuntos primero."
"Flora podrías hacerme un favor?"
Cuestiona Edward.
"Claro Edward, lo que quieras."
"Pero antes quiero decirte que...bueno, lo que pasó antes entre tu y yo..."
La voz de Flora tiembla.
Edward coloca fraternalmente la mano en su brazo para tranquilizarla.
"Todo está en el pasado Flora."
"El pasado quedó enterrado y ahora somos una familia unida, estás de acuerdo?"
Responde Edward, Flora asiente.
"Edward, acompañé a mi hermana a una revisión ginecológica."
"Lorelay está sana."
"La mortificaba que ella fuera infértil, pero no lo es."
"Espero que pronto puedan tener hijos."
Flora habla dulcemente mientras mira a Edward preguntándose que hubiera sido de su vida a su lado.
Ella concluyó que estaba más feliz siendo la esposa de Ryan, su amado esposo.
"Ven, tengo que hablarte en privado."
Edward ofrece su brazo hacia Flora en acto de amistad pura.
"Golpealo Jens!"
"Tu puedes niño, no dejes que se te escape!"
Grita enfebrecida la abuela Situ.
"Aren eres una desgracia para Dinamarca!"
"Deberías de haber fallecido tu y no Golfred, tu primo!"
Exclama la abuela Freda.
La abuelas rien y gritan alentando a los combatientes quienes lucen cansados, tiene cortaduras en la cara, en la ropa y en sus cuerpos.
"Señoras, se divierten?"
Cuestiona Bruce entrando en la habitación.
El chico encuentra a las abuelas felices como niñas.
"Mucho mi niño!"
"Ven y dale un beso a tu abuela, te extrañé demasiado adorado mío."
La abuela Situ indica con su dedo su mejilla, Bruce se quita su máscara para poder besar las mejillas de las abuelas.
"Niño, espero que estés preparado para tus retoños."
"Serán todos unos torbellinos como tú cuando eras pequeño!"
Exclama la abuela Freda mientras lo examina atentamente.
Ella le da una infusión de vitalidad.
"Estoy emocionado!"
"Ya quiero tenerlos en mis brazos y adorarlos."
"Serán tan hermosos como Elizabeth y tendrán mi fuerza."
Las abuelas sonrien porque pueden imaginar las caritas preciosas e inocentes de sus bisnietos.
Esos pequeños serán todo un reto para su padre.
Su hijo sera su sucesor como Rey del Inframundo.
Su hija sera una hermosa sicaria, tan poderosa y fuerte como su hermano.
"Necesitamos ponerles nombres fuertes a nuestros bisnietos, pero en este momento tenemos que decidir que haremos con estos despojos humanos."
Señala la abuela Freda hacia los dos hombres que en la arena, sin heridas importantes.
"Ustedes deciden abuelas, ustedes son las jefas de la familia."
"Cumpliré la orden que dicten."
Freda mira a Aline.
Ambas saben exactamente que quieren hacer.
"No te pesa?"
"Esta demasiado pesado para mi!"
Cuestiona asombrada Flora hacía el chico quien niega levemente.
Tommy carga en brazos a Elisbeth quien después de terminar con su hamburguesa y su refresco bostezó largamente.
La pequeña se acercó a Tommy, pidiendole que la cargara en brazos.
La hermosa nena se quedó dormida casi al instante en sus brazos.
"Claro que no, es muy liviana."
"Dime Flora, duerme también en los brazos de su papá?"
Cuestiona Tommy suavemente sin dejar de acariciar la espalda suave de la pequeña.
"Si, pero desafortunadamente Ryan no siempre está en casa para dormirlas."
"La decisión es tuya."
Jens estira débilmente su mano para tomar el vaso con el liquido después que la abuela termino sus palabras.
Poco a poco pierde el conocimiento.
"Abuela, estás segura que no recobraran la memoria en algún momento y querrán vengarse de nosotros?"
Bruce pregunta preocupado a su abuela, ella sonríe.
"No te preocupes niño, tengo gente que trabajará muy de cerca de ellos para cerciorarnos que no recuerden nada."
"Nadie más que yo sé cómo preparar este elixir del olvido."
"Tu hermana no sabe de esto."
"Cuando sea hora se los enseñaré, pero todavía me quedan muchos años por delante."
Tranquiliza la abuela a su nieto.
Lía desaparece de la arena después de pues quiere ver a las nenas y a los Niam-Mu.
El hombre designado para re-educar al nuevo Duque Jens aparece en la arena.
Hace una reverencia hacia las abuelas y Bruce antes de llevarse a Jens para que tome una ducha, se cambie y tome su vuelo privado para hacer efectiva su nueva posición.
La trágica noticia indica que el duque Aren falleció en un accidente de avión.
Aneka esta enterada, por lo que da la conferencia de prensa en Dinamarca aceptando las condolencias de todo el mundo mientras informa que su hermano estará de vuelta en el país lo antes posible.
Bruce confía en las abuelas, pues ellas saben que es lo mejor para las familias.
Lo que Bruce no sabe y las abuelas nunca le diran, es que las empresas Laersen formaran parte de los activos y empresas Situ- Baek que ellas monopolizan.
"Es hora de comer, vamos todos!"
"Iré personalmente por mi hermanita!"
Bruce grita felizmente, dejando a las abuelas atrás mientras acelera el paso para llegar a donde estabLorelay esperando junto con Ryan.
"Se durmió."
"Estábamos hablando y se quedó dormida Bruce."
Ryan indica cuando ve a Bruce a su lado.
"No te preocupes, la llevaré en brazos para que vayamos a mi villa."
"Todos están invitados a una cena esta noche con nosotros."
Todas las personas en el Coliseo abordan las camionetas para dirigirse a la propiedad de Bruce y Elizabeth, quienes viajan abrazados muy acaramelados.
Bruce acaricia el vientre poco abultado de Elizabeth mientras sonríe felizmente.
La villa esta iluminada, el personal del catering esta dispuesto en su lugar para servir el banquete que está dispuesto en el enorme comedor de la casa.
Edward desciende de la camioneta llevando a Lorelay en brazos, pues ella sigue durmiendo.
Con paso firme y lento, Edward camina hacia la habitación que le asigna Bruce para dejar a la bella chica descansando.
Edward recuesta suavemente a su amada Lorelay sobre la mullida cama para que ella pueda seguir descansando tranquilamente, pero al sentirse lejos de los brazos de su amado, la chica despierta.
"Ya llegamos?"
Incorporandose un poco cuestiona la niña adormilada.
"Si mi amor, estamos en casa de Bruce."
"Tu hermano nos preparó una cena, toda la familia esta reunida."
Responde Edward en voz baja.
"Incluso Paul está aquí, pues no se aparta del lado de Carolina por mucho tiempo."
Ambos saben que Bruce está donde Carolina está.
"Lo sé, podemos bajar?"
"Me siento mejor ahora y no quiero estar sola en esta habitación."
Pide Lorelay con voz muy suave.
Edward asiente antes de ayudarla a levantarse para que pueda cargarla en brazos y llevarla escaleras abajo para que se reúna con la familia.
En el amplio salón se pueden ver a tres parejas bailando animadamente.
La música cambia de ritmo por lo que las parejas bailan románticamente.
Edward le pide a Lorelay que baile con él y ella acepta.
Todos los miran por lo que Edward susurra al oído de la chica.
"Ah si?"
"Y cuando harás eso si se puede saber?"
Cuestiona Lorelay después de escuchar lo que dijo Edward.
"Lo haré cuando menos lo esperes."
"Tengo tanto que compensarte por todo el daño que te hice."
"Tal como ahora que no pude protegerte debidamente mi amor."
Declara con tristeza Edward.
"Ninguno pudo preveer que las cosas saldrían tan mal, no fue tu culpa, fue mía."
"Lo que me sorprende fue que las abuelas dejaran con vida a los jóvenes Laersen, Aren se merecía morir al igual que Larry."
Afirma Lorelay con un suspiro.
"Olvidemos este día y todo lo malo que antes pasó."
"Esta vida no me alcanzará para demostrarte cuanto te amo."
"Eres mi otra mitad soñada."
Susurra melosa mente Edward hacía la chica.
"Borraré todas tus heridas pasadas, todo el daño que te causé antes."
Afirma Edward.
"Eso me gustaría."
"Algunas cosas aún duelen demasiado."
Edward besa con delicadeza a la chica.
"Lo sé, pero eso está a punto de cambiar."
Todos miran a la pareja bailar delicadamente susurrándose palabras al oído y riendo.
"Pronto mi amor, los malos recuerdos serán convertidos en buenos, ya lo verás..."
Edward piensa esto mientras que acariciaba suavemente la espalda de la que pronto será su esposa.
***By Liliana Situ***
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