El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 217

Hace mucho tiempo que Edward sepultó sus ansias asesinas,

sus deseos de sangre,

sus deseos de cruel venganza,

sus deseos por romper huesos humanos bajo sus pies pero ahora...

Ahora parece como si el muro bien construido y fortalecido que él mismo construyó para mantener contenidos esos oscuros sentimientos se hubieran derribado por completo dejando que todo lo malvado, todo lo perverso surgiera de nuevo.

El instinto asesino una vez más pudo salir a flote, poseyendo la mente y cuerpo de Edward.

Poco o nada le importa ahora a Edward los prejuicios morales, ni leyes humanas ni mucho menos su vida.

Perdiendo el control sobre su nublada mente, Edward permite que el demonio contenido dentro de él rompa sus cadenas, liberando su lado infame, inhumano, completamente bastardo hijo de puta.

Y nada podrá detenerlo ni volver a contenerlo.

La sonrisa burlona y retorcida se dibuja en la esquina de la boca de Edward quien se prepara para la batalla.

Estirando su cuello hasta hacerlo tronar, Edward se prepara para enfrentar a los hombres a quienes ahora considera mierda la cual debe desechar.

Las tres personas vestidas con ropa de camuflaje titubean un segundo al ver el notorio cambio en Edward.

Es como si su fisionomía hubiera cambiado por completo, su rostro tiene una expresión salvaje, aterradora, cínica y desquiciada.

Edward no duda antes de dar unos cuantos pasos tranquilos hacía los enemigos...

Pero sin previo aviso echa a correr antes de lanzar el primer ataque contra las basuras humanas.

Aunque está rodeado de atacantes, Edward no deja de contraatacar a los uniformados, sus golpes se hacen cada vez más intensos, más fuertes y firmes a cada segundo.

Los ojos de Edward están totalmente oscuros, su cuerpo completamente insensibilizado al dolor.

Uno de los atacantes cae estrepitosamente al suelo antes de rodar hasta llegar a los cuerpos inertes en el suelo.

"hhuuuummmm..."

Se queja el atacante caído tocándose su costado derecho con su mano, Edward aprovecha la caída para intentar patear al caído, pero otro combatiente lo golpea en el estómago.

Edward soporta el dolor antes de impactar su rodilla contra su atacante quien se dobla por el dolor para satisfacción del hombre.

"Que divertido!"

Se burla Edward a carcajadas

"No me había divertido así en años!"

Edward camina sin prisa el otro atacante, pero este lo enfrenta con destreza.

Los golpes de ambos se igualan en fuerza y eficacia para lastimar al enemigo a derrotar.

Ninguno de los dos se da por vencido, la pelea de vuelve más y más vertiginosa y despiadada.

Realizando una rápida barrida con la pierna derecha el enemigo espera derribar a Edward para contenerlo.

Edward comprende las intenciones del atacante por lo que salta en el momento indicado para esquivar la barrida.

Cuando cae al suelo, aterriza sobre la pierna del atacante haciéndolo gritar de dolor.

Tomando la cara del atacante con ambas manos, Edward lo levanta del suelo con fuerza descomunal antes de sentenciar.

"Se metieron con el hombre equivocado hijos de puta."

Lanzando al aire al oponente, el cual aterriza duramente contra el suelo provocando un horrible sonido de huesos quebrándose, Edward ríe burlonamente.

Los restantes enemigos al ver lo que ha hecho Edward lo atacan de frente y por la espalda.

El efecto del elixir del poder esta pasando!

Sin que nadie pueda hacer nada el efecto de ese elixir esta terminando!

Sin importar eso los atacantes no dejaron de atacar en conjunto a Edward de forma estratégica.

De pronto logran derribarlo, pero Edward solo cae de rodillas.

Edward no jadea por aire como los demás...

Edward no parece estar cansado como los demás...

Edward parece estar disfrutando de la pelea.

Edward no está lastimado como los demás.

Edward sonrie mientras mira de rodillas a los tres oponentes.

No cabe duda que Edward es un hombre muy diferente en este momento.

"Es todo lo que pueden hacerme?"

"Que decepción hijos de puta!"

Declara Edward con desdén.

"Pensé que tendría oponentes dignos como no he tenido en años pero en cambio solo son unos miserables imbéciles patéticos!"

Poniéndose de pie Edward parece haber crecido de altura, su musculatura se ha ensanchado considerablemente.

Las venas de su cuello, manos y brazos se marcan contra su piel de forma increíble.

Un halo negro rodea por completo a Edward haciéndolo lucir terrorífico.

Casi incluso se puede ver un ligero destello rojo en sus ojos ennegrecidos.

Un destello carmesí infernal.

"Los tres son un desperdicio de mi tiempo, fuerza y habilidad!"

Edward deja de hablar antes de atacar de nuevo a los tres enemigos quienes lucen cansados y se mueven lento.

En cierto momento uno de los oponentes rueda hasta el auto para tomar algo del suelo.

Inyectándolo en su pierna, el efecto inmediato le permite incorporarse a la terrible lucha contra el demonio Edward.

Usando una técnicas ancestral, un oponente ataca sin descanso a Edward quien esta vez siente que los enemigos están peleando en serio.

"mmmhhh..."

Por primera vez en todo el tiempo de batalla Edward se siente sin aliento por el golpe contundente que le asestó el atacante.

Edward pudo sentir que su corazón se detuvo un segundo por el impacto.

Otro golpe conecta limpiamente la mandíbula de Edward haciéndolo aterrizar en el suelo con sus rodillas y antebrazos.

"Ahora si estás peleando bien bastardo!"

Grita entusiasmado Edward antes de levantarse de un salto para hacerle una llave al hombre.

Sin embargo Edward fue derribado por otro atacante ya que golpea la parte posterior de la rodilla.

"Bastardo tramposo!"

Vocifera Edward antes de desplomarse en el suelo.

Uno de los atacantes se sienta encima de él, aunque parece que no puede contenerlo por mucho tiempo.

Edward lucha desesperadamente por levantarse.

Otro combatiente corre al auto para tomar otra jeringa con elixir para inyectarselo en el pecho.

El subidón de energía es innegable.

Los tejidos dañados se recuperan instantáneamente,

todo el dolor se desvanece,

todo el cansancio se evapora.

Edward mantiene su grotesca sonrisa en la esquina de sus labios, su faz es radicalmente distinta.

La pelea se alarga bastante más de lo previsto por lo que uno de los atacantes emite un silbido específico, los otros dos atacantes se apartan.

El combate de pronto se vuelve uno contra uno.

Ese atacante en específico quiere poner a prueba los límites de Edward y comprobar que fuerza perversa manipulandolo.

Esa fuerza podría ser el resultado de muchas vidas de represión forzada.

El escenario cambia de pronto, unas luces potentes iluminan el lugar donde están, el supuesto lago solo es una piscina vieja llena de agua.

Edward no se preocupa ya por los cuerpos de su esposa, de su hija, de su amigo, de su esposa o de su bebé quienes son alejados por los otros atacantes.

Nada de eso le importa ya.

Lo único que le importa,

lo único en lo que piensa es matar al hijo de puta quien lo reta.

Edward quiere cortarle la lengua lentamente.

Edward quiere sacarle los ojos de las cuencas con sus dedos.

Edward ansia desollarlo vivo y bañarse en su sangre.

Después...

Después...

Después seguirá con su vida sin que nada ni nadie le importa está vez!

Los dos combatientes se lanzan de nuevo al ataque propinando golpes, patadas, puñetazos certeros.

Las diversas técnicas de lucha se usan a diestra y siniestra.

Los halos negros de ambos combatientes provocan que la iluminación descienda de intensidad.

El voltaje de luz varia, los potentes focos parpadean mientras los dos combatientes esquivan con destreza y agilidad los golpes que amenazan con lastimarlos.

En un momento determinado ambos oponentes caen al suelo, los dos tosen sangre.

El combate en verdad es brutal.

"Es tan fuerte y aterrador como lo fuiste tu cuando luchaste en la guerra mi niña."

Declara la abuela Situ hacía Lorelay.

"Yo creo que es mucho más fuerte que yo abuela."

"Es el Edward que conocí algunas veces en el pasado."

"Ese brillo diabólico en sus ojos lo vi antes y lo reconozco muy bien."

Declara Lorelay mirando el combate extremo.

"daadaadddaa..."

Balbucea Emily en los brazos de su madre.

"sssshhhh cielo, papá está luchando de forma..."

Tranquiliza Lorelay a la pequeña antes de que Tommy intervenga.

"Demoniaca, sobrehumana, es el Edward malvado de antes."

Afirma el chico sin dejar de mirar la batalla.

"Lo sé Tommy, lo sé..."

"Teresse, podrías llevar a los niños a que duerman la siesta por favor?"

Cuestiona Lorelay a su amiga.

"Por favor vigila a Emily, debo quedarme por si necesitan mi ayuda."

Indica la chica suspirando.

"De acuerdo Lorelay."

"Mucha suerte."

Anima Teresse a su amiga antes de llevar a los bebés Ethan y Emily a dormir.

Lorelay toma en sus manos el potente elixir mientras se prepara para ser el relevo de la abuela Arana quien es la única combatiente de pie en la arena falsa.

La abuela Situ y la abuela Freda observan todo lo que ocurre desde la seguridad del escondite secreto donde están junto con la chica.

"Edward está completamente fuera de control."

"La abuela Situ está muy lastimada."

Declara con tristeza y algo de enfado Lorelay hacía su abuela.

"Aline está feliz por haber visto esa chispa asesina de nuevo en su nieto."

"Ella no lo reconocera pero amaba que su nieto fuera un joven gangster malvado."

"Tal como a ella le hubiera gustado serlo en su juventud."

Declara con voz maternal la abuela Freda.

"No sabía eso abuela Freda."

"Tal vez por eso Edward sea de esa forma."

Declara Lorelay.

"Tal vez mi niña."

"Al igual que tú, Edward también tiene la dualidad del bien y mal en su interior, solo que antes dejaba fluir libremente su enorme maldad."

"Desafortunadamente tu fuiste su víctima antes y por tanto sabes que tan cruel puede llegar a ser."

Indica la abuela Freda hacía su nieta.

"Si abuela, recuerdo dolorosamente que tan cruel puede ser Edward."

Afirma Lorelay.

"Entonces recuerda eso cuando te tomes el elixir para derrotarlo."

"Solo tú puedes contenerlo."

"Recuerda a Lucy, a Carl, cuando te violó."

Comenta la abuela Freda mientras observa a su nieta beber el elixir concentrado del poder.

Ataviada con su atuendo negro de sombra Lorelay sale del lugar.

"No fallaré."

Declara con firmeza la chica antes de alejarse.

Lorelay no puede dejar que Edward golpee su pecho pues aun esta amamantando a Emily.

De tal modo, la chica piensa  estrategias en su mente para derrotar a su esposo.

Un sonidito casi imperceptible se escucha en el ambiente, el atacante en el suelo es sustituido por otro delgado, alto y atlétici.

"Un adversario digno al fin."

Indica Edward quien se dispone a seguir con la pelea.

Lorelay invita a Edward que la ataque, lo cual hace con mucho gusto.

Los esposos de nuevo se enfrentaran.

Los dos nuevamente medirán sus fuerzas, solo que esta vez Edward ignora contra quien pelea y por eso es más despiadado.

Esta vez Lorelay recuerda todo el daño que Edward le hizo antes, el enorme daño que le hizo orillandola a desaparecer.

Lorelay recuerda su enorme desgracia, su intenso dolor y su cruel sufrimiento.

La arena se oscurece casi por completo, sin embargo ambos oponentes pueden verse perfectamente.

El torbellino de poder entre ambos gira furiosamente mientras que las

patadas y golpes tratan de hacer morder el polvo a los amantes combatientes.

Edward, para su mala suerte cae al suelo, Lorelay logra romperle una costilla.

Lorelay se burla un instante de Edward en el suelo antes de correr hacia él para seguir golpeándolo.

El fuerte puñetazo impacta al lado de la cabeza de Edward dejando un hueco.

De pronto Edward sisea por el dolor cuando una patada impacta sus piernas.

"sssssssss..."

"Pensé que querías jugar Situ, solo estabas presumiendo no es así?"

Se burla Lorelay de Edward con su voz electrónica antes de rodear el cuerpo de Edward con sus fuertes brazos y piernas.

"Gangster de mierda, solo eres un fraude para la mafia."

"Eres un junior mimado hijo de papi!"

Una patada en la pantorrilla por parte de Lorelay hace gritar de dolor a Edward.

"aaahhhhh!"

Lorelay sonríe un momento pero después ordena.

"Cállate bastardo hijo de puta!"

Golpeándolo de nuevo, Lorelay logra hacer que Edward se estrelle duramente en el suelo.

Sin embargo Edward se levanta de un salto limpiándose la sangre que fluye de su boca y nariz.

Edward ahora si jadea por aire,

ahora si siente dolor en su cuerpo,

su halo negro parece disminuir y el del oponente parece aumentar.

Sin embargo Edward no se da por vencido.

Quemara todo el lugar por lo que destrozaron y le arrebataron!

Esos idiotas destrozaron su vida arrebatándole su paz y armonía al asesinar a su amada esposa e pequeña hija.

Lorelay quiere terminar lo antes posible con esa pelea por lo que se lanza de nuevo al ataque.

Esta vez es un ataque certero y mortífero, tanto que en un cierto punto Edward ya no puede sostenerse en pie.

"Y ahora, morirás como tu asquerosa y despreciable familia."

"Que esto te sirva de lección Edward Situ!"

"No importa cuanta seguridad tengas afuera de tu casa,

no importa cuantos guardaespaldas tengas cuidándote!"

Tomandolo del cabello con dureza, Lorelay jala hacia atrás la cabeza de Edward mientras ella se hinca sobre su espalda.

"No importa nada de eso si no pudiste defender a tu familia!"

"Fuiste un malnacido hijo de puta antes..."

"Abusaste de personas indefensas muchas veces, bastardo insensible."

"Este es tu castigo por todo el dolor que causaste antes."

"Vete al infierno escoria humana!"

Todo se vuelve negro para Edward cuando Lorelay le da un golpe en la cabeza dejándolo inconsciente.

Resoplando, Lorelay deja caer la cabeza de su esposo antes de sentarse en el suelo.

Ella debería sentirse mal por todo lo que le dijo a Edward...

Pero no es así.

Ahora entiende a la perfección a su esposo.

Lorelay se sintió tan bien al dejar en libertad a su demonio interno.

Ese despiadado demonio que sin querer invocaron debido a su sed de venganza de quienes les hicieron tanto daño en sus vidas pasadas.

Aunque ellos se han hecho mucho daño en sus vidas previas, en especial Edward contra Lorelay.

Y por tal motivo la chica se sintió tan bien al pelear sin ninguna restricción contra él.

Y fue mucho más satisfactorio lastimarlo y ganarle.

"Mi bella hija!"

"Como esta la bebé más hermosa de este mundo?"

La voz alegre y desenfadada de Edward se deja escuchar en la sala de la villa Baek Situ.

"Mira quien llegó a casa!"

"Es papa!"

Declara Lorelay quien tiene sobre su regazo a Emily quien mira emocionada a su papá quien regresa de su trabajo en la empresa.

Un mes más ha pasado desde la batalla aquella...

Y al parecer Edward no recuerda nada de ese "incidente."

O eso parece.

Las chicas con sus bebés siguen reuniéndose en la villa Situ, esta vez Edward llega por su esposa e hija.

Siete meses han pasado de prisa.

Siete hermosos meses de amor, desvelos y ternura desmedida hacía sus bellas retoños.

"Hijo, quiero hablar con ustedes dos un momento en el despacho, por favor."

Recuperada de sus heridas y golpes, todo gracias a la abuela Arana, la abuela Situ le indica a Edward quien asiente.

Dándole un besito tierno en la mejilla a su bella Emily, Edward hace cosquillas a su pequeña antes de caminar hacia el despacho de su abuela.

Lorelay mira la escena entre padre e hija la cual es una escena bella.

La puerta del despacho se cierra detrás de ellos, todos toman asiento antes que la abuela Situ hable.

"Mi nieto, mi nieta, como saben con la guerra y la desmedida ambición de tu primo escondí todos los papeles del castillo, propiedades en Dinamarca y títulos por seguridad."

La abuela Situ abre uno de los cajones de su escritorio de madera fina para extraer los documentos más valiosos para el clan Situ.

"Esto que ven aquí son los títulos del castillo y tu título de nobleza que se extiende a mi nieta y mi bisnieta."

Señala la abuela Situ.

"Estos son los títulos de propiedades de nuestra familia además de el árbol genealógico de nuestros aliados a lo largo de los siglos."

"Encabezamos la nobleza en Dinamarca, en este país y en varias partes más."

Una gran sonrisa se extiende en la boca de la abuela antes de proseguir hablando.

"No saben que gusto me da informarles que mi nieta es ahora una duquesa."

"Ella es mi legado más precioso, más esperado, pero me encantaría que pronto me dieran una nueva alegría."

"Me encantaría tener un nieto pronto."

Exclama suspirando la abuela Situ.

"Tengan mis niños, todo es para ustedes, aunque se quedará guardado en esta casa por razones de seguridad."

La abuela frunce el ceño por el dolor por lo que se levanta para tomar su infusión curativa y regenerativa que debe tomar cada media hora.

Su nieto fue el oponente más aguerrido de todos los chicos.

Hasta ahora.

Solo faltan ser puestos a prueba James y Paul.

"Abuela, no..."

"Aún no queremos los títulos todavía."

Declara Edward.

"No discutas conmigo mocoso."

"Dejo clara mi herencia para ustedes, tu hermana también tuvo su parte."

Sentencia la abuela antes de suavizar su voz.

"Los quiero mucho y adoro verlos juntos, con Emily como fruto de su unión."

"Ya casi va a cumplir un año y debemos celebrarlo junto con todos los bebés!"

"Los gemelos son tan listos, pero todos obedecen a Emily."

Sonriendo orgullosos, tanto Lorelay como Edward saben que es cierto lo que la abuela dice.

Podían estar llorando todos los bebés en la sala, pero si Emily lloraba todos detenían sus llantos para gatear y consolarla.

Los más apegados a ella son su primo Erik y Sören, el hijo de Dániel.

Sören en específico siempre esta cuidando que ningún bebés golpee por error a Emily.

Sören es el guardián de la bella nena.

La abuela Situ les enseña el código de seguridad de la caja fuerte escondida dentro de una pared falsa antes de despedirlos.

Lo primero que hizo Emily al ver a su papá fue extender sus brazos y aventar su cuerpecito para abrazarlo.

Edward atrapa a tiempo a su nena para abrazarla antes de darle un beso en sus preciosas mejillas.

Emily es posesiva y apegada a su padre, por lo que cuando Edward llega a casa Emily solo le ofrece su atención completa.

Y Edward se sentía tan querido y en paz cuando su pequeña esta en su brazos.

Lorelay se les une, la bella familia sube a su camioneta para irse a su villa.

Edward mira por la ventana tratando de no pensar en algo que lo tiene perplejo.

El demonio dentro de él esta contenido, pero ha vuelto a despertar...

Y esa oscuridad débil comienza a pintar de negro el alma de Edward.

***By Liliana Situ***

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