Esposa falsa de Simón romance Capítulo 238

Frida miró a sí misma en el espejo y estaba pensando.

Debería haber visto el par de pendientes ayer, entonces pensaba mucho, así que tenía este sueño.

Rápidamente secó el agua de su cara y se dio la vuelta a salir del baño.

La cama de Simón estaba vacía, él se marchó hace mucho tiempo, Frida miró al tiempo y se dio cuenta que ya había pasado la hora de trabajo, entonces ella... ¿no era tarde para ir a trabajar?

Pensaba en esto, fue rápidamente a cambiarse de ropa y se dirigió directamente a la empresa.

Cuando llegó a la empresa, justo encontró con Simón y Rafael iban a la sala de conferencia, Frida estaba saliendo desde el ascensor, y ellos iban a entrar.

Viendo a Frida, Simón frunció el ceño en un instante, dijo mirándola con disgusto, -No estás en casa descansando, ¿para qué vienes a la empresa?-

-¿Qué?- Frida respondió de manera inexplicable.

-Estás herida.- Simón fijó la mirada en su vestido, la mirada cayó en su cuello, había muchas heridas allí, se le ocurrió algo y le preguntó, -¿Has puesto la medicina hoy?-

Al oírlo, Frida se dio cuenta de lo que pasó, extendió la mano y tocó tu cuello, -Todavía no.-

-Vuelve a poner la medicina y descansa.-

Ding——

El ascensor estaba cerrando en este momento, Frida tuvo que salir corriendo, Rafael empujó a Simón para dentro.

Después de que entrara Simón, extendió la mano y tiró a Frida para dentro, -Rafael, envíala de vuelta.-

Rafael suspendió un rato, -Pero la reunión...-

-Estoy bien.- Frida se apresuró a interrumpirlo, -Sólo tengo las heridas en la piel, además la medicina que me dio tía Raquel es eficiente, las heridas en mi cuerpo ya casi están recuperadas, puedo trabajar.-

Simón lo oyó y se rio fríamente, dijo mirándola irónicamente, -Aunque la medicina es buena, no es panacea, lesionaste ayer, ahora me dices que casi estás recuperada, ¿Eres tonta o soy estúpido?-

Frida dijo, -...Pero... es verdad que no me duele tanto.-

Ella lo miró tímidamente, en los ojos fríos había algo de agravio y solicitación, parecía que era agraviada, muy miserable.

Era dolorosa.

Simón frunció el ceño más fuerte, ¿qué le pasó a esta mujer... estaba mostrándole la compasión?

-Maldito, Rafael, llévala a casa rápido.-

Rafael, -...-

-Señora Frida, te llevaré a casa.-

Frida vio que ya no estaba mirando a ella, no podía aguantar a decir, -Pues no voy a trabajar hoy, vuelvo más tarde, pero ahora quiero ir a ver a Naomí, ¿de acuerdo?-

Simón lo oía, levantó la cabeza y la miró, -¿Naomí?-

-Sí, me ayudó ayer, quiero ver cómo está, ¿puedo?- preguntó la última palabra cautelamente.

Simón frunció el ceño, las cejas oscuras la miró fijamente, dijo con una voz profunda.

-Ve, vuelve en media hora.-

-Pero no tienes la reunión?-

Simón tenía una mirada inescrutable, -Media hora es suficiente.-

-Entonces voy a ver a Naomí primero, volveré a buscarte más tarde.-

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