Siento los rayos del sol entrar por el gran ventanal de vidrio de la habitación.
Me renuevo un poco incomoda por la luz que se cuela entre las cortinas. Abro los ojos poco a poco para acostumbrarme a ella.
Me giro, veo a Alex durmiendo plácidamente, solo con parte de la sábana tapando su entre pierna y con toda las facciones de su cara completamente relajadas.
No pensé que terminaría tan enredada con él hijo de mi jefe, tampoco me veía en su cama o casandome con él.
Cuando me ofreció el acuerdo,acepté por el dinero, pensando que sería fácil y nada pasaría entre nosotros.
Y ahora estamos aquí, en su cama, luego de haber sobre pasado todo los limites y reglas absurdas que nos pusimos entre ambos.
No estoy enamorada de él, pero me temo mucho a llegar a estarlo, porque sé, que saldré herida en este juego peligroso que jugamos ambos.
Para él, solo soy una atracción de momento. Cuándo termine el contrato, todo acabara entre ambos y cada uno seguirá con su vida.
Me estoy acostumbrando a pasar tanto tiempo tiempo con él, dormir a su lado y estar juntos.
Y aunque lo quiera evitar no puedo, simplemente no puedo dejar de estar a su lado.
Salgo de mis pensamientos o no dejaré pensar en toda esta locura. Me levanto de la cama, voy al baño, me enguago la cara me lavo los dientes.
Salgo, agarro una camisa de su armario me la colocó y salgo en busca de la cocina para preparar un rico desayuno.
Me adentro a la cocina y reviso que hay para preparar un desayuno .
Veo el armario de la cocina y me encuentro las alacenas completamente equipadas de todo tipo de condimento y productos de comida.
Saco de su refrigeradora, algo de fruta, jugo de naranja, huevo, tocino y mantequilla.
Empiezo a batir la mezcla para preparar panckeques, mientras bailo al ritmo de la música que reproduzco en el spotify de mi teléfono.
Vierto en el pequeño sartén la mezcla, empiezo a mover mis caderas mientras espero para darle la vuelta.
Luego de terminar, empiezo a picar la fruta mientras canto suavemente para no despertar a Alex.
Cuando me giro doy un salto del susto al verlo recostado del umbral de la puerta con una sonrisa pícara.
—¿Desde cuando estás allí parado? —Suelto apenada.
—Lo suficiente para ver que mueves esas lindas caderas de una manera muy sensual.
Camina hacia la isla de la cocina y me ayuda a traer el resto del desayuno a la mesa.
—No debiste haberte molestado, yo lo podía hacer.
Me da un castigo beso.
—Pero lo hice -—Le sonrió —. Quería preguntarte algo, claro si no te incomoda.
—No te preocupes, dime ¿De qué se trata?
—¿Ya Tienes pensada una fecha para realizar la boda? —Me mira asombrado —. Lo pregunto, porque tu familia no demorará en preguntar si ya tenemos pensada la fecha para celebrarla.
—Había pensando, no sé, tal vez dentro de tres semanas, que sea algo pequeño, ¿Qué dices?
—Me parece perfecto —Sonríe —. Entre más rápido mejor y si es algo pequeño, aún más. No será mucho lo que hay que preparar.
—Entonces, ya está. En tres semanas nos casamos.
Me sonríe y le devuelvo la sonrisa. Seguimos desayunando entre risas.
Acordamos pasar toda la tarde en la cama viendo algunas series en Netflix y comiendo palomitas y helado.
Llega la tarde y es hora de que me lleve a mi apartamento. Mañana hay trabajo y quiero descansar bien.
—¿Por qué no te quedas a dormir conmigo hoy?, podemos buscar ropa para mañana o levantarnos más temprano para que te de tiempo de cambiarte y luego vamos al trabajo juntos.
—Llevo días sin estar en mi apartamento, tengo cosas que hacer y organizar.
Me sujeta por la cintura y me pega más a el.
—No te quieres quedar conmigo, ¿Será que no te gusta mi compañía? —Reparte besos por mi cuello.
—No he dicho eso, solamente quiero disfrutar de la compañía de Paloma antes de que nos casemos y me mude.
Río por las cosquillas que me ocasiona por sus besos.
—Esta bien, tu ganas —Suspira derrotado —. Te dejaré ir, pero solo por esta vez.
—¿Por qué tanta insistencia en que me quedé? —Lo miro intrigada.
—Me gusta tu compañía cariño.
Se encoge de hombros.
Sonrió, ruedo los ojos y me mira con dulzura. Agarro mi bolso y caminamos hacia la salida.
Bajamos a la recepción, hay se encuentra su chófer esperándonos a un lado de su auto.
Nos saluda , con un asentimiento de cabeza, abre la puerta y entramos.
Luego de un pequeño viaje, llegamos a mi edificio. Nos despedimos con algunos besos.
Giro la llave, abro la puerta entrando y me detengo al escuchar unas risas provenientes de la cocina.
Camino hacia esta y me encuentro con Paloma y Alanna tomando una copa de vino mientras conversan.
—¿Interrumpo? —Suelto divertida.
—¡Margot! —Espeta Paloma con una sonrisa.
—Cuando Paloma me dijo que estabas con Alexander , pensé que te quedarías con mi hermanito hasta mañana.
Suelta coqueta y niego.
—Aunque tu hermano lo intento, no podíamos, debemos trabajar mañana.
—Me imagino que pasaste una noche muy interesante —Musita Paloma sonriendo ladinamente —. Tú cara lo dice todo.
—Haber dime ¿Qué tal es mi hermanito en la cama? —Suelto una risilla y Paloma la mira con horror.
—¿Por qué quieres saber tú eso siendo su hermana?
—¿Vez el porte que tiene mi hermano?,Varonil, Rudo, Un adonis y completamente sexy —Río ante sus palabras —. Debe ser un maldito Dios en la cama.
—Alanna, eso es asqueroso.
Paloma la mira con asco y ella solo rueda los ojos.
—No diré nada y menos a ti que eres su hermana —Niego y ella bufa —. Así que mejor díganme que estaban haciendo antes de que yo llegará.
—Estabamos preparando un pie de zarzamora.
Inhalo el olor que sale del horno y huele delicioso.
—Huele exquisito chicas.
—Pues toma asiento porque ya está lista.
Paloma me ayuda a tomar asiento, mientras Alanna saca del horno la torta y empieza a servir.
—Margot, sé qué es muy pronto pero ¿Ya han pensado a dónde irán para su luna de miel?
—No, pero si la fecha de la boda nos casamos dentro de tres semanas. - trato de sonreír
—¿Qué?, ¿Tan pronto porque ?
—No queremos esperar mucho, además tú padre no está del todo recuperado de salud.
—Mi madre pegara el grito al cielo —Suspira —. Pero en el fondo estará muy feliz.
—¿Se casaran por la iglesia? —Susurra Paloma.
—No, Por ahora solo por el civil.
—¿Por qué? —Pregunta curiosa Alanna.
—Porque son mucho los preparativos y ahora estamos muy ocupados con los asuntos de la empresa y reuniones.
Paloma cambia de tema, Alanna nos empieza a contar que pronto viajara a Tulum de vacaciones. Nos cuenta todo sobre como chantajeo a Alex para que le pagara el viaje y Paloma ríe a carcajadas de sus locura.
Luego de terminar y dialogar un poco, nos despedimos de ella quedando en ir de compras mañana en la tarde las tres.
Al irse Alanna, quedamos Paloma y yo haciendo el resto de oficios en nuestro hogar y luego descansar...
***
Alex
5:00 am
Recorro toda la avenida trotando para ejercitarme un poco, como lo suelo hacer casi todas las mañanas.
Al terminar regreso a mi hogar, me ducho y me coloco un traje de tres piezas para ir a la oficina.
Al terminar de vestirme, tomo el elevador y al salir, me encuentro con Josh, mi chófer y guardaespaldas.
—Buenos días señor.
Hace un asentimiento con la cabeza y me abre la puerta.
—Buenos días Josh.
Subo al auto, cierra la puerta le da la vuelta y sube al auto y lo pone en marcha.
Después de media hora llegamos a la empresa, me bajo entro saludo al portero y luego a las recepcionistas.
Ssubo al elevador, llego al piso y me bajo.
Lo primero que veo es a Margot a un lado de su escritorio leyendo unos papeles.
Luce una falda negra ceñida a su cuerpo, blusa blanca y su cabello recogido en un moño alto luciendo sumamente hermosa.
Alza la mirada, me mira fijamente y me sonríe de manera cálida. Le devuelvo la sonrisa y camino hacía ella.
—Buenos días señorita Campbell.
Nos separamos al escuchar tres toque en la puerta.
Ella me mira confusa. Se levanta,acomoda su ropa, pasa la mano por su moño y camina abrir la puerta.
—Buenos días.
Murmura una voz que reconozco.
—¿Buenos días? —Le responde confundida.
Me levanto de mi asiento, para saludar a la persona que está parada justo en mi puerta.
—Carlos,amigo ¿Qué haces aquí? —Le extiendo mi mano —. Pensé que aún estabas en tú viaje por Europa.
—¿Asi recibes a tú mejor amigo?.
Margot se hace a un lado, Carlos entra, camina hacia mi dándome un apretón de mano y un abrazo.
—Discúlpame, estaba ocupado —Miró a Margot y se pone colorada.
—Lo siento amigo, no lo sabía.
—Carlos te quiero presentar a Margot, mi prometida —La sujeto por la cintura —. Cariño, te quiero presentar a mi gran amigo Carlos.
Carlos la mira de arriba bajo con asombro, le extiende su mano y sonríe.
—Mucho gusto —Le responde Margot sonriendo y dándole la mano en forma de saludo.
—El gusto es mío Hermosa dama.
—Bien, debo dejarlos y seguir con mi trabajo.
Se despide de Carlos, me acerco despidiéndome con un beso y sale de la oficina aún con sus mejillas somrijadas.
Al cerrar la puerta, Carlos se gira y me mira estupefacto.
—Quiero que en este mismo momento me expliques ¿De qué diablos me perdí?
Su gesto me causa gracia, palmeo su hombro y camino hacia mi escritorio junto a él.
—¿ Qué quieres que te diga?, solo te puedo decir que dentro de tres semanas me caso con ella.
—¿Hablas enserio? —Asiento —. Alexander Lombardo, exigo me expliques que clase de locura estás apunto de cometer.
Me levanto de mi asiento, camino al mini bar que tengo en la oficina. Sirvo hielo en los dos vasos y le agrego un poco de whisky.
Camino hacía donde esta Carlos, le entrego un vaso y luego me vuelvo a sentar en mi silla.
—Habla por favor, necesito una explicación porque no entiendo.
—Me río por su impaciencia de saber todo.
Carlos es mi mejor amigo desde que éramos unos críos. Siempre ha sido ese amigo fiel que me aconseja, pero respeta mis decisiones y no se mete en ella.
—Margot es la asistente de mi papá, la conocí cuando papá estaba en el hospital, desde que la vi esa noche, quede embelesado con su belleza.
—¿Cómo hiciste para que aceptará ser tu novia y aceptará casarte contigo tan pronto?.
—Le conté la verdad sobre la decisión de mi papá, llegamos a un acuerdo matrimonial por un año.
Me mira un momento de manera interrogante luego su mirada cambia a una de reproche.
—¿Es un contrato o una relación verdadera?, porque acabo de escucharlos teniendo sexo aquí en la oficina.
—¿Qué tiempo llevabas allí afuera? —Se ríe burlón y toma un sorbo de su whisky.
—Bastante, ¡créeme! , hasta el ascensor se escuchaban sus gemidos —Le resta importancia —. Ahora dime, ¿Estaba en el contrato tiratela? –pregunta serio.
—No , no lo estaba. Las cosas simplemente pasaron una noche después de la cena donde supuestamente le pedí Matrimonio, una cosa llevo a la otra y terminamos acostandonos.
—¿Y qué piensas hacer ? —Lo miro sin entender de qué habla .
—¿Qué voy hacer de qué?, No entiendo tu pregunta.
—¿Vas a convertir tu matrimonio en uno verdadero? —Me mira serio.
—Claro que no , todo sigue igual. Cuando se cumpla el año nos separaremos —Me levantó de mi silla —. Mira amigo , lo que siento por ella es atracción. Margot es una mujer muy hermosa, que cautiva a cualquiera. No estoy enamorado de ella, ni tengo planes de estarlo, sólo la estamos pasando bien este tiempo juntos , si así se podría decir.
—Viejo te veo mal , uno nunca sale bien librado de estos enredos. Terminaras enamorándote hermano.
—Deja de hablar tonterías , ambos tenemos claro en qué terminará esto.
Terminó de tomarme mi whisky tratando de sonar lo más creíble posible.
—Vamos a apostar algo – me mira sonriendo .
— Dime , ¿que quieres apostar?...
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: En La Cama Y Casada Con Mi Jefe