Entre Mafias romance Capítulo 70

Marcus

Dejo a Mía y voy al encuentro de Ricky. No se como puede salir hoy mi reunión, pero me alegra que mi último recuerdo sea a mi mujer sonriendo, feliz. La sombra de nuestro reencuentro, esa mujer triste y delgaducha ya no está, vuelve a ser la Mía fuerte y feliz.

Avanzo hasta la puerta de la fábrica en la que se esconden. Killian espera fuera junto con todos los hombres, tantos nuestros, como los enemigos de Ricky que conseguimos que nos ayudaran.

-  Vengo a ver a tu perro - Le digo al guarda que abre la puerta.

Se aparta y me deja pasar. Miro hacia la derecha y la izquierda analizando el entorno. No hay mucho que decir, hace mucho que las paredes desaparecieron y ahora sólo hay un enorme espacio diáfano lleno de hombres armados.

Bajamos cuatro plantas. Llegamos a un pasillo y caminamos en silencio a través de él hasta que llegamos a una puerta. Hoy por fin se va a terminar todo.

La puerta se abre y Ricky aparece frente a mi. Entro decidido. Casi no puedo contener las ganas que tengo de matarlo. Odio su puta cara de autosuficiencia con la que me mira, estoy encantado de adornarla con mi puño, tal vez de este modo, mejoraría un poco.

- Marcus, que alegría volver a verte.

Antes de que pueda decir nada veo a Paul encadenado. Está de rodillas y lleno de sangre. Casi parece que llevan tiempo torturándolo. Pienso en Mía, si estuviera aquí sufriría por ver a su hermano así.

- Ya estoy aquí, ahora suéltalo - Ordeno.

Ricky ríe por lo bajo y chaquea la lengua divertido. Niega despacio con el dedo sin apartar su mirada de la mía.

- Tu ya no vas a dar más órdenes, Marcus Moretti. Aquí mando yo. Recoge un mando de televisión y enciende una pequeña pantalla colgada de una esquina de la pared - Presta atención.

Al momento aparecen Mía, Mery y Bonny en la pantalla, las veo a través de una mirilla con un  punto rojo en medio. Este hijo de puta a conseguido infiltrar a alguien ¿cómo no hemos pensado en eso? ¡JODER!

- ¿Qué quieres? - pregunto con tranquilidad. Comportándome como si no me afectara. No si no me estuviera volviendo loco solo porque hay un hijo de puta apuntando a la cabeza de mi mujer.

- Ahora empezamos a entendernos. Esto es lo que te ofrezco. Suelto a Paul, dejo a tu mujercita en paz, tu te quedas y por supuesto ordenas a todos tus hombres que se vayan - Se recuesta sobre una silla sabiendo que ha ganado.

Esto es jaque mate. Ha sabido mover sus piezas y ser mejor. Ha descubierto mi punto débil y ahora su vida depende de la decisión que tome. Es ella o yo, porque este desgraciado no va a dejar que los dos vivamos.

No hay mucho que pensar. Daría mi vida sin dudarlo por ella.

- Trato hecho - Suelto convencido.

Saco el teléfono de mi bolsillo y llamo a Killian. Descuelga al momento.

- Tenéis que iros.

- ¿Qué? ¿Qué estás diciendo? Vamos a entrar - No comprende lo que está ocurriendo e insiste con continuar con el mismo plan.

Me alejo unos pasos de Ricky y aprieto los dientes intentando contenerme.

- Escúchame bien, hay un infiltrado vigilando a Mía, si no os vais la matará. Largaos ahora mismo.

Killian comienza a golpear algo. Ha comprendidos lo mismo que yo. Hemos perdido.

- ¡JODER! ¡JODER! ¡JODER! - Respira entrecortadamente - No vamos a dejarte ahí.

Dejé que mi hermano dirigiera lo que tanto trabajo le costó a mi padre, pero si me toca los cojones, si se niega a seguir mis instrucciones cuando debe hacerlo, no dudaré en salir y patearle el culo.

- Paul va a salir, lo vais a recoger y os vais a ir todos. Deja de comportarte como un crío, cojones.

Cuelgo el teléfono. No quiero escuchar ningún réplica, ninguna despedida, nada tierno que me haga pensar en mi mujer. No volveré a verla, voy a dejarla sola de nuevo y eso es lo único que hace que sienta remordimiento por la decisión que acabo de tomar.

¿Podrá superarlo otra vez? Confío plenamente en mi hermano, sé que cuidará de ella y tomará la mejor decisión, pero odio no ser yo el que esté a su lado.

Ricky rompe mis pensamientos al sacar su propio teléfono y llamar a sus hombres.

-Venid y llevaros a este pedazo de mierda. Tenemos un invitado  nuevo.

Espero paciente con las manos en los bolsillos. Los hombres sacan a Paul que sigue inconsciente, lo agarran de los hombros y arrastran sus piernas por todo el pasillo.

Camino decidido hacia las cadenas y paso la de mi izquierda por la muñeca, después hago lo mismo con la otra. Ricky solo se acerca para apretarla por si me da por quitármela y matarlo. Y cualquier otro día lo haría, pero no cuando la vida de mi mujer depende de lo que yo haga.

Está disfrutando. Lo primero que hace es darme una patada en el estómago, después unos cuantos puñetazos, la verdad es que he perdido la cuenta, hay un momento en el que agradezco que todo comience a dar vueltas a mi alrededor hasta que por fin, mi visión comienza a nublarse cada vez más, y pierdo el conocimiento.

- Despierta cariño, estoy aquí - escucho a lo lejos, muy lejos de donde yo estoy.

Despacio abro los ojos.

- ¿Mía? - Susurro confundido  ¿Qué haces aquí?  - ¿ha venido de verdad? ¡JODER! tengo que soltarme. Tiro con todas mis fuerzas de las cadenas. - ¡QUÉ COJONES HACES AQUÍ! ¡TIENES QUE IRTE!

Se vuelve y me ignora. Yo sigo tirando. Iba a dejar que me matara por ella, ahora sólo puedo luchar para salvarla.

- ¿Dónde está mi hermano? - Dice mirando en todas direcciones.

- Se intercambió por él, ahora debe estar feliz en su casa.

- He venido para hacer un trato.Deja que se vaya y yo me quedaré.

Ricky se rasca la barbilla pensando que hacer. Los observo sin creerme lo que está ocurriendo. Nadie se va a cambiar por mi, no pienso permitirlo. Mataré a todo hijo de puta que se atreva a tocarla.

- ¿Por qué iba a renunciar al gran Marcus Moretti? ¿Al hombre que mató a mi hermano?

- ¿Por qué ibas a querer a Marcus? Marcus capturó a tu hermano porque conducía como una abuelita y le gané, también dejé K.O a tu hombre del barco y maté al que fue a buscarnos a mi trabajo, pero por encima de todo eso, también fui mejor que tu en el barco.

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