El domingo por la mañana Emily se despertó un poco más tarde de lo habitual y se preparó para salir.
Terminaba su ligero desayuno cuando escuchó que alguien tocó la puerta.
"Maggie?"
Cuestionó algo nerviosa Emily mientras se dirigía a la puerta.
"No Emily, soy Dorian."
Dijo el chico desde fuera.
"Dorian?"
"Como entraste?"
Emily puso las manos sobre la puerta.
"No te alarmes Emily!"
"Pedí permiso a una de tus vecinas para entrar!"
"Le dije soy tu amigo y de Maggie."
"Ella me dejo pasar a tu departamento, no te asustes por favor."
Emily con incredulidad abrió la puerta y observo al chico sonriente de pie frente a ella.
Si era Dorian.
Vestía de manera casual y se veía muy guapo.
Su cabello castaño claro, su piel blanca, sus ojos verdes, junto con su altura, delgado físico y su sonrisa hacían de Dorian un apuesto joven.
En verdad que el joven se veía atractivo y amable.
"Que guapo."
Pensó Emily mirándolo de arriba a abajo.
"Dorian, buenos días..."
"Discúlpame, pero ya me iba."
Comentó Emily a modo de disculpa.
"Perfecto Emily, precisamente venía a..."
Dorian bajó la voz nervioso.
"Espero no ser muy atrevido si te invitó a una exposición en un museo que está muy cerca de aquí."
"Emily te gustaría ir conmigo a mirar arte?"
Cuestionó Dorian a la bella Emily.
"Disculpa Dorian, ayer fui a esa exposición con mi amiga Maggie."
Declaró Emily.
"Oh..."
"Bueno podemos ir a otro lado si tú quieres Emily."
"Podemos ir al parque de diversiones o algun otro museo."
El joven intentaba por todos los medios que Emily no lo rechazara.
"Está bien Dorian!"
"Me encantaría ir otra vez a esa bella exposición contigo, vamos!"
Dorian la guío hasta su auto y en poco tiempo ya estaban en el museo.
Esta vez había mucha gente recorriendo y admirando la exposición.
Sin embargo, con paciencia, ellos pudieron observar las obras con detenimiento.
"Emily, mira, aquí el diseño de la obra y los colores se complementan muy bien."
"Las texturas son muy contrastantes, tu qué opinas?"
Preguntó muy serio Dorian a la niña que también miraba la pintura frente a ellos.
"Es una obra intrigante Dorian, que habrá querido expresar el artista?"
Respondió la niña.
"Es buena pregunta Emily."
"En mi trabajo siempre nos dicen que es lo que los clientes quieren expresar en sus casas o departamentos."
Emily expresó esto en voz alta.
Ella tenía una duda muy grande por lo que sé aventuró a preguntar.
"Dorian, eres diseñador de interiores?"
"Si Emily."
Respondió tranquilamente Dorian.
"No lo puedo creer!"
"Yo estudié Diseño también!"
Gritó felizmente incrédula Emily debido a la bonita coincidencia.
"De verdad Emily?"
"Y dónde trabajas actualmente?"
Preguntó Dorian.
"Por ahora en una empresa que tiene un área pequeña de diseño."
"Pero espero poder cambiarme a otro empresa dedicada exclusivamente a diseñar."
"Quiero realizar mi sueño de ser una diseñadora reconocida."
Emily declaró confiada.
"Puedo preguntar si hay vacantes disponibles en mi empresa Emily."
"Si ese es el caso, tú podrías tener una entrevista de trabajo y quién sabe..."
"Tal vez podamos trabajar juntos, Emily."
Dorian sonrió hacía la chica.
"Dorian de verdad harías eso por mi?"
Emily se sentía tan feliz que no cabía en su propia piel!
"Si Emily, de verdad!"
"Me gusta estar contigo y me encantaría que trabajaramos juntos."
Aseveró Dorian.
"Eres muy amable Dorian!"
"Gracias!"
Exclamó extasiada Emily.
Ambos siguieron admirando las obras hablando de sus puntos de vistas sobre las mismas.
"Vaya!"
"No recordaba que fuera tan agotador admirar tantas obras!"
"De verdad estoy cansada."
Comentó Emily mientras se sentaba en banca a descansar sus pies cansados.
"Tienes hambre Emily?"
"Conozco un restaurante magnífico por aquí cerca."
"Quisiera invitarte a comer."
"De acuerdo Dorian, muchas gracias!"
Agradeció Emily.
Maggie despertó hasta el mediodía del domingo sintiendose agotada y feliz.
Había tenido el mejor sexo de su vida y Brian aún dormía en la cama exhausto.
Revisó su celular y un mensaje de Emily apareció.
Decía que iría a la exposición artística de nuevo, está vez con Dorian.
"Vaya!"
"Espero que ese chico si la haga feliz, ella se lo merece."
"Creo que me daré un baño y regresaré a la cama."
"No tengo ganas de hacer nadamás."
Pensó Maggie estirándose en la cama.
"Servicio a la habitación?"
Maggie hablaba por teléfono.
"Si, podría traerme dos comidas por favor?
Edward terminó la reunión de la mañana y caminaba hacia su habitación.
Quería descansar un momento antes de la odiosa comida de negocios por la tarde.
Abrió la puerta de la suite, la cerró, dejó sus cosas en la mesa y se sentó en el sillón para tratar de dormirse un poco.
Apenas estaba conciliando el sueño cuando alguien tocó la puerta.
Enfadado porque quería dormir, gritó desde el sillón.
"Quien es?"
Nadie contestó...
"Que quieren?"
Volvió a preguntar Edward cuando volvieron a tocar la puerta, pero nadie contestó.
Enojado se levantó, abrió la puerta y ahí estaba ella.
Sin perder el tiempo, la mujer entró en su habitación dejándolo mudo.
"Hola querido, tenía ganas de verte así que vine."
"Que quieres aquí Shirley?"
Cuestionó enfadado Edward.
"Ya te dije, verte mi amor."
"Tu habitación es hermosa Edward!"
"La mía es más grande."
Shirley revisó a detalle toda la suite...
"Sal de mi habitación Shirley, quiero descansar...a solas."
"Vamos querido, no seas así..."
Se quejó Shirley.
"No quieres que juntos retozemos en tu cama?"
"No."
Contestó fríamente Edward.
"Eres un amargado Edward."
"En fin, te traigo la invitación para mañana."
"Habrá un torneo de golf para todos los presidentes de las compañías."
"Y tú estás más que invitado."
"Nuestros padres estarán ahí, por lo que tú no puedes faltar."
Sentenció Shirley.
"Lo sé, gracias, ahora ya vete."
Edward tomó de la mano delicada de Shirley la invitación para después dejarla caer en el escritorio de la habitación.
"Bésame Edward y me iré."
"No, Shirley déjame solo ya."
Arrastrándola fuera, Edward cerró de golpe la puerta.
"Eres un bruto Edward!"
"Pero no importa, me casaré contigo más pronto de lo que imaginas!"
"Te veré mañana querido mío!"
Shirley se rió de forma histérica.
"Que mujer tan odiosa."
Pensó Edward mientras regresaba al sillón para dormir un poco.
Se desató un poco la corbata, se quitó los zapatos y cerró los ojos para intentar descansar.
Dorian y Emily paseaban por el lago después de la comida, reían e intercambiaban números de celular.
Emily a lo lejos pudo distinguir las figuras de Ryan y Sarah.
Ellos reían felices, por lo que Emily se sintió tranquila de poder ver a Ryan nuevamente radiante y pleno.
"Emily, que sorpresa!"
"Cómo haz estado?"
Ryan saludó a Emily con una sonrisa en su rostro.
"Hola Ryan!"
"Hola Sarah!"
Emily habló con voz hermosa.
"Quiero presentarles a Dorian, mi.."
"Novio."
Dijo Dorian rápidamente.
El chico extendió la mano para saludar a un desconcertado Ryan que lo miraba con ojos de asesino.
"Ryan, estás bien?"
Cuestionó Emily a Ryan.
"Ryan, cariño, que ocurre?"
Preguntó Sarah al verlo con la expresión seria.
"Nada, discúlpenme por favor."
"Me da gusto por ti Emily, Sarah y yo somos novios ahora."
Ryan abrazó a Sarah por la cintura mientras decía sus palabras con algo de tristeza.
"Son buenas noticias Ryan!"
Aplaudió feliz Emily al saber que Ryan ya tenía una buena y decente chica a su lado.
El celular de Dorian comenzó a sonar y Él se disculpó un momento para contestar.
Emily siguió platicando con Sarah y Ryan preguntando tonterías.
"Emily, lo siento, debo irme."
"Mi jefe quiere verme, te llevo a casa?"
Dorian debía irse cuánto antes.
"No te preocupes Dorian, podemos acompañarla a casa."
Ryan comentó con tono serio y ojos amenazadores.
"De acuerdo, gracias, Emily te llamaré luego."
"Si Dorian."
Emily se despidió de su "novio."
Los tres caminaban hacia el departamento de Emily de regreso de la exposición de arte charlando ligeramente.
De pronto el celular de Sarah también sonó y ella contestó.
"Ryan debo volver."
"Mi madre quiere que la acompañe a un chequeo médico inesperado, debo irme ya."
Ryan y Emily acompañaron a Sarah para que ella tomara un taxi que la llevara con su madre.
Ambos se quedaron solos.
"Ryan, puedes irte si gustas, yo regresaré al departamento sola."
"Te acompañaré Emily."
"Esta bien Ryan, muchas gracias."
Cuando llegaron al departamento Ryan necesitaba hablar con Emily y sacar lo que le oprimía el pecho.
"Emily...puedo hablar contigo por un momento?"
"Claro Ryan, adelante por favor."
Emily le indicó que se sentara en el sillón.
Pero Ryan se mantuvo de pie frente ella.
"Que sucede Ryan?"
Preguntó ansiosa Emily.
Ella no quería meter a Ryan en problemas si Edward se enteraba que habían estado solos...
De nuevo.
"Dime Emily, porque eres tan fría conmigo?"
"Me duele que pronuncies mi nombre de forma tan...distante."
Ryan sentía que Emily era demasiada formal con Él.
"De verdad es tu novio ese tipo Emily?"
Ryan caminó hasta la chica para poder verla a los ojos.
Ryan buscaba su mirada, pero Emily bajó los ojos avergonzada.
"Si Ryan."
Ryan no pudo evitar cuando sus brazos envolvieron con fuerza a la niña de sus sueños.
Ella era la dueña de sus afectos y el motivo de sus desvelos...
Y sin embargo ahora Él estaba con Sarah.
Y Emily con ese tal Dorian.
Ryan cerró los ojos inhalando el olor familiar de Emily que le tranquilizó los nervios a Ryan.
Con delicadeza, el chico acarició el hermoso cabello de Emily.
"Te extraño mucho Emily."
"No te he visto en el hospital, en la habitación de tu padre..."
"Si haz decidido estar con alguien más no me prives de poder verte."
"Solo eso pido Emily, por favor."
Suplicó Ryan.
"Pero Ryan, si he ido a ver a mi padre..."
"Solo que no hemos coincidido."
Emily susurró en voz baja.
"Ryan, ahora Sarah es tu novia y soy feliz por ti."
"Tu no eres feliz porque Dorian es mi novio ahora?"
Cuestionó Emily intentando separarse del cálido abrazo de Ryan.
"Cómo podría ser feliz si no eres mía Emily?"
Quiso decir Ryan pero guardó silencio y estrecho su abrazo.
"Sabes que siempre podrás contar conmigo Emily."
"Gracias Ryan."
"Me voy."
Ryan acarició la carita de la niña con amor.
"Escúchame bien Emily."
"Te quiero y siempre te querré, sin no importa lo que pase."
Dándole un último abrazo, le dió un rápido beso en los labios y se fue sin voltear a verla.
Emily se quedó de pie confundida por lo que acababa de pasar.
Después de cambiarse de ropa, Emily fue a visitar a su padre al hospital.
Las enfermeras que lo atendían le dijeron que mejoraba muy rápido, por lo que la operación podría realizarse pronto.
Su padre le dijo que Ryan lo visitaba muy a menudo.
Y que los dos jugaba ajedrez.
Saliendo del hospital Emily recibió una llamada de Dorian.
"Emily."
"Dorian, porque les dijiste a mis amigos que eres mi novio?"
Cuestionó enfadada la chica por celular a Dorian.
"Emily..."
"Soy tímido y no me atreví a preguntarte antes de afirmar eso."
"Por favor no te enojes conmigo."
"Comprenderé si no quieres verme de nuevo..."
Comentó Dorian con tono decepcionado.
"Dorian..."
"Llamaba para decirte que mañana podrías venir a mi empresa."
"Le platiqué a mi jefe de ti y el accedió a hacerte una especie de entrevista."
La voz de Dorian sonó más ligera.
"De verdad Dorian?"
Emily se alegró mucho al escuchar eso!
Pero para el día de mañana, lunes, Edward regresaria a la empresa.
Y ella a sus labores a su lado.
"Pero mañana trabajo y..."
Emily se disculpó.
"No importa la hora Emily."
"Yo pasaría por ti, dónde trabajas?"
Preguntó Dorian.
"Yo llegaré a tu empresa."
"Solo mándame la dirección por mensaje por favor Dorian, gracias."
"Emily, no te molestes conmigo."
"En verdad me gustas y quisiera ser tu novio."
"Pero si prefieres que seamos amigos...yo..."
"Entenderé."
Dorian guardó silencio.
"Dame tiempo para pensar Dorian, de acuerdo?"
"Mañana te veo en cuanto salga mi trabajo."
Pidió Emily.
"De acuerdo Emily."
Sentada en el sillón, Emily reflexionaba que Ryan podría ser feliz con Sarah.
También que ella y Dorian serían "novios" hasta el martes cuando tendría que alejarlo, pues no quería problemas con Edward.
De repente Emily se dió cuenta de que no había pensado en Edward en ese día.
Edward mientras tanto contestaba el celular.
"A quien conseguiste Paul?"
"Tengo a alguien pero aún es algo inexperta, de verdad la quieres?"
"Podrá realizar sus tareas sin ser vista?"
"Tal vez."
Paul comentó.
"Envíala, confiaré en ella."
"De acuerdo."
"Edward el laboratorio últimamente ha sido atacado."
"Tuvimos que moverlo de sitio...me parece que tenemos un infiltrado."
El tono de voz de Paul era de preocupación.
"Manda a Daniel a investigar, que sea rápido."
"Está bien Edward."
Edward tomaba una copa en el bar por la noche mientras fumaba.
Quería distraerse un poco.
Un perfume conocido llegó hasta Él.
Instintivamente miró entre las personas del bar buscando a la poseedora de tan sublime aroma.
Una figura femenina familiar caminaba sola casi para salir del bar.
Edward se levantó y casi corrió hasta donde ella estaba.
Desafortunadamente las personas le bloquearon el paso y la perdió de vista.
Apoyado en la pared, con el corazón acelerado, Edward aún la buscaba ansiosamente por todos lados con la mirada.
"Era su perfume, su cabello, su modo de caminar..."
"Era Lucy...me estaré volviendo loco?"
Regresó al bar y aún podía oler un poco del característico perfume de Lucy.
Abatido se sentó en el sillón para seguir tomando y fumando.
Ahora no solo le preocupaba Emily, también creyó haber visto a su Lucy...
Viva.
"Dime, que tan lindo es Dorian?"
Preguntó ansiosa Maggie cuando regresó al departamento.
"Es muy atrevido."
"Le dijo a Ryan y Sarah que es mi novio."
Contestó Emily sonrojada.
"Jajajaja!"
"Felicidades Emily!"
"Conseguiste un novio instantáneo!"
Feliz Maggie abrazó a Emily.
"Te burlas de mí Maggie?"
"Claro que no Emily!"
"Al contrario me alegro mucho por ti."
"Si te trata mal puedes pedirle que no te busque más."
Maggie abrazó a su amiga.
"Lo sé Maggie."
En una lujosa casa, Carl terminaba de hacer llamadas para monitorear a sus empleados y sus resultados.
Tenía que tener todo preparado y en control para el siguiente movimiento.
Una mujer guapa y joven se acercó a Él y puso unos documentos en la mesa.
"Aquí está el programa para mañana, estará ahí tu tío, Edward y los demás, todo está listo?"
"Si, acabo de confirmar los detalles y todos están en posición y todo va de acuerdo al plan."
"Dime, como te fue a ti hermosa distracción?"
"Bien, salió del bar a buscarme."
"Excelente."
"Dime algo...sempre pensé que estabas perdidamente enamorada de Él."
"Y lo estaba, pero tu abuela no me dejó otra opción."
"Cuando le contamos que queríamos comprometernos y casarnos ella no nos dió su consentimiento."
"De hecho nos prohibió casarnos."
"Le parezco poca cosa a pesar de mis logros o le caigo mal...yo no sé."
La hermosa mujer joven se sentó en una silla con elegancia aprendida.
"Pero ahora no importa su maldita aprobación de la anciana."
Continuó diciendo la bella mujer.
"Todo lo que quería será mío de cualquier forma."
"Nuestro, querida, nuestro."
"Tienes toda la razón Carl."
"Tengo hambre, que cenaremos esta noche?"
"Que tal una cena especial para celebrar que todo va como ambos queremos?"
Sugirió Carl tomando la hermosa y delicada mano de la bella mujer.
"Me parece estupendo!"
"Carl estás seguro de lo que haremos?"
Preguntó la hermosa mujer.
"Ellos son tu familia después de todo..."
"Estoy mil por ciento seguro bella."
Aseveró Carl con voz enérgica.
"Tanto lo odias?
Preguntó la bella mujer abrazándolo.
"Siempre me han comparado con Él, me ha mantenido en la sombras demasiado tiempo."
"Nunca ha confiado mi abuela en mi del todo, así que si."
"Quiero lo que Él tiene, incluida a ti."
Carl besó en los labios a la hermosa mujer que le rodeaba con sus femeninos brazos el cuello.
"Eres un romántico Carl."
Declaró la mujer besándolo también con pasión.
Una noche más...
Emily miraba el techo sin poder conciliar el sueño.
Revisó por última vez su celular y no, ningún mensaje de nadie.
Reflexionó acerca del beso que Ryan le había dado por la tarde.
Él la confundía mucho.
Lunes sería su último día sin Edward molestandola.
El martes ella tendría que regresar al departamento de Edward para atenderlo.
Tal vez extrañaba la costumbre recién adquirida de prepárale té para calmar su dolor después del trabajo.
Tal vez extrañaba la costumbre de cocinar para Él después del trabajo.
Tal vez extrañaba su rutina de esperarlo para que pudieran cenar juntos.
Y tal vez platicar un poco de alguna tontería...
Emily suspiró.
Pero también recordaba la crueldad de Edward con ella.
La última vez que habían estado juntos Edward la había humillado mucho.
La obligó con ese suero de la verdad a decirle cosas personales que a Edward no deberían importarle.
"Ojalá pronto puedan hacerle la operación a mi padre."
"Para que pueda llegar a un acuerdo con Edward."
Pensaba Emily.
"Necesito hacer un convenio con Edward para poder pagarle los gastos de la intervención quirúrgica."
Estos eran los únicos pensamientos de Emily recostada en su cama.
Finalmente ella cayó rendida y durmió profundamente.
Edward, acostado en la cama, aún jugaba con su celular.
Abrió la galería de fotos y las miraba con detenimiento.
En ellas veía a una chica alegre repartiendo té.
En otras a una hermosa chica dormida en sus brazos.
En otras fotos se veía a una chica caminando por la calle despreocupadamente.
En otras ella estaba cocinando para Él.
"Solo falta un día de este incómodo viaje y regresaré con ella."
"Extraño su té..."
"Maldición, la extraño también a ella."
Pensó Edward en su mente.
Esa pequeña mujercita de había metido dentro de su piel...
Y ahora no podía quitársela de la mente.
Volvió a recorrer ansiosamente ma galería de fotos deseando que ella estuviera con Él en esa cama...
En esa lujosa habitación de hotel.
***By Liliana Situ***
Valoro mucho tu opinión.
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