En los brazos del mafioso romance Capítulo 2

Sara.

__ ¡Arriba, chica! - tiraron de mis sabanas llevándome al suelo, por estar enredada entre estas. - Llegarás tarde a tu trabajo y hay cuentas por pagar.

__ Cinco minutos nada más. - me quejé sin querer levantarme del piso siquiera.

__ Ni Anthony pide cinco minutos. - me hizo abrir los ojos. - Él si se porta bien ¿verdad, cielo?

__ Porque el duerme toda la noche, solo despierta a comer y que lo cargue. - seguí abraza a mis sábanas. - Así yo me despierto muy temprano.

__ Es su trabajo. Nosotras hacemos el de traer comida y lo necesario a esta casa, él se encarga de estar bien para no complicarnos las cosas. - expresó llamándolo y este obedeció caminando tambaleante hasta sus piernas. - ¡Eso es! Este señorito si sabe lo que es no poner excusas.

__ Traidor. - acusé frotando mis ojos. El bebé de casi dieciocho meses me vio y en lugar de sentirse culpable solo me sonrió. - No voy a caer en eso. No me sonrías así, no me dejaste dormir sola anoche. Estoy enojada.

Brincó en brazos de su tía Keyla, sin dejar de reír hasta que no pude resistirme y extendí los brazos para que este se lanzara a ellos.

__ La próxima vez sí me enojaré contigo en serio. - lo estaba acostumbrando a eso. Decir un la próxima vez que a él parecía divertirle.

No sabía si estaba haciendo bien o mal, pero me gustaba ver esa curva en sus labios y ese brillo en los ojos que solo vi una vez antes de conocer a mi bebé cuando nació.

Hermoso y cautivador como...

__ El desayuno está listo. - nos llamó Keyla al estar ya lista y con mi uniforme puesto. - Uno muy nutritivo para el amor de mi vida y uno que le dé energía a su madre.

__ Presiento que aquí hay favoritos. - me quejé al ver mi plato de avena frente a mí.

__ Obviamente. - reiteró Keyla con una gran sonrisa, al tiempo que comenzó a alimentar a Anthony.

Terminamos con lo que tenía en el plato, ya tenía el bolso con las cosas necesarias para el bebé dentro cuando nos despedimos en la entrada de la casa. Ella estaba por terminar su carrera de nutricionista, mientras yo trabajaba así como ella me ayudó con el embarazo, manteniéndonos a los dos, yo la ayudaba a terminar lo que postergó hasta hace unos meses.

Subí al taxi, el cual me dejó frente a la casa donde había comenzado a trabajar dos semanas atrás.

Los vigilantes ya me conocían, por ello no pusieron problemas en dejarme pasar. Aunque se veía demasiado movimiento que los días anteriores, no quise prestar atención en eso.

No era mi trabajo, pues el mío consistía en ser la fisioterapeuta del hombre que con una sonrisa me recibió.

Cerré la puerta y puse a mi hijo en el lugar que me había permitido arreglar para las horas que estaría en su casa.

__ ¿Como amaneció hoy? - le hice conversación.

__ Con mayor ánimo. Logré convencer a mi nieto de realizar su boda aquí.- comunicó y sonreí al verlo tan feliz. - Hoy será su llegada, en dos días su boda.

__ Me alegro. Aunque no me había dicho que tenía un nieto, Don Braulio. - exclamé a modo de juego.

Capitulo 2 1

Capitulo 2 2

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