Esposa falsa de Simón romance Capítulo 235

¿Tenías autoconfianza?

Raquel de repente le tomó la mano, -Puede ser muy difícil estar con él, debido a su carácter, pero creo que él te gusta, aún necesita más tiempo para ser bien conocidos mutualmente. -

-Por eso te dije esto en primero, espero que puedas conocerlo más y tengas más paciencia cuando estés con él. -

¿Necesitaba más tiempo para ser bien conocidos mutualmente?

Cuando llegara el momento, ella y Simón tenían que divorciarse, ¿cuánto tiempo se quedaba para ser bien conocidos mutualmente?

De repente Frida pensó en el par de aretes rosas que los vio que hacía un momento, si realmente los compró para ella ...

Si ... le gustaba a ella un poco, aunque fuera un poquito, ella...

-Ya, recuerdas lo que te dije, ve a tomar más sopa. -

Así que Frida tomó un tazón más de sopa bajo la insistencia de Raquel, después de tomar la sopa, ella levantó para ayudar a Raquel a limpiar los platos, y después de esperar unos diez minutos, sonó el teléfono de Raquel, antes de mirar al número de la llamada, Raquel echó un vistazo a Frida con broma, y luego contestó el teléfono.

- ¿Todavía sabes llamarme? ¿Recuerdas que tu esposa está aquí conmigo? Sí, ya comió, ¿cuándo vendrás? Vale, entonces vengas a recogerla. -

Después de hablar, Raquel colgó el teléfono, luego se volvió la cabeza para mirar a Frida, -Mira, ¿te está preocupando? Entonces ... si te gusta a Simón, no te rindas, ¿sabes? -

Ella ya le dijo muchas veces en forma muy directa, también le dio consejo de perfil, ella debía entender por completo lo que le dijo.

-Ya lo sé, no te preocupes, haré lo mejor que pueda. -

-Qué bueno. -Raquel finalmente se relajó, y luego le sonrió a Frida, las dos esperaron por un rato, de repente sonó el timbre afuera, Raquel señaló a la puerta, -Abre la puerta, él está allá para recogerte. -

De repente, Frida se puso un poco nerviosa, porque después de darse cuenta de que se había comprado el par de pendientes para ella, tal vez tenía un sentido especial oculto a ella por sí mismo, Frida pensó en volver a verlo, y su corazón se palpitó rápidamente.

-Ve, llévate el traje, tratas que no sabes de nada sobre aretes, y esperes que él mismo te dé los pendientes, ¿sabes? -Raquel vio que parecía nerviosa cuando estaba sentada en el sofá, así que le dio una idea.

De repente, Frida se sentía que realmente Raquel era una mayor muy buena, se levantó y le dio el agradecimiento, luego tomó el traje y se adelantó para abrir la puerta.

Respiró profundamente, después de que Frida abrió la puerta, vio a Simón que estaba afuera de la puerta, Rafael lo siguió y la miró pacíficamente.

Frida se encontró con las miradas frías de Simón y de pronto se dio cuenta de que las miradas estaban fijando en su cuerpo, cuando bajó la cabeza y encontraba que estaba sosteniendo su traje.

Pensó en algo y le devolvió apresuradamente el traje a Simón, -Es tuyo. -

Los elegantes labios de Simón fruncieron ligeramente, y sus miradas se volvieron a fijar en su rostro, dijo con una voz fría, -Póntelo, hace frío en la noche. -

-...- Frida pensó por un rato, y finalmente volvió a poner el traje en los brazos de Simón, y luego dijo, -Vamos, ya es tarde. -

Después de hablar, dio el primer paso y caminó hacia adelante, pero después de caminar unos pasos, Simón la agarró por la muñeca y la tiró de ella hacia atrás.

- ¿Por qué te das prisa? Le dije que póntelo -Él frunció el ceño insatisfecho, levantó la mano y la arrastró a sus brazos, luego se puso el traje sobre sus hombros, los dos estaban muy cerca, y vio a las heridas en su cuello, y las miradas se convirtieron más frío, apretó el traje en sus hombros, accidentalmente se tocó la piel de ella, y luego le preguntó, -¿Todavía te duele mucho? -

Sus dedos se deslizaron suavemente, como los pelos esponjosos, e hizo Frida que tembló, y luego dijo con una vez temblada, -Está bien, me siento mucho mejor. -

Le temblaba un poco la voz y Simón frunció el ceño - ¿Por qué seguía temblando la voz? -

Frida se escondió de sus miradas y tosió levemente, -Puede ser por...el frío, vamos ya. -

Simón se dio cuenta de que ella estaba escondiéndose de su mirada, pero no sabía por qué, así que solo podía apretar sus labios, -Vale. -

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