El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 3

Antes de que Edward saliera del hospital, Emily corrió para alcanzarlo.

Ella necesitaba hacer algo para tratar de convencer a ese hombre para que retirara, al menos, las acusaciones contra su padre.

Emily tomó su brazo, pero Edward lo retiró del toque de la chica con un fuerte tirón.

"Edward por favor, no lleves a juicio a mi padre!"

Emily rogó con voz quebrada.

"Él está muy grave!"

"Él no tuvo nada que ver con la muerte de Lucy!"

"Por favor, Edward te lo ruego, no permitas que mi padre pise la cárcel!"

"Por favor, se que no puedes ser tan malo!"

"Por favor!"

Viendo a la niña frente a Él suplicarle de forma insistente, Edward sonrió de forma burlona.

Se ajustó su impecable traje sacudiendolo con su mano antes de dirigirse a la chica.

"Incluso si yo no hubiera acusado a tu padre, algún otro CEO lo hubiera hecho!"

"Tu padre está metido en tantos fraudes empresariales bastantes graves."

"Sus acciones lo condenarán, no importa cuánto tiempo pase en el hospital."

Edward miró a la joven niña que suplicaba.

"A tu padre le espera una larga temporada en la cárcel cuando se recupere."

Edward se sintió fabuloso al pronunciar sus palabras mirando a la sollozante niña.

Él miró la hora en su elegante reloj de pulsera.

"La villa Mu ahora es mía para hacer lo que me plazca con ella."

"Pero deberé venderla muy barata debido a la mala reputación que ahora tiene tu maldita familia."

Emily no podía creer las crueles e insensibles palabras del que una vez fuera su futuro cuñado!

"Si quieres ayudar en los honorarios de los abogados para tu padre puedo sugerirte algo..."

Edward esbozó una sonrisa malvada.

"Podrías comenzar a vender tu cuerpo de manera profesional."

Emily se alejó un poco de ese guapo demonio que le insinuaban que se convirtiera en...

Ella lo miró con una cara de asombro.

Edward acortó la distancia con solo dos pasos.

Su fría y aterradora presencia hacían sentir a Emily tan débil y vulnerable.

"Yo realmente pensaría en comprar tus servicios de vez en cuando."

"Tal vez te pagaría como una profesional si sabes satisfacerme en la cama."

Edward rió de forma espeluznante.

Las rudas palabras de Edward dejaron fría a Emily!

Ella había cruzado muy pocas palabras con Él en el pasado.

En todas esas pocas ocasiones intercambiaron saludos cordiales cuando Él visitaba a su hermana Flora en la villa Mu.

Todas las palabras que alguna vez ese hombre le dirigió habían sido frías y distantes, pero amables.

Nunca lo observó sonreír de la forma siniestra como lo hacía en ese preciso instante.

Emily nunca se imaginó que ese elegante, apuesto, refinado, atlético y varonil hombre fuera realmente tan aterrador!

"Es que no vas a decir nada Emily?"

"Te estoy ofreciendo una propuesta de negocios entre tú y yo..."

Emily negó con la cabeza.

"Jamás pensaría hacer eso..."

Edward la miró directamente a los ojos porque ella no sabía con quién estaba tratando.

"Cuando tomes la decisión financiera correcta, búscame."

"Sabrás dónde encontrarme."

Edward decidió que ya había perdido bastante de su valioso tiempo con esa tonta niña que lo hacía enfadar.

Su plan para hundir a toda la familia Mu estaba saliendo a la perfección!

Y era tan dulce la venganza!

Emily no pudo más que observar como ese perverso hombre subía a su auto de lujo para alejarse del hospital.

Derrotada por no haber podido arreglar nada de toda esa horrible situación con Edward, Emily tuvo que regresar al hospital.

Cuando Emily llegó hasta la habitación de su padre, ella tuvo que enfrentar los crueles insultos de Lily, su madrastra.

Emily lloró en silencio cuando Flora se unió a su madre para reclamarle por haber seducido a Edward.

Las dos odiosas y duras mujeres desquitaron toda su furia, sufrimiento, decepción e impotencia con ella.

Emily de quedó llorando sola en una habitación apartada en el hospital.

Todo está yendo de mal en peor para ella!

Por la mañana, las dos mujeres de la familia Mu salieron totalmente hartas del ambiente frío y lúgubre del hospital.

Sin la villa Mu, Flora y Lily Mu tuvieron que mudarse a un pequeño departamento que era propiedad de Lily Mu.

Ellas no se preocuparon por Emily.

Suficientes preocupaciones tenían ellas entre manos.

Antes de perder la villa a manos de Edward, Lily logró recabar algunas de sus costosas joyas, relojes de David y algunos títulos de propiedades pequeñas.

Las cuáles guardaba celosamente en su bolso desde ese día.

De igual forma, antes de que perdieran el control por completo de la empresa, ella pudo reunir algunas cosas valiosas.

Sin embargo, Lily tuvo que vender todo para sufragar los elevados gastos iniciales de hospitalización de David Mu.

Pues en verdad era muy costoso cada día que David pasaba internado en el área de cuidados intensivos.

Una parte del dinero reunido de esa venta se utilizó para finiquitar las cuentas de los abogados.

Aunque realmente no habían ayudado en nada a mejorar la situación legal de David Mu.

Después de pagar esas deudas, Lily Mu se dió cuenta, con gran tristeza y profunda decepción que ella y su hija Flora estaban en la quiebra.

El padre de Emily despertó del coma inducido debido al infarto después de 3 días.

Emily había estado cuidándolo día y noche.

Estar al lado de su padre era mucho mejor que estar, a solas, con su madrastra y hermanastra.

Emily se alegró mucho cuando su padre comenzó a mover sus manos débilmente.

Y se alegró más cuando David parpadeó para abrir lentamente los ojos.

"Papa, no te muevas."

Emily lo tranquilizó poniendo una de sus suaves manos sobre la gran mano de su padre.

"Estás en el hospital en este momento."

"Sufriste un ataque al corazón."

"Afortunadamente tuviste la atención médica a tiempo, por lo que ya estás fuera de peligro."

"Y no sabes cuánto me alegra verte despierto papá!"

Con lágrimas en los ojos Emily habló dulcemente hacia su padre.

David Mu observó los ojos llorosos de su pequeña hija que lo miraba con una sonrisa triste.

David recordó haberse sentido mal en su empresa cuando los agentes especializados entraron esa mañana declarando las graves acusaciones que tenían en su contra.

Esos hombres también le informaron que su empresa, la empresa de la familia Mu, sería embargada por supuestas prácticas fraudulentas.

Además tenía diversos cargos de favoritismos aunado al delito de enriquecimiento ilícito!

Un dolor agudo en el pecho lo asaltó en el momento que terminó de leer el maldito documento que le extendieron los agentes.

Comenzó a faltarle el aire a David Mu.

Se presionó su pecho con su mano para intentar estabilizarse pero de pronto...

Todo se volvió oscuro.

Ahora despertaba en esa fría e impersonal habitación de hospital acompañado solo de Emily.

"Mi pequeña Emily..."

"Disculpame por haberte asustado tanto hija."

Susurró David hacía Emily.

"Donde están tu madre y tu hermana?"

"Que pasó con la empresa de la familia?"

Cuestionó en voz baja David a su hija.

Emily sabía que tanto su madrastra como hermanastra estaban en el pequeño departamento.

Ellas no querían pasar más de unos pocos minutos en el hospital porque les parecía un ambiente sumamente deprimente.

"Papá, ellas tienen cosas pendientes por terminar..."

"Yo me ofrecí a cuidarte todo esté tiempo."

Emily mintió para que su padre no se sintiera mal.

"En cuanto a la empresa..."

"No te preocupes por nada en este justo momento papá."

"Lo importante es que recuperes tu salud para que puedas abandonar este hospital."

"Saldremos adelante si trabajamos todos juntos."

Emily acarició con amor la tibia mano de su padre.

"Solo me interesa que tú estés bien papá."

Ella sabía que nada se pudo hacer para salvar la empresa.

Todo intento para conservarla bajo la dirección de la familia Mu había sido en vano.

Con impotencia también habían visto como Edward se apoderaba de la villa y botaba a la basura todos sus recuerdos personales y familiares.

David comprendió que todo se había perdido.

"Emily, busca lo que tengo en la bolsa dentro de la bolsa interior de mi saco."

Emily se acercó al sacó azul de su padre que descansaba en el sillón.

"Llévate el reloj de tu infancia."

"Con ese reloj podrás encontrar a tu familia biológica Emily."

"Tu familia tal vez todavía te esté buscando."

Emily tomó en sus manos el gran reloj que ella tenía desde niña cuando su padre la adoptó de aquel orfanato.

"Te he hecho sufrir mucho al no protegerte adecuadamente de tu madrastra y hermanastra..."

"Ellas nunca fueron amables contigo."

David tomó las manos de su hija disculpándose con ella.

"Emily ya no quiero que sufras por mi causa o debido a ellas."

"Se que ellas dos son malas contigo cuando no estoy en casa."

David se sentía profundamente apenado con su hija por no haberla podido defender ni proteger de mejor manera contra el mal que ellas le provocaron de pequeña.

Al escuchar las sinceras y tristes palabras de su padre, Emily se sintió un poco deprimida.

Emily observó la mirada burlona en los ojos de Edward.

Era tan despreciable tener que verlo.

Y encima tener que soportar sus comentarios ruines del maldito hombre!

"Si no tiene nada mejor que hacer está noche, déjeme continuar con mi trabajo señor Situ."

Comentó fastidiada Emily agachándose para salir del encierro infantil que Edward había creado con su cuerpo.

Emily se ajustó sus lentes y reacomodo el sugerente uniforme en su cuerpo.

"Yo jamás recurriría a usted por dinero."

"Y mucho menos pensaría en hacer el trabajo que usted menciona."

"Y me gustaría que se ahorrara sus comentarios malintencionados hacía mi."

"Le recuerdo que usted fue el que me drogo esa noche para poder violar..."

Edward colocó su mano sobre la boca de la joven para que no continuará con sus palabras.

"Lo que pasó entre los dos fue por un propósito específico."

"Cualquier mujer hubiera estado encantada de compartir la cama conmigo durante una noche entera!"

Edward estaba enfadado por las palabras audaces de la joven.

Es que ella no comprendía que no había tenido sexo con ella por simple placer?

En verdad era para ella tan difícil de comprender aquella situación?

Edward sonrió al ver la expresión de conejito asustado de la joven.

Incluso estaba temblando un poco.

Edward retiró su mano de la boca de la joven con algo de repulsión.

Acto seguido se la limpió con su pañuelo blanco, el cual tiró en el suelo después de usarlo.

Edward se ajustó su corbata con sus manos.

Una de ellas acomodó su impecable y brillante cabello corto.

"No te preocupes Emily..."

"Soy en verdad muy paciente cuando de trata de esperar algo que en verdad me interesa."

Edward acarició con una mano la mejilla de la joven.

Y se rió cuando ella apartó la cara de su toque.

"Espere el mejor momento para ejecutar mi venganza contra tu familia..."

"Planee a detalle todo con mucho tiempo."

"Averigué hasta el último corrupto detalle de las prácticas de la empresa de tu padre para hundirlo hasta el fondo."

"Y así poder destrozar su empresa con mucho gusto."

"Disfruté malbaratando la villa donde, hasta hace unos días tu vivías con familia..."

Las palabras de Edward estaban teñidas de una profunda aversión.

"Y se que tengo exactamente lo que necesitas en este momento."

Edward empujó de forma ruda con su mano el cuerpo de Emily para abrir la puerta del privado.

"Se que pronto llegará el día en que vendrás rogandome por ayuda financiera."

"Y no sabes cómo disfrutaré de verte rogar a mis pies."

"Tal como lo hiciste ese día antes de que me fuera de ese hospital."

"Cuando rogaste tan bien por tu padre, recuerdas?"

Con una última mirada de desprecio, Edward salió del lugar dejando a la pobre chica dentro.

Caminó para alejarse con la prepotente seguridad con la que siempre se desenvolvía Edward.

Emily se quedó con el frustración de no haberle dado, por lo menos, una bofetada por sus terribles palabras.

Su enfado se tradujo en lágrimas que le inundaron los ojos empañandole los lentes.

Emily corrió al baño de empleados para poder recomponerse.

Ella tenía que terminar su turno.

Ella debía de ganar dinero para apoyar a su familia.

Aunque parte de su familia adoptiva no la quisiera en lo mínimo.

Emily debía demostrarle a ese estúpido hombre que ella era capaz de solventar sus gastos de forma decente.

Ella no era una puta ni una fácil, ni una cualquiera!

Porque no podía comprenderlo?

Porque los hombres tenían que ser tan malos con ella?

Emily frente al gran espejo del baño se limpió el maquillaje corrido.

Suspiró para tratar de controlarse.

Algo deprimida y algo desganada ella tuvo que salir, pues su descanso había terminado bastante tiempo atrás.

Maldijo miles de veces a ese perverso hombre.

Todo lo malo que le había pasado en ese corto tiempo había sido por su culpa.

Edward desde su auto observó como la atención de Emily hacía los clientes fue diferente.

Ella ya no sonreía.

Satisfecho se alejó para ir a descansar a su lujoso departamento.

***By Liliana Situ***

Valoro mucho tu opinión.

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