Encuentro cercano romance Capítulo 125

Josefina dijo que podía lograr la cooperación con el Grupo HD, pero Roberto no le creyó en absoluto.

—Roberto, no te estoy mintiendo, puedo conseguir el proyecto para ti. ¿Por qué no me dejas intentarlo? —Josefina miró el apuesto rostro de Roberto. Ella no podía conseguir ningún hombre mejor que él ahora. Por lo tanto, no podía dejar ir a Roberto, pues era uno de los pilares del Grupo Ramírez.

—Bueno, ya que estás tan segura, tendrás una semana para conseguir el proyecto. Si lo haces, no romperé contigo, si no lo consigues, no vengas más a verme. —Roberto fulminó a Josefina con la mirada. Le parecía increíble que Josefina se hubiera quedado embarazada de otro hombre sólo para estar con él.

Roberto pensó que si Josefina daba a luz a su hijo, sería el primer nieto de la familia Ramírez y su estatus mejoraría. Sin embargo, Josefina se quedó embarazada de otra persona.

Cada vez que Roberto pensaba en ello, éste se enfadaba más, pero Josefina era bastante amable con él, así que lo mejor era utilizar bien a ella.

—De acuerdo. Roberto, me esforzaré al máximo. ¡Lo haré en una semana! —No le dijo a Roberto que su prima era Ema que se casó con la familia Hernández. Y que podía pedirle a ella que la ayudara a cumplir esta petición

Josefina se fue a buscar a Ema que era lo única en quien podía confiar ahora.

***

—Prima, por favor, toma un café. —Josefina le entregó respetuosamente a Ema una taza de café.

Ema no fue muy educada con Josefina. La familia de Ema era mucho más rica que la de Josefina. Por lo tanto, Ema siempre había menospreciado a Josefina.

—¿Qué pasa? Esta tarde tengo que ir al salón de belleza, luego de compras y luego a jugar a las cartas. Así que apúrate en hablar, que no tengo tiempo. —Dijo Ema mientras se bebía el café. Josefina le dijo que tenía algo muy importante que pedirle, por eso estaba aquí. Ella no quería venir aquí, pero Josefina la amenazó, lo que la hizo que ella se sintiera aún más molesta.

—Ema, quiero ganar la cooperación con el Grupo HD. —Josefina dijo sin rodeos.

—¿Tú? De ninguna manera. Tu familia tiene un pequeño negocio y aunque ganes el proyecto, no podrás llevarlo a cabo bien. —Ema dejó la taza de café y quiso marcharse.

«¿Así que Josefina me invitó aquí solo para hablar de esto? ¡Es una ridícula!».

Ema estaba despreciando a Josefina.

—No es la empresa de mi familia. Es el Grupo Ramírez que es una empresa muy poderosa. Ellos si pueden cooperar con el Grupo HD, ¿verdad? —Al ver que Ema se marchaba, Josefina dijo apresuradamente su verdadero propósito.

—¿Estás loca? ¿Me pides que te ayude en nombre del Grupo Ramírez? ¿No es muy amable de tu parte? —Ema se enfadó.

Sabía que Josefina siempre había estado celosa de ella, ¡pero debía culparse a sí misma de su mala suerte!

Ema se levantó y se dispuso a abrir la puerta.

—Ema, tengo un informe del hospital. ¿Por qué no le echas un vistazo? —Josefina se calmó y puso algo sobre la mesa.

Al oír esto, Ema se detuvo. Miró hacia atrás y se quedó curiosa.

Recogió el informe que había sobre la mesa y al hojearlo, su expresión cambió de inmediato.

—Definitivamente lo lograré. No te preocupes. Espera un poco más. —Josefina se puso nerviosa. Si Ema no lograba ayudarla, solo le esperaba el abismo, pero ella juraba llevarse a Ema junto con ella.

A las cinco, sonó el teléfono. Era de Lucas preguntando por la cooperación con el Grupo HD.

—Sr. Ramírez, por favor, espere un poco más. Las buenas noticias están en camino. —Roberto sudaba de ansiedad.

La tensión y la ansiedad le atormentaban a medida que pasaba el tiempo.

A las 17:40, el teléfono volvió a sonar pero Roberto dudó en contestar.

—Roberto, contesta el teléfono. —Josefina dijo nerviosa y puso toda su esperanza en esta llamada.

Roberto no tuvo más remedio que contestar al teléfono con las manos temblorosas.

—Papá, yo... —Roberto respondió a la llamada de Lucas. Estaba preparado para ser regañado.

—Roberto, eres muy capaz. El Grupo HD me acaba de llamar y me ha dicho que la cooperación seguirá adelante. Bien hecho. —Roberto estaba entusiasmado y se río alegremente.

Al oír eso, tanto Roberto como Josefina se relajaron.

Roberto terminó la llamada después de unas pocas palabras y entonces se volvió hacia Josefina.